Una semana para rebelarse contra la pobreza y el hambre en el mundo
V. Moreno
En septiembre de 2000, 189 jefes de Estado y de Gobierno del mundo se reunieron en Nueva York en la Cumbre del Milenio, convocada por Naciones Unidas.
La Declaración final aprobada incluía, entre otras cosas, el compromiso de trabajar en la consecución de unos objetivos y metas para reducir la pobreza en el mundo a la mitad en el año 2015. Estos fueron los llamados Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). La meta de este acuerdo era erradicar la pobreza extrema, promover la dignidad humana y la igualdad, y alcanzar la paz y la sostenibilidad ambiental.
Sin embargo, nueve años más tarde, los datos siguen siendo sobrecogedores y por esta razón miles de ONG y de ciudadanos solicitarán durante la Semana Contra la Pobreza, que echo a andar ayer, a los líderes políticos mundiales el cumplimiento de sus compromisos con los ODM.
Y es que, a pesar de los avances que se han logrado en los últimos años, los datos siguen siendo alarmantes: en 2009, y según datos de la ONU, ya son 1.020 millones de personas las que pasan hambre en el mundo y 50.000 personas mueren cada día como consecuencia de la pobreza extrema. De hecho, cerca de 1.000 millones de personas viven con menos de un dólar al día y la distribución de la riqueza en el mundo continúa siendo desigual. Tanto que, por ejemplo, un etíope medio es 35 veces más pobre que un europeo medio.
Denuncia mundial
Esta cifra récord se debe, en parte, a los escasos niveles de la ayuda internacional, los más bajos de los últimos 20 años, según afirma el Programa Mundial de Alimentos (PMA). "En muchos países en vías de desarrollo, los pobres no pueden reunir el dinero necesario para comprar comida", destaca el organismo dependiente de Naciones Unidas. Apoyándose en los datos que maneja, el PMA ha denunciado la escasez de fundos para el desarrollo que están destinando los países ricos en este periodo de crisis.
Por el momento, este organismo sólo ha conseguido un apoyo financiero de 2.600 millones de dólares para cubrir los 6.700 millones que había presupuestado para 2009. "Las contribuciones recibidas apenas cubren una tercera parte del dinero que se necesita para alimentar a las personas más vulnerables del mundo", ha lamentado el organismo a la vez que ha afirmado que "resolver esta misma crisis alimentaria costaría menos del 0,01% del dinero inyectado en el mercado para rescatar a las empresas de la crisis financiera mundial".
El Grupo de Tareas sobre el desfase en el logro de los ODM para 2015 también ha denunciado en su último informe que los gobiernos de los países industrializados están fallando en el cumplimiento de sus compromisos financieros para ayudar a las naciones en desarrollo a superar la pobreza extrema y combatir el hambre.
Este grupo ha informado de la existencia de una brecha de 35.000 millones de dólares anuales en la promesa de recursos hecha en 2005 por el Grupo de los Ocho (G-8), de los que 20.000 millones afectan directamente a África.
España también
En nuestro país, ni el crecimiento económico y ni el del empleo en los últimos quince años han reducido la pobreza ni las desigualdades, ya que uno de cada cinco hogares españoles continúa viviendo por debajo del umbral de la pobreza, que afecta de forma severa a medio millón de familias.
Según el VI Informe sobre exclusión y desarrollo social en España, elaborado por la Fundación Foessa y Cáritas, España es, junto a Reino Unido, donde más ha aumentado las tasa de pobreza permanente y crónica -13,8%-. Por otro lado, la pobreza transitoria afectó a un 42% de la población, en la que se incluyen personas que han experimentado dos o más episodios de pobreza durante los últimos siete años.
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