el anillo

el anillo es el tesoro
“Ya no puedes ayudarme, vete a casa”, le dice Frodo a Sam. Es precisamente cuando más le necesita, cuando está más en peligro cuando le desprecia. Cuando minusvalora su palabra frente a la del guía, ese pequeñajo que parece un renacuajo y que está tentado por el tesoro. Esta es una película -”El Señor de los Anillos”- que está llena de símbolos.
“No es sino la sombra de una ilusión lo que amas. No puedo darte lo que me pides. He deseado tu dicha desde el primer día que te vi”: esto le dice Aragon a la princesa.
El anillo, que es el tesoro, termina en el fuego como por obra del destino pues es una lucha entre dos males lo que termina desencadenando su fin porque Frodo que lucha contra Gollum por el mismo poder del anillo se acaba corrompiendo también, y es el desenlace de esta lucha lo que resuelve un vencedor, todos somos hasta cierto punto corruptibles y nuestros límites lo alcanzamos por superación de una lucha entre contradictorios que nos hacen entender el mal y los límites de nuestro poder.
Frodo finalmente parece que se ha convertido en una persona distinta cuando regresa a su casa, su fin es otro, es más el de una persona espiritual podríamos decir, decide escribir su historia, y es una historia que está llena de símbolos, el poder, la belleza, el tesoro, la valentía del guerrero, la fuerza de la mujer y su espera.
“He venido para salvar al pueblo de las guerras pero yo no puedo salvarme de mí”, dice Frodo y entonces se va con los elegidos y se despide de sus amigos. Este final no se entiende bien, él ya está cambiando, es otra persona, piensa como un jefe, como una persona con prevalencia moral, por eso se tiene que separar así.
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