Dioniso
Dioniso (en griego antiguo Διώνυσος Diônysos o Διόνυσος Dionysos) es el dios tracio del vino, representando no sólo su poder tóxico sino también sus influencias sociales y beneficiosas. Es considerado promotor de la civilización, legislador y amante de la paz, así como dios protector de la agricultura y el teatro.
Dioniso era también conocido como Baco (en griego antiguo Βακχος Bakkhos), nombre con el que fue asimilado en la mitología romana, anulando y confundiéndose con el antiguo dios itálico Liber Pater. Los griegos incorporaron a Dioniso a la tradición olímpica como hijo de Zeus y Sémele, hija de Cadmo, rey de Tebas, aunque otras versiones afirman que era hijo de Zeus y Perséfone.
Dioniso es un dios de ritos religiosos mistéricos, como los practicados en honor de Deméter y Perséfone en Eleusis, cerca de Atenas. En los misterios tracios, Dioniso lleva el «bassaris» o piel de zorro, simbolizando la nueva vida. Sus propios ritos, los misterios dionisíacos, eran los más secretos de todos. (Véase también Ménades.)
Muchos investigadores creen que Dioniso es un sincretismo de una deidad griega local de la naturaleza y un dios más poderoso de Tracia o Frigia como Sabacio.
Leyenda.-
La leyenda cuenta que Zeus tomó al infante Dioniso y lo puso bajo la tutela de las ninfas de la lluvia de Nisa, que le criaron en su infancia y niñez, y que por sus cuidados fueron recompensadas por Zeus con el ascenso entre las estrellas como las Híades. Alternativamente, fue criado por Maro.
Cuando Dioniso creció, descubrió la cultura del vino y la forma de extraer su precioso jugo. A este respecto, la leyenda narra lo siguiente: Dioniso se encontró con un frágil tallo de parra, sin pámpanos, racimos o fruto alguno. Le gustó, y decidió hacer algo para preservarlo. En primer lugar, lo introdujo en un huesecillo de pájaro. Tan a gusto se encontró el tallo, que siguió creciendo. Fue entonces cuando tuvo que trasplantarlo al interior de un hueso de león. Posteriormente, hubo de pasarlo a un hueso de asno, de mayor tamaño. Al tiempo, el tallo se convirtió en una parra y dio su fruto. Entonces descubrió Dioniso las propiedades de su zumo fermentado. Por la anterior génesis del tallo se interpretan los estados que infunde el vino al bebedor. Si bebe con moderación, éste se encontrará alegre y fuerte (como un pájaro y como un león, respectivamente). Pero, en caso de superar cierta cantidad, y de que esto suceda asiduamente, el bebedor se volverá tonto (como un asno).
Hera hizo que se volviese loco y le empujó a vagar por diversas partes de la tierra. En Frigia la diosa Cibeles, más conocida por los griegos como Rea, le curó y le enseñó sus ritos religiosos, y así emprendió su recorrido por Asia enseñando a la gente el cultivo del vino. La parte más famosa de sus viajes es su expedición a la India, que se dice que duró varios años. Volvió triunfante y asumió la introducción de su culto en Grecia, pero se le opusieron algunos príncipes que temían los desórdenes y la locura que éste acarreaba (véase Penteo y Licurgo).
Ariadna [editar]
Dioniso y Ariadna, de Sebastiano Ricci
Ariadna
Tras haber matado al Minotauro en el laberinto, Teseo había huido de Creta llevándose consigo a Ariadna, pero tras desembarcar en la isla de Naxos (o en la pequeña isla de Día, situada muy cerca de la costa cretense) la embarcación de Teseo partió sin Ariadna. El motivo de este abandono es objeto de múltiples versiones de los mitógrafos. Algunos, consideraban que sencillamente Teseo la había olvidado mientras ella dormía; otros relataban que Teseo la había abandonado voluntariamente para casarse con otra o porque consideraba una deshonra llegar con ella a Atenas; otra tradición decía que Dioniso la había arrebatado a Teseo o que le había ordenado a éste que partiese sin ella.
