La ministra Salgado debería darse prisa y convencer a los dueños de EL PAÍS de que no tiene nada contra ellos, porque hay quien como UBS ya les ha hecho las cuentas, al estimar que "España no cumplirá el objetivo de estabilidad presupuestaria en 2012, ya que el déficit público no bajará del 4% hasta 2014, declarando a la vez que la salida española de la crisis no tendrá ni forma de V ni de U ni de W, sino lo más parecía a una raíz cuadrada (EXPANSIÓN pág 23). A este Gobierno presidencialista sólo se le ha ocurrido decir en voz alta que los ciudadanos deben comportarse solidariamente y admitir una subida de impuestos (del IRPF para la llamada clase media, sobre las rentas dl capital para los ahorradores y del IVA para todos). ¡Habrá que ser ingenuo para pedir en voz alta que uno pague más!. Cualquier historiador o sociólogo le diría a Pepiño Blanco, que se considera exagerado llamar rico a alguien que gana más de 50.000 euros, que lo que todos estamos deseando es defraudar al fisco. Visto desde Alemania, quien lea lo que dijo Blanco en ABC pág 15, del martes 8 de septiembre, pensará que lo mejor es meter sus ahorros debajo del colchón o llevarlos a Gibraltar o confiarlos a UBS en Suiza. Aunque esto último tampoco es seguro, porque Obama acaba de obligar a ese banco a desvelar la identidad de los depositantes norteamericanos que evaden sus impuestos mandando su dinero a Suiza.
La crisis económica se está transformando lentamente en profunda recesión que se autoalimenta, en una espiral cada vez más cerrada de paro-baja de la demanda interna-baja de la producción industrial-sequía crediticia-falta de inversión-desconfianza en el futuro. Y todo eso se llama depresión con deflación. Para ese futuro sólo tienen esperanza los pensionistas, los funcionarios, los pluriempleados y los mileuristas. Por el contrario, poca esperanza tendrán los bancos y cajas o la Agencia Tributaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario