jueves, 7 de febrero de 2008

la subjetivización a través de la lengua


lo dijo Cyrano:


El neutro, el neutro queda prácticamente fuera de nuestro lenguaje, salvo por el uso de algunos pronombres (eso, esto, ello), el artículo lo, y algunos adjetivos sutantivados mediante el uso de dicho artículo (lo bueno, lo malo, lo mío, etc)

El masculino plural en español sirve para designar normalmente a grupos de distitno sexo. No es el neutro, pero tampoco adquiere significación de masculino, ya que el español lo adopta como representación de un grupo. Así, podremos decir los padres del niño, para referirnos a padre y madre, pero en nigún momento nadie interpreta que no haya madre. Es así un mecanismo de economía del lenguaje, al ser aceptado por todos, y basar su base en el género y no en el sexo, en absoluto puede ser sexista.

Más lamentable que el caso de este plural, es el trato que se está dando a los sustantivos de género común. Es increíble como se tiende a "femininizar" todos ellos, cuando suenen ligeramente masculinos (ni siquiera mucho)... Presidente - presidenta, juez - jueza... demostrando el grado de estulticia de sus promotores.


lo dijo Andrómeda


Estimado cyrano:

Las estrategias de la no-mezcla son indispensables para estas cuestiones aunque un mundo no puede dividirse entre hombres y mujeres sin lugares de encuentro.
Las mujeres deben aplicarse a cambiar el contenido del discurso en función de las formas y las leyes de la lengua.

El discurso de las mujeres designa a los hombres como sujetos.
Las mujeres establecen relaciones con el entorno real, pero no lo subjetivizan como suyo.
En efecto, las connotaciones de su discurso se expresan sobre todo en los adjetivos, por ejemplo, y no en el predicado actualmente producido.

En este sentido cabe interpretar también otros indicios: las elisiones de yo y de ella, todas las estrategias de anulación del femenino como sujeto del discurso, el problema de la transformación negativa, etc.

Estoy de acuerdo con tu matización, el sexo no es lo mismo que el género. El género es más amplio, obedece a la diferencia en la vida sexuada y no exclusivamente reducida al sexo como reproducción, tal como nos dice Antígona.

Pero es conveniente que las mujeres sean más capaces de situarse a sí mismas como un yo, yo-ella(s), de representarse como sujetos y de hablar con otras mujeres.

Esto requiere una evolución subjetiva y un cambio en las reglas de la lengua.

El sexo es una importante dimensión cultural, el hombre ha querido dar su género al universo, como dio su nombre a sus hijos, a su mujer o a sus bienes. El peso de esta condición en las relaciones entre los sexos en el mundo, en las cosas, en los objetos, es inmenso.

No estoy por tanto de acuerdo contigo cuando quitas importancia a la subjetivización del género femenino, sería un retroceso o una regresión cultural no entender por qué ha sido necesario llegar hasta aquí.

Aparte de los bienes en sentido estricto que el hombre se atribuye, ha dado su género a Dios y al sol, pero también enmascarado en el género neutro, a las leyes del cosmos y al orden social o individual.

Y no estoy de acuerdo en decir que el género neutro no tiene importancia en el lenguaje, sobre todo el lenguaje designado por el género masculino.

El discurso y la lengua pueden utilizarse deliberadamente para obtener una mayor madurez cultural, una mayor justicia social.

En no considerar la importancia de esta faceta de la cultura reside precisamente lo que da tanto poder al imperio de la técnica como algo neutro, a las regresiones sectarias, a la desintegración social y cultural que experimentamos, a los diversos imperialismos monocráticos, etc.

Un abrazo.

Estimada Antígona:

hago honor a tu nombre, y en verdad se crea esa confusión siempre y hemos reducido por desconocimiento mas que otra cosa y por reducción cultural la diferencia de género a lo sexuado única y exclusivamente en lo que tiene relación con la capacidad de reproducción, o con la denegación de ésta. Para esto es para lo que ha servido utilizar el cuerpo de la mujer en los sistemas de intercambio por el hombre, y es una evidencia la reduccion por pasiva que se opera dentro de internet como mercado del sexo, lo cual me parece una aberración, no el uso o abuso en si mismo sino el sistema y el mercado, cada uno puede hacer con su cuerpo lo que le plazca pero es evidente que se ha desbordado de un modo exagerado, donde volvemos a sentirnos como objeto nuevamente.

Y precisamente está pasando esto por no tener en cuenta lo que anteriormente le decía a Cyrano, un cambio cultural en la evolución del lenguaje y de la sociedad. Una liberación real de la mujer que suponga una definición subjetiva.

La liberación sexual no puede llevarse a cabo sin cambios en las leyes lingüísticas relativas a los géneros. La liberación subjetiva requiere un empleo de la lengua no sometido a las reglas que sujetan o anulan (si es que esto es posible sin recurrir a la magia) la diferencia sexual.

En el discurso masculino como ya dije la cultura no deja de ser una naturaleza secundaria, arrancada de sus raíces corporales, de su entorno cósmico, de su relación con la vida. Esta relación sólo expresa denegación, y permanece en un perpetuo paso al acto inculto.

Por tanto, la dimensión sexuada es una de las más indispensables y no sólo para la reproducción, sino para la cultura y la conservación de la vida.

Muchas gracias Antígona y Cyrano por aportar vuestros enriquecedores comentarios.

Un abrazo, me despido con mi nuevo nombre, Andrómeda.



Sí, he elegido este nombre porque tiene relación más con la persecución y liberación de la mujer, y porque representa una constelación norte en los cielos.

Pasolosdias, tengo interés por ver esa película.Y Zarza, gracias por estar ahí y por todo.

Os envío un abrazo.

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