El caso es que Dioniso se enamoró de Ariadna y la hizo su esposa. Su regalo de bodas consistió en una corona que posteriormente fue catasterizada en la constelación que lleva su nombre. Posteriormente Ariadna fue divinizada por Zeus.
Sin embargo la versión homérica decía[3] que Artemisa había matado a Ariadna en Día a causa de la acusación de Dioniso. No es seguro el motivo de esta acusación, sin embargo esta versión puede combinarse con la mención de Eratóstenes de que la corona luminosa de Ariadna fue usada por Teseo como guía para salir del laberinto. En este caso Ariadna habría estado casada con Dioniso antes de haberse enamorado de Teseo y tras haber ayudado a éste con la corona y haber huido con él, Dioniso la acusó ante Artemisa en Día.
Bacanales
Estatua de Dioniso en Delos
Introducidas en Roma sobre el 200 a. C. desde la cultura griega del sur italiano o a través de la (también influenciada por Grecia) Etruria, las bacanales se celebraban en secreto dos días al año (el 16 y 17 de marzo) en la arboleda de Simila, cerca del monte Aventino, y en ellas sólo participaban mujeres. Posteriormente, se extendió la participación en los ritos a los hombres y las celebraciones tenían lugar cinco veces al mes. La notoriedad de estas fiestas, donde se suponía que se planeaban muchas clases de crímenes y conspiraciones políticas, provocó en 186 a. C. un decreto del Senado —el llamado Senatus consultum de Bacchanalibus, inscrito en una tablilla de bronce descubierta en Calabria (1640) y actualmente en Viena— por el que las bacanales fueron prohibidas en toda Italia, excepto en ciertas ocasiones especiales que debían ser aprobadas específicamente por el Senado. Pese al severo castigo infligido a los que se encontraba violando este decreto, las bacanales no fueron sofocadas, especialmente en el sur de Italia, durante mucho tiempo.
Dioniso se equipara con Baco y con Liber (también Liber Pater). Liber (‘el libre’) era un dios de la fertilidad y el crecimiento, casado con Libera, identificada a veces con Proserpina, a veces con Ceres y a veces con Ariadna. Su fiesta era la Liberalia, celebrada el 17 de marzo.
El toro, la serpiente, la hiedra y el vino son los signos de la característica atmósfera dionísica, infundida por la insaciable vida del dios. Su numinosa presencia significa que el dios está cerca.[2] Dioniso está estrechamente asociado con los sátiros, los centauros y los silenos. Siempre porta un tirso. Además de la parra y su alter ego salvaje estéril, la hiedra venenosa, estaba también a él consagrada la higuera. La piña que coronaba su tirso le relacionaba con Cibeles, y la granada con Deméter.
En Atenas también se celebraban en su honor las Dionisias y las Leneas.
Ocasionalmente se confunde a este dios con alguno de los diversos personajes históricos llamado Dionisio, nombre teofórico que significa ‘[sirviente] de Dioniso’.
Ménades
Ménade bailando. Copia romana de un relieve griego de fines del s. V a. C. Prado, Madrid.
En la mitología griega, las Ménades son seres femeninos divinos estrechamente relacionados con el dios Dioniso (Baco para los romanos), dios supuestamente originario de Tracia y Frigia. Las primeras ménades fueron las ninfas que se encargaron de su crianza, y que posteriormente fueron poseídas por él, quien les inspiró una locura mística. Esto las contrapone a las Bacantes o Basárides, mujeres mortales que emulan a las ménades, que se dedican al culto orgiástico de Dionisios. No hay unanimidad, sin embargo, en estas acepciones. En muchas fuentes Ménades y Bacantes son sinónimos, entendiéndose por Bacante la acepción latina de Ménade.
Literalmente Ménades puede traducirse por "las que desvarían". Se las conocía como mujeres en estado salvaje y de vida insana con las que era imposible razonar. Se decía de ellas que vagaban en bandas rebeldes o Thiasoi por las laderas de las montañas. Los misterios de Dionisios, el dios del vino, el misterio y la intoxicación, les llevaban a un frenesí extásico. Se permitían dosis importantes de violencia, derramamiento de sangre, sexo y auto-intoxicación y mutilación. Se las representa pictóricamente a menudo ataviadas con coronas de hojas de vid, vestidas con pieles de cervatillo, llevando el Thirsus, (del griego Thyrsoi), una varita con una piña en la punta y adornada con hiedra u hojas de vid, y danzando con el abandono salvaje a la naturaleza primaria. Se supone también que llegaban a practicar en su éxtasis el esparagmos, o desgarro de sus víctimas en trozos tras lo que ingerían su carne cruda (omofagia).
En el relato mítico de la muerte Orfeo, las Ménades despedazan a Orfeo por rechazar éste el culto a Dionisios en favor del culto a Apolo, identificado con el sol. Según otras fuentes lo hacen afrentadas por su misoginia, sustituida por homosexualidad. De una forma similar, en Las Bacantes de Eurípides, éstas, descuartizan al rey tebano Penteo por prohibir éste el culto a Baco, primo suyo, por cierto, y negar su divinidad.
Varios autores, (entre ellos Nietzsche, en El nacimiento de la tragedia, y Julio Cortázar, en Las Ménades), ven en el mito de la muerte de Orfeo la confrontación permanente existente entre los principios apolíneo y dionisíaco, entre la serenidad y la orgía, entre la racionalidad y el abandono a los instintos, siendo Orfeo, el inventor de la lira, la medicina y otras artes, el que provoca su propia destrucción a manos de las fuerzas de la naturaleza por él desatadas.
Nacimiento de dioniso [editar]
Dioniso tuvo un nacimiento inusual que evoca la dificultad de encajarle en el panteón olímpico. Su madre fue Sémele (hija de Cadmo), una mujer mortal, y su padre Zeus, el rey de los dioses. La esposa de Zeus, Hera, una diosa celosa y vanidosa, descubrió la aventura de su marido cuando Sémele estaba encinta. Con el aspecto de una anciana, Hera se ganó la amistad de Sémele, quien le confió que su marido era en realidad Zeus. Hera pretendió no creerlo, y sembró las semillas de la duda en la mente de Sémele, quien, curiosa, pidió a Zeus que se revelara en toda su gloria como prueba de su divinidad. Aunque Zeus le rogó que no le pidiese eso, ella insistió y él terminó accediendo. Entonces se presentó ante Sémele con sus truenos, relámpagos y rayos y Sémele pereció carbonizada. Zeus logró rescatar al fetal Dioniso plantándolo en su muslo. Unos meses después, Dioniso nació.
En otra versión de la misma historia, Dioniso era el hijo de Zeus y Perséfone, la reina del inframundo. Una celosa Hera intentó de nuevo matar al niño, enviando esta vez a los Titanes a descuartizarlo tras engañarlo con juguetes. Zeus hizo huir a los Titanes con sus rayos, pero éstos ya se habían comido todo salvo el corazón, que fue salvado, según las fuentes, por Atenea, Rea o Deméter. Zeus usó el corazón para recrearlo en el vientre de Sémele: de ahí que se llame a Dioniso ‘el dos veces nacido’. A veces se decía que Zeus dio a comer el corazón a Sémele para preñarla. En ambas versiones de la historia, el renacimiento es el principal motivo de adoración en las religiones mistéricas, pues su muerte y resurrección eran sucesos de reverencia mística. Aparentemente este relato se usaba en ciertas religiones mistéricas griegas y romanas. Variantes del mismo se encuentran en la obra de Calímaco y Nono de Panópolis, quien se refiere a este Dioniso bajo el título de Zagreo, y también en varios poemas fragmentarios atribuidos a Orfeo.
La leyenda cuenta que Zeus tomó al infante Dioniso y lo puso bajo la tutela de las ninfas de la lluvia de Nisa, que le criaron en su infancia y niñez, y que por sus cuidados fueron recompensadas por Zeus con el ascenso entre las estrellas como las Híades. Alternativamente, fue criado por Maro
~
Me alegra que me traigas a Dioniso en esta casa para celebrarlo, aunque yo siempre sentí debilidad mas por Orfeo y el culto apolíneo. De ahí esa oposición entre lo dionisíaco y lo apolíneo. Pero Dioniso se creció en el cuidado y favor de las ninfas. Y sus rituales orgiásticos y mistericos en Eleusis (eleusis de corazones, que da lema a mi blog, es un rito iniciático) eran sagrados y se celebraban con las Ménades y las Bacantes, son ellas a las que se le asocia con este misterio. Pero la condición de la mujer en Grecia mucho me temo que empezó tambien a decaer junto con la corrupcion general y las bacanales tambien fueron fruto de toda clases de barbaridades y mosntruosidades, desde la omofagia hasta el relato de Orfeo en que las Ménades lo descuartizan.
En cuanto a Persefone, diosa del inframundo tiene relación tambien con él, hay version de un mito que lo representan como su madre, pero su madre es Sémele, una mujer mortal y su padre el dios Zeus. Una celosa Hera, esposa de Zeus, intentó matar al niño, enviando esta vez a los Titanes a descuartizarlo tras engañarlo con juguetes. Zeus hizo huir a los Titanes con sus rayos, pero éstos ya se habían comido todo salvo el corazón, que fue salvado, según las fuentes, por Atenea, Rea o Deméter. Zeus usó el corazón para recrearlo en el vientre de Sémele: de ahí que se llame a Dioniso ‘el dos veces nacido’.
Es por esto que todas las diosas estan unidas con este dios, y es asi bendecido, para toda clase de venturas.
Bueno, pues, me agrada verte por aquí de nuevo. Que pases un feliz domingo y cuidate!!!
Pd: Por cierto ocasionalmente se confunde a este dios con alguno de los diversos personajes históricos llamado Dionisio, nombre teofórico que significa ‘[sirviente] de Dioniso’.
Dioniso (en griego antiguo Διώνυσος Diônysos o Διόνυσος Dionysos) es el dios tracio del vino, representando no sólo su poder tóxico sino también sus influencias sociales y beneficiosas. Es considerado promotor de la civilización, legislador y amante de la paz, así como dios protector de la agricultura y el teatro.
Dioniso era también conocido como Baco (en griego antiguo Βακχος Bakkhos), nombre con el que fue asimilado en la mitología romana, anulando y confundiéndose con el antiguo dios itálico Liber Pater. Los griegos incorporaron a Dioniso a la tradición olímpica como hijo de Zeus y Sémele, hija de Cadmo, rey de Tebas, aunque otras versiones afirman que era hijo de Zeus y Perséfone.
Dioniso es un dios de ritos religiosos mistéricos, como los practicados en honor de Deméter y Perséfone en Eleusis, cerca de Atenas. En los misterios tracios, Dioniso lleva el «bassaris» o piel de zorro, simbolizando la nueva vida. Sus propios ritos, los misterios dionisíacos, eran los más secretos de todos. (Véase también Ménades.)
Muchos investigadores creen que Dioniso es un sincretismo de una deidad griega local de la naturaleza y un dios más poderoso de Tracia o Frigia como Sabacio.
Leyenda.-
La leyenda cuenta que Zeus tomó al infante Dioniso y lo puso bajo la tutela de las ninfas de la lluvia de Nisa, que le criaron en su infancia y niñez, y que por sus cuidados fueron recompensadas por Zeus con el ascenso entre las estrellas como las Híades. Alternativamente, fue criado por Maro.
Cuando Dioniso creció, descubrió la cultura del vino y la forma de extraer su precioso jugo. A este respecto, la leyenda narra lo siguiente: Dioniso se encontró con un frágil tallo de parra, sin pámpanos, racimos o fruto alguno. Le gustó, y decidió hacer algo para preservarlo. En primer lugar, lo introdujo en un huesecillo de pájaro. Tan a gusto se encontró el tallo, que siguió creciendo. Fue entonces cuando tuvo que trasplantarlo al interior de un hueso de león. Posteriormente, hubo de pasarlo a un hueso de asno, de mayor tamaño. Al tiempo, el tallo se convirtió en una parra y dio su fruto. Entonces descubrió Dioniso las propiedades de su zumo fermentado. Por la anterior génesis del tallo se interpretan los estados que infunde el vino al bebedor. Si bebe con moderación, éste se encontrará alegre y fuerte (como un pájaro y como un león, respectivamente). Pero, en caso de superar cierta cantidad, y de que esto suceda asiduamente, el bebedor se volverá tonto (como un asno).
Hera hizo que se volviese loco y le empujó a vagar por diversas partes de la tierra. En Frigia la diosa Cibeles, más conocida por los griegos como Rea, le curó y le enseñó sus ritos religiosos, y así emprendió su recorrido por Asia enseñando a la gente el cultivo del vino. La parte más famosa de sus viajes es su expedición a la India, que se dice que duró varios años. Volvió triunfante y asumió la introducción de su culto en Grecia, pero se le opusieron algunos príncipes que temían los desórdenes y la locura que éste acarreaba (véase Penteo y Licurgo).
Ariadna [editar]
Dioniso y Ariadna, de Sebastiano Ricci
Ariadna
Tras haber matado al Minotauro en el laberinto, Teseo había huido de Creta llevándose consigo a Ariadna, pero tras desembarcar en la isla de Naxos (o en la pequeña isla de Día, situada muy cerca de la costa cretense) la embarcación de Teseo partió sin Ariadna. El motivo de este abandono es objeto de múltiples versiones de los mitógrafos. Algunos, consideraban que sencillamente Teseo la había olvidado mientras ella dormía; otros relataban que Teseo la había abandonado voluntariamente para casarse con otra o porque consideraba una deshonra llegar con ella a Atenas; otra tradición decía que Dioniso la había arrebatado a Teseo o que le había ordenado a éste que partiese sin ella.
El caso es que Dioniso se enamoró de Ariadna y la hizo su esposa. Su regalo de bodas consistió en una corona que posteriormente fue catasterizada en la constelación que lleva su nombre. Posteriormente Ariadna fue divinizada por Zeus.
Sin embargo la versión homérica decía[3] que Artemisa había matado a Ariadna en Día a causa de la acusación de Dioniso. No es seguro el motivo de esta acusación, sin embargo esta versión puede combinarse con la mención de Eratóstenes de que la corona luminosa de Ariadna fue usada por Teseo como guía para salir del laberinto. En este caso Ariadna habría estado casada con Dioniso antes de haberse enamorado de Teseo y tras haber ayudado a éste con la corona y haber huido con él, Dioniso la acusó ante Artemisa en Día.
Bacanales
Estatua de Dioniso en Delos
Introducidas en Roma sobre el 200 a. C. desde la cultura griega del sur italiano o a través de la (también influenciada por Grecia) Etruria, las bacanales se celebraban en secreto dos días al año (el 16 y 17 de marzo) en la arboleda de Simila, cerca del monte Aventino, y en ellas sólo participaban mujeres. Posteriormente, se extendió la participación en los ritos a los hombres y las celebraciones tenían lugar cinco veces al mes. La notoriedad de estas fiestas, donde se suponía que se planeaban muchas clases de crímenes y conspiraciones políticas, provocó en 186 a. C. un decreto del Senado —el llamado Senatus consultum de Bacchanalibus, inscrito en una tablilla de bronce descubierta en Calabria (1640) y actualmente en Viena— por el que las bacanales fueron prohibidas en toda Italia, excepto en ciertas ocasiones especiales que debían ser aprobadas específicamente por el Senado. Pese al severo castigo infligido a los que se encontraba violando este decreto, las bacanales no fueron sofocadas, especialmente en el sur de Italia, durante mucho tiempo.
Dioniso se equipara con Baco y con Liber (también Liber Pater). Liber (‘el libre’) era un dios de la fertilidad y el crecimiento, casado con Libera, identificada a veces con Proserpina, a veces con Ceres y a veces con Ariadna. Su fiesta era la Liberalia, celebrada el 17 de marzo.
El toro, la serpiente, la hiedra y el vino son los signos de la característica atmósfera dionísica, infundida por la insaciable vida del dios. Su numinosa presencia significa que el dios está cerca.[2] Dioniso está estrechamente asociado con los sátiros, los centauros y los silenos. Siempre porta un tirso. Además de la parra y su alter ego salvaje estéril, la hiedra venenosa, estaba también a él consagrada la higuera. La piña que coronaba su tirso le relacionaba con Cibeles, y la granada con Deméter.
En Atenas también se celebraban en su honor las Dionisias y las Leneas.
Ocasionalmente se confunde a este dios con alguno de los diversos personajes históricos llamado Dionisio, nombre teofórico que significa ‘[sirviente] de Dioniso’.
Ménades
Ménade bailando. Copia romana de un relieve griego de fines del s. V a. C. Prado, Madrid.
En la mitología griega, las Ménades son seres femeninos divinos estrechamente relacionados con el dios Dioniso (Baco para los romanos), dios supuestamente originario de Tracia y Frigia. Las primeras ménades fueron las ninfas que se encargaron de su crianza, y que posteriormente fueron poseídas por él, quien les inspiró una locura mística. Esto las contrapone a las Bacantes o Basárides, mujeres mortales que emulan a las ménades, que se dedican al culto orgiástico de Dionisios. No hay unanimidad, sin embargo, en estas acepciones. En muchas fuentes Ménades y Bacantes son sinónimos, entendiéndose por Bacante la acepción latina de Ménade.
Literalmente Ménades puede traducirse por "las que desvarían". Se las conocía como mujeres en estado salvaje y de vida insana con las que era imposible razonar. Se decía de ellas que vagaban en bandas rebeldes o Thiasoi por las laderas de las montañas. Los misterios de Dionisios, el dios del vino, el misterio y la intoxicación, les llevaban a un frenesí extásico. Se permitían dosis importantes de violencia, derramamiento de sangre, sexo y auto-intoxicación y mutilación. Se las representa pictóricamente a menudo ataviadas con coronas de hojas de vid, vestidas con pieles de cervatillo, llevando el Thirsus, (del griego Thyrsoi), una varita con una piña en la punta y adornada con hiedra u hojas de vid, y danzando con el abandono salvaje a la naturaleza primaria. Se supone también que llegaban a practicar en su éxtasis el esparagmos, o desgarro de sus víctimas en trozos tras lo que ingerían su carne cruda (omofagia).
En el relato mítico de la muerte Orfeo, las Ménades despedazan a Orfeo por rechazar éste el culto a Dionisios en favor del culto a Apolo, identificado con el sol. Según otras fuentes lo hacen afrentadas por su misoginia, sustituida por homosexualidad. De una forma similar, en Las Bacantes de Eurípides, éstas, descuartizan al rey tebano Penteo por prohibir éste el culto a Baco, primo suyo, por cierto, y negar su divinidad.
Varios autores, (entre ellos Nietzsche, en El nacimiento de la tragedia, y Julio Cortázar, en Las Ménades), ven en el mito de la muerte de Orfeo la confrontación permanente existente entre los principios apolíneo y dionisíaco, entre la serenidad y la orgía, entre la racionalidad y el abandono a los instintos, siendo Orfeo, el inventor de la lira, la medicina y otras artes, el que provoca su propia destrucción a manos de las fuerzas de la naturaleza por él desatadas.
Nacimiento de dioniso [editar]
Dioniso tuvo un nacimiento inusual que evoca la dificultad de encajarle en el panteón olímpico. Su madre fue Sémele (hija de Cadmo), una mujer mortal, y su padre Zeus, el rey de los dioses. La esposa de Zeus, Hera, una diosa celosa y vanidosa, descubrió la aventura de su marido cuando Sémele estaba encinta. Con el aspecto de una anciana, Hera se ganó la amistad de Sémele, quien le confió que su marido era en realidad Zeus. Hera pretendió no creerlo, y sembró las semillas de la duda en la mente de Sémele, quien, curiosa, pidió a Zeus que se revelara en toda su gloria como prueba de su divinidad. Aunque Zeus le rogó que no le pidiese eso, ella insistió y él terminó accediendo. Entonces se presentó ante Sémele con sus truenos, relámpagos y rayos y Sémele pereció carbonizada. Zeus logró rescatar al fetal Dioniso plantándolo en su muslo. Unos meses después, Dioniso nació.
En otra versión de la misma historia, Dioniso era el hijo de Zeus y Perséfone, la reina del inframundo. Una celosa Hera intentó de nuevo matar al niño, enviando esta vez a los Titanes a descuartizarlo tras engañarlo con juguetes. Zeus hizo huir a los Titanes con sus rayos, pero éstos ya se habían comido todo salvo el corazón, que fue salvado, según las fuentes, por Atenea, Rea o Deméter. Zeus usó el corazón para recrearlo en el vientre de Sémele: de ahí que se llame a Dioniso ‘el dos veces nacido’. A veces se decía que Zeus dio a comer el corazón a Sémele para preñarla. En ambas versiones de la historia, el renacimiento es el principal motivo de adoración en las religiones mistéricas, pues su muerte y resurrección eran sucesos de reverencia mística. Aparentemente este relato se usaba en ciertas religiones mistéricas griegas y romanas. Variantes del mismo se encuentran en la obra de Calímaco y Nono de Panópolis, quien se refiere a este Dioniso bajo el título de Zagreo, y también en varios poemas fragmentarios atribuidos a Orfeo.
La leyenda cuenta que Zeus tomó al infante Dioniso y lo puso bajo la tutela de las ninfas de la lluvia de Nisa, que le criaron en su infancia y niñez, y que por sus cuidados fueron recompensadas por Zeus con el ascenso entre las estrellas como las Híades. Alternativamente, fue criado por Maro
~
Me alegra que me traigas a Dioniso en esta casa para celebrarlo, aunque yo siempre sentí debilidad mas por Orfeo y el culto apolíneo. De ahí esa oposición entre lo dionisíaco y lo apolíneo. Pero Dioniso se creció en el cuidado y favor de las ninfas. Y sus rituales orgiásticos y mistericos en Eleusis (eleusis de corazones, que da lema a mi blog, es un rito iniciático) eran sagrados y se celebraban con las Ménades y las Bacantes, son ellas a las que se le asocia con este misterio. Pero la condición de la mujer en Grecia mucho me temo que empezó tambien a decaer junto con la corrupcion general y las bacanales tambien fueron fruto de toda clases de barbaridades y mosntruosidades, desde la omofagia hasta el relato de Orfeo en que las Ménades lo descuartizan.
En cuanto a Persefone, diosa del inframundo tiene relación tambien con él, hay version de un mito que lo representan como su madre, pero su madre es Sémele, una mujer mortal y su padre el dios Zeus. Una celosa Hera, esposa de Zeus, intentó matar al niño, enviando esta vez a los Titanes a descuartizarlo tras engañarlo con juguetes. Zeus hizo huir a los Titanes con sus rayos, pero éstos ya se habían comido todo salvo el corazón, que fue salvado, según las fuentes, por Atenea, Rea o Deméter. Zeus usó el corazón para recrearlo en el vientre de Sémele: de ahí que se llame a Dioniso ‘el dos veces nacido’.
Es por esto que todas las diosas estan unidas con este dios, y es asi bendecido, para toda clase de venturas.
Bueno, pues, me agrada verte por aquí de nuevo. Que pases un feliz domingo y cuidate!!!
Pd: Por cierto ocasionalmente se confunde a este dios con alguno de los diversos personajes históricos llamado Dionisio, nombre teofórico que significa ‘[sirviente] de Dioniso’.
~
Tambien me gustaría relatar la relación de Dioniso con Ariadna, Señora de la tejedura y diosa del Laberinto, a quien convirtió en su esposa.
Vencido el MInotauro por Teseo y la ayuda de Ariadna que le enseñó con su hilo el camino de vuelta, la llevé éste de Creta a Naxos y allí la abandonó y la dejó a Dioniso quien se había enamorado de ella. Se cuenta que Ariadna siempre fue fiel a Dioniso.
~
Hoy no sé lo que me pasa pero es que hay una oposición sol y jupiter. Y eso da mucha expansión y exaltación!!!
Vencido el MInotauro por Teseo y la ayuda de Ariadna que le enseñó con su hilo el camino de vuelta, la llevé éste de Creta a Naxos y allí la abandonó y la dejó a Dioniso quien se había enamorado de ella. Se cuenta que Ariadna siempre fue fiel a Dioniso.
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Hoy no sé lo que me pasa pero es que hay una oposición sol y jupiter. Y eso da mucha expansión y exaltación!!!
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