viernes, 19 de septiembre de 2008

Arthur Schopenhauer

Arthur Schopenhauer

Filosofía occidental
Filosofía del siglo XIX
Nombre

Arthur Schopenhauer

Nacimiento

22 de febrero de 1788 (Danzig)

Fallecimiento

21 de septiembre de 1860 (Fráncfort del Meno)

Escuela/Tradición

Kantianismo, idealismo

Intereses principales

Metafísica, estética, fenomenología, moralidad, psicología

Ideas notables

Voluntad, pesimismo

Influido por

Platón, Kant, Upanishad, Goethe

Influyó a

Pío Baroja, Samuel Beckett, Henri Bergson, Jorge Luis Borges, Luitzen Egbertus Jan Brouwer, Albert Einstein, Mihai Eminescu, Freud, Eduard von Hartmann, Hesse, Horkheimer, Jung, Suzanne Langer, Mann, Nietzsche, Popper, Gilbert Ryle, Tolstoi, Hans Vaihinger, Vivekananda, Maupassant, Proust, Wagner, Wittgenstein, Houellebecq, Schrödinger, George Santayana

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Arthur Schopenhauer ['ʔatʰu:ɐ 'ʃo:pnhaʊɐ] (Danzig, Gdańsk, 22 de febrero de 1788Fráncfort del Meno, Alemania, 21 de septiembre de 1860) fue un filósofo alemán. Su filosofía, concebida esencialmente como un "pensar hasta el final" la filosofía de Kant, se siente también deudora de Platón y Spinoza, sirviendo además como puente con la filosofía oriental, en especial con el budismo e hinduismo. En su obra tardía, a partir de 1836, presenta su filosofía, además, en abierta polémica contra los desarrollos metafísicos post-kantianos de sus contemporáneos, y especialmente contra Hegel, lo que contribuyó en no escasa medida a la consideración de su pensamiento como una filosofía "antihegeliana". Su trabajo más famoso, Die Welt als Wille und Vorstellung (El mundo como voluntad y representación), representa desde el punto de vista literario una obra maestra de la lengua alemana de todas las épocas. Supone además una de las cumbres del idealismo occidental, y el pesimismo profundo (que no profundo pesimismo) que destila perdura en la obra de escritores y pensadores de los siglos XIX y XX, de la talla de Sigmund Freud, Friedrich Nietzsche, Thomas Mann, Émile Cioran o Jorge Luis Borges, entre otros muchos.

Contenido

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Biografía [editar]

Arthur Schopenhauer nació el 22 de febrero de 1788 en el seno de una acomodada familia de Danzig. El padre de Arthur, Heinrich Floris Schopenhauer, fue un próspero comerciante que inició a su hijo en el mundo de los negocios, haciéndole emprender largos viajes por Francia e Inglaterra. Su madre, Johanna Henriette Trosenier, fue una escritora que alcanzó cierta notoriedad al organizar soirées literarias en la ciudad de Weimar. Tales reuniones le brindaron al joven Arthur la oportunidad de entrar en contacto con grandes personalidades del mundo cultural de su tiempo como Goethe y Wieland. Por lo demás, el carácter extrovertido y jovial de Johanna contrastaba con la hosquedad y misantropía de su hijo. De ahí que la relación entre ambos fuera bastante conflictiva. Este rasgo de la personalidad de Schopenhauer condicionó también el trato con su única hermana, Adele, nueve años menor que él.

En 1793, poco antes de que Danzig fuera anexionada a Prusia, la familia se trasladó a Hamburgo. Por expreso mandato paterno y a contramano de su propia vocación, Schopenhauer inició en 1805 la carrera de comercio en calidad de aprendiz. Ese mismo año murió su padre, presumiblemente por suicidio. No obstante todo, Arthur siempre llevó una buena relación con él, estima que aparece en sus escritos al agradecer que su independencia económica heredada de su progenitor le hubiera permitido llevar a cabo su verdadera vocación. Al morir Heinrich Floris, el resto de la familia se trasladó a Weimar. Es allí donde su madre decidió iniciar las ya mencionadas tertulias literarias. Arthur, sin embargo, permaneció en Hamburgo con el fin de ejercer la profesión de comerciante.

No obstante, poco antes de cumplir los veinte años de edad, Schopenhauer decidió abandonar definitivamente el comercio para emprender estudios universitarios. De este modo, en 1809, se matriculó como estudiante de Medicina en la Universidad de Gotinga, donde asistió a varios cursos. Allí conoció a Gottlob Schulze, un profesor de filosofía que le aconsejó emprender el estudio pormenorizado de Platón y Kant, para que luego lo complementara con la lectura de las obras de Aristóteles y Spinoza.

La lectura de estos autores despertó en Schopenhauer su vocación filosófica y en 1811 se trasladó a Berlín, donde estudió durante dos años, para seguir los cursos de Fichte y Schleiermacher. Sin embargo, ambos filósofos —muy en boga por aquel entonces— sólo consiguieron decepcionarlo. Algo parecido puede decirse de Schelling, a quien Schopenhauer leyó intensamente, como también a Fichte, en sus años de estudiante en Berlín. A pesar de haberse pasado a la facultad de filosofía, Schopenhauer también se matriculó en cursos de filología clásica y de Historia y asistió también a un buen número de cursos de ciencias naturales, pues consideraba que estos conocimientos ampliaban y reforzaban su formación filosófica.[1]

Ante la inminencia de los combates en contra de la ocupación napoleónica, Schopenhauer abandonó Berlín y, tras una breve estancia junto a su familia en Weimar, decidió retirarse a Rudolstadt. Allí terminó de redactar su tesis titulada Über die vierfache Wurzel des Satzes vom zureichenden Grunde (Sobre la cuádruple raíz del principio de razón suficiente), escrito este que presentó en noviembre de 1813 y que le valió el título de Doctor por la Universidad de Jena.

Poco tiempo después regresó a la casa materna en Weimar, donde tuvo ocasión de vincularse con Goethe y de conocer al orientalista Friedrich Majer, quien lo introdujo en la antigua filosofía hindú.[2] La discusión con Goethe en torno a temas relacionados con la Teoría de los colores del poeta condujo a Schopenhauer a elaborar una teoría propia al respecto, que plasmó en su segunda obra, Sobre la visión y los colores, de 1816.

De la fusión de las doctrinas brahmánicas y búdicas con las enseñanzas de Platón y Kant, había de surgir el núcleo del propio sistema schopenhaueriano, sistema éste que quedó definitivamente plasmado en su «obra capital» (Hauptwerk, denominada así por el mismo Schopenhauer) intitulada El mundo como voluntad y representación (título original: Die Welt als Wille und Vorstellung). Schopenhauer escribió su obra capital durante los cuatro años que residió en Dresde, concluyendo la redacción del manuscrito en 1818. Aunque la primera edición apareció de hecho en diciembre de 1818, se imprimió con la fecha de 1819, razón por la que generalmente la obra se data según la fecha que apareció impresa.

A pesar de las grandes expectativas que Schopenhauer había cifrado en su obra, ésta resultó un rotundo fracaso. Tanto fue así que, nueve años después de su aparición, todavía quedaban en los depósitos de la editorial Brockhaus ciento cincuenta ejemplares de una tirada de ochocientos, muchos de los cuales, a su vez, habían sido reciclados en lugar de venderse.

Entre los años 1818 y 1819, Schopenhauer viajó por Italia y visitó las ciudades de Florencia, Roma, Nápoles y Venecia.

En el verano de 1819, a raíz de una crisis financiera sin mayores consecuencias, se vio obligado a retornar a Alemania. Una vez allí, decidió entrar en la docencia. Fue admitido como profesor en la Universidad de Berlín, donde comenzó a dictar clases en marzo de 1820 como Privatdozent. Según una anécdota relatada por el propio Schopenhauer, su examen de habilitación estuvo marcado por su confrontación con Hegel, quien se hallaba en el tribunal.

Lápida de la tumba de Schopenhauer (Cementerio mayor, Fráncfort del Meno)
Lápida de la tumba de Schopenhauer (Cementerio mayor, Fráncfort del Meno)
Con la expresa intención de competir con Hegel, que a la sazón se estaba convirtiendo a todo efecto el filósofo oficial de la nación y gozaba de una creciente popularidad, Schopenhauer hizo coincidir el horario de sus cursos con los de aquél, aunque sin éxito alguno. Su fugaz paso por los claustros duró sólo seis meses.

Schopenhauer emprendió, en 1822, un nuevo viaje a Italia. Más tarde, en 1825, regresó a Berlín, donde intentó infructuosamente regresar a la docencia.

En 1831, huyendo de una epidemia de cólera —que ese mismo año había de cobrarse la vida de Hegel—, Schopenhauer se radicó en Frankfurt, donde llevó una vida apacible y recluida durante los últimos 28 años de su vida.

Después de una década y media sin nuevas publicaciones, en 1836 se decidió de nuevo a llevar un escrito a las prensas: Sobre la voluntad en la naturaleza, donde se esforzaba por mostrar las coincidencias de los resultados recientes de diversas ciencias con las doctrinas de su filosofía. El año siguiente, presentó la memoria Sobre la libertad de la voluntad a un concurso abierto por la Real Sociedad Noruega de las Ciencias, siendo premiada en enero de 1839. No tuvo la misma suerte su memoria Sobre el fundamento de la moral, ya que la Real Sociedad Danesa de las Ciencias, indignada por las invectivas contra Hegel y Fichte que se hallaban en la obra, prefirió dejar desierto el premio. Las dos memorias fueron reunidas y publicadas en 1841 bajo el título común Los dos problemas fundamentales de la Ética.

En 1844 vio la luz la segunda edición de su obra capital, considerablemente aumentada con diversas adiciones y con un segundo tomo con cincuenta nuevos capítulos. La publicación dio lugar a algunas reseñas y a que comenzaran a aparecer seguidores, de entre los cuales cabe destacar a Julius Frauenstädt. Dado que la tesis doctoral, considerada por Schopenhauer la «introducción» ideal a su sistema, no se hallaba disponible, emprendió su segunda edición (1847), sometiendo la obra a severos cambios.

Más tarde, en 1851, apareció una colección de ensayos y aforismos publicada bajo el nombre de Parerga y paralipómena. Esta obra le permitió a Schopenhauer alcanzar finalmente la repercusión y el renombre que por tanto tiempo le habían sido negados. En 1854 se reeditaron el escrito de 1816 sobre los colores y Sobre la voluntad en la naturaleza, ambos con abundantes adiciones y cambios. La tercera y última edición de El mundo como voluntad y representación tuvo lugar, en fin, en 1859. Otras reediciones (Parerga y Paralipómena, Sobre la cuádruple raíz del principio de razón suficiente) fueron realizadas póstumamente de la mano de J. Frauenstädt, siguiendo indicaciones de Schopenhauer.

Schopenhauer murió como consecuencia de un paro cardiorrespiratorio el 21 de septiembre de 1860.



Pensamiento [editar]

Denn da der ganze Mensch nur die Erscheinung seines Willens ist; so kann nichts verkehrter sein, als, von der Reflexion ausgehend, etwas Anderes sein zu wollen, als man ist <...> [Puesto que el hombre en su totalidad es sólo el fenómeno de su voluntad, nada puede resultar más absurdo que, partiendo de la reflexión, querer ser algo distinto de lo que se es <...>][3]
Schopenhauer, poco dado en principio a las licencias especulativas del idealismo alemán, tomó como base de su propio sistema el criticismo de Kant. Sin embargo, mientras el Kant de la primera crítica negaba radicalmente la posibilidad de conocer el noúmeno o cosa en sí (Ding an sich), Schopenhauer sostuvo que mediante la introspección era posible acceder al conocimiento esencial del yo. Identificó a éste con un principio metafísico al que denominó "voluntad" o "voluntad de vivir" (Wille zum Leben). Por otra parte, redujo los doce conceptos puros a priori del entendimiento (categorías) del sistema kantiano a uno sólo: el principio de razón suficiente o de causalidad.

El concepto de voluntad, en el estricto sentido schopenhaueriano, no alude a la mera facultad psíquica de querer sino que, antes bien, se refiere a un ser o esencia (Wesen) de carácter metafísico cuyo correlato sensible es el mundo fenoménico. En efecto: el mundo de los fenómenos —que a diferencia de la Voluntad está sujeto indefectiblemente a las coordenadas espacio-temporales determinadas por el principio de individuación (principium individuationis) y a la ley de causalidad—, no es más que la Voluntad misma "objetivada" que, en cuanto tal, debe ser entendida en términos de lo que Schopenhauer llama "representación" (Vorstellung).

Según Schopenhauer, la voluntad —en su modo de ser objetivado— se manifiesta en todos los estratos del mundo natural, desde la simple piedra hasta el hombre, en quien alcanza su grado máximo al adquirir la forma del deseo consciente —en cuyo único caso pasa a identificarse con la noción corriente de voluntad—. En sí misma, sin embargo, la Voluntad no es otra cosa que "un ciego afán (Drang), un impulso (Trieb) carente por completo de fundamento y motivos" (El mundo como voluntad y representación, II. ii, 28). En otras palabras:

Bajo tales aspectos, entonces, resulta evidente que yo, con razón, haya puesto a la Voluntad de vivir como lo ulteriormente inexplicable, o más bien, como fundamento y base de toda explicación y que ésta —muy lejos de ser un palabrerío vacío como 'lo absoluto', 'lo infinito', 'la idea' y demás expresiones similares— sea lo más real (das Allerrealste) que conocemos; más aún: el núcleo de la realidad misma (der Kern der Realität selbst). (Ibid.)
Ahora bien, en la medida en que la voluntad se expresa en la vida anímica del hombre bajo la forma de un continuo deseo siempre insatisfecho, Schopenhauer concluye que "toda vida es esencialmente sufrimiento (Leiden)" (Op. cit., IV, § 56). Y aun cuando el hombre, tras múltiples esfuerzos, consigue mitigar o escapar momentáneamente del sufrimiento, termina por caer, de manera inexorable, en el insoportable vacío del aburrimiento. De ahí que la existencia humana sea un constante pendular entre la Escila del dolor (Schmerz) y la Caribdis del tedio (Langeweile), periplo éste que la inteligencia sólo puede anular a través de una serie de fases que conducen, progresivamente, a una negación consciente de la Voluntad de vivir.

Es por ello por lo que Schopenhauer propone una huida del mundo. Con todo, no aprueba el suicidio como camino, ya que el suicida no renuncia a la vida en sí misma, sino a la que le ha tocado vivir en condiciones desfavorables. Por lo tanto, el filósofo reconocerá como válidas sólo tres alternativas, que jerarquiza según el grado de aniquilación de la Voluntad implicado en cada una de ellas:

Billete de Danzig con la efigie de Schopenhauer (1923). Nótese el valor nominal del billete, consecuencia de la hiperinflación: 500 millones de marcos.
Billete de Danzig con la efigie de Schopenhauer (1923). Nótese el valor nominal del billete, consecuencia de la hiperinflación: 500 millones de marcos.
  • la contemplación de la obra de arte como acto desinteresado, fundamento de su estética;
  • la práctica de la compasión, piedra angular de su ética;
  • la autonegación del yo (asimilable a una suerte de nirvana) mediante una vida ascética.
Por lo demás, Schopenhauer fue el primer gran filósofo occidental que puso en contacto los pensamientos de su época con los de Oriente y uno de los primeros en manifestarse abiertamente ateo.[4]

En este sentido, cabe destacar la acérrima defensa que propugnó por los derechos animales, seguramente motivada por sus influencias de Oriente, de tal suerte que en su obra pueden verse numerosos pasajes a este respecto:

La compasión hacia los animales está tan estrechamente ligada a la bondad de carácter que se puede afirmar con seguridad que quien es cruel con los animales no puede ser una buena persona.[5]
Una compasión sin límites por todos los seres vivos es la prueba más firme y segura de la buena conducta moral.[6]
Ni el mundo es una chapuza (Machwerk) para nuestro uso ni los animales son un producto de fábrica para el mismo.[7]
El hombre no debe compasión (Erbarmen) a los animales, sino justicia.[8]
El hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales[cita requerida]
La originalidad y el carácter anticipativo del pensamiento schopenhaueriano dejó su fuerte e insoslayable impronta en autores de la talla de Friedrich Nietzsche, Sigmund Freud, Thomas Mann, Ludwig Wittgenstein, Eduard von Hartmann, Hans Vaihinger, Marcel Proust, Henri Bergson, Émile Cioran, Jorge Luis Borges y Michel Houellebecq, entre otros.

El concepto de Schopenhauer de impulso ("Trieb") sin objeto, presumiblemente a través de la obra de Nietzsche, se situaría en la base de la doctrina psicoanalítica del inconsciente de Sigmund Freud, otro pesimista.



Bibliografía [editar]



Primaria [editar]



Obras de Schopenhauer [editar]

  • Sobre la cuádruple raíz del principio de razón suficiente (Über die vierfache Wurzel des Satzes vom zureichenden Grunde). Rudolstadt, noviembre de 1813. 2ª edic., Frankfurt, Joh. Chr. Hermannschen Buchhandlung, 1847. 3ª edic. (póstuma), 1864.
  • Sobre la visión y los colores. Hartknoch, 1816. 2ª edic., 1854.
  • El mundo como voluntad y representación. Brockhaus, 1819 (realmente diciembre de 1818). 2ª edic., Brockhaus, 1844 (con la adición de un segundo volumen de Complementos). 3ª edic., 1859.
  • Commentatio exponens theoriam colorum physiologicam, eademque primariam. (Versión latina de Sobre la visión y los colores.) Publicada en: Justus Radius (ed.), Scriptores ophthalmologici minores, vol. III, 1830.
  • Sobre la voluntad en la naturaleza. (Über den Willen in der Natur. Eine Erörterung, welche die Philosophie des Verfassers, seit ihrem Auftreten, durch die emprischen Wissenschaften erhalten hat.) 1836. 2ª edic., 1854.
  • Los dos problemas fundamentales de la ética (Die beiden Grundprobleme der Ethik). 1841. Incluye las memorias Sobre la libertad de la voluntad (Über die Freiheit des menschlichen Willens, originalmente editado aparte en Noruega en 1840) y Sobre el fundamento de la moral (Über die Grundlage der Moral). 2ª edic., 1860.
  • Parerga y paralipómena (Parerga und Paralipomena. Kleine philosophische Schriften). Berlín, A.W. Hayn, noviembre de 1851. 2ª edic. (póstuma), 1862.


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