viernes, 20 de junio de 2008

vacío, indiferencia, temor al amor, cinismo

lucidez y vitalidad amorosa


La sinceridad, quien la practica no se expone al peligro como se cree comúnmente, sino que ya está en peligro, al igual que todo hombre que separa la verdad de la mentira.La inclinación a la sinceridad es un síntoma enfermizo por excelencia, una crítica de la vida. Quien no ha matado en sí mismo al ángel está destinado a la desaparición. Sin yerros no se puede respirar ni tan siquiera un instante.*Pero también como Marcel Proust enseña hablando sobre su Albertine, una mentira repetida muchas veces acaba siendo una verdad.Es como ese refrán: "calumnia que algo queda", y esto ya me parece que es el colmo de la impostura y la malicia.~Pero lo que sí es cierto es que la lucidez de Diógenes lleva al cinismo y que no hay cinismo que no se llegue a él por una pérdida de algún carácter amoroso, comúnmente.Espero que este no sea tu caso, pues la mentira es signo de vitalidad, en cualquier caso.¿Qué nos impide en la vida ser cínicos pese a que la razón nos empuja y nos obliga?¿Qué limita la impertinencia última del conocimiento?¿Nos acordamos aún del amor, generador de fecundos errores?La mengua de lucidez es una señal de vitalidad del amor.~Andrómeda
inadaptación a la vida
La nobleza del alma deriva de la inadaptación a la vida. ¡Cómo crecen nuestrosafectos cerca de los corazones heridos!
Me parece que podría descubrir fácilmente todos los secretos del mundo,excepto el de su desarraigo.
Sólo reconozco existencia a los seres que no pertenecen ya al mundo.~
Andrómeda
lo dijo sylphides
Lo que buscaba Diógenes con su linterna era un "indiferente"...En ninguno de esos blogs se habla sinceramente de ideal, de porvenir.Sin embargo cada vez que escucho hablar de ideal y de porvenir a los otros blogs no los considero que me consideren. Como si todo ideal o toda fe fuera una forma de terror.
Entre revoluciones y entre formas de espiritualidad oriental se divide su corazón.
Ysu corazón se divide entre un ideal y otro, ¿quién duda que en un mundo donde un 20 % de la población consume un 80 % de la riqueza mundial no es necesario ejercer ya una política de cambio y de ahorro enérgetico?Pero su corazón seguía dividido como pocas veces...
Vacío
Sin embargo, cuando algo interviene y desencadena la lucidez en un imperio tan vasto
como el ser, el amor se retira derrotado y aturdido. Y cuando ese «algo» es un ser (o
tal vez muchos) que hemos perdido durante la edad de las mentiras, el vacío que sigue
permite la despiadada expansión de la razón fría y destructora. Normalmente, nadie
puede heredar tanta lucidez como para deslizarse en el cinismo, sino que en el
transcurso de la vida las decepciones vuelven el mundo transparente, de suerte que se
ve hasta el fondo lo que sólo nos era permitido acariciar. Nosotros no conocemos la
vida de Diógenes en la época en la que las desgracias amorosas deciden el curso de la
reflexión. Pero ¿qué importa saber a quién perdió cuando sabemos muy bien qué
perdió y adónde lleva esa pérdida?
Diógenes que era el mayor cínico de la historia ya se sabe por qué lo era, le tocó vivir la época de las desgracias amorosas, pero no importa a quién perdió, si sabemos lo que perdió y cómo lo perdió.
Y yo te sueño con un eneagrama de corazones desengañados, con un Misterio neto, sin dioses y sin la vehemencia de la ilusión.
El vacío del corazón es el vacío del tiempo: no niegues más, por favor, tu ser emotivo. El corazón recuerda lo que pasó hace una semana pero la razón necesita más tiempo, pero ya no siente del mismo modo. No dejes el corazón a un lado de ti.
No es él el que está lleno de deserciones

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