lunes, 11 de febrero de 2008

la relación entre madres e hijas



lo dijo Pasolosdiasesperanzado


Ojalá llegue un día en que debates así sean historia. Los límites superados, los malentendidos ya imposibles por la claridad de que es un hecho además de un derecho.
¿Llegaremos a verlo, nosotros?
El progreso avanza a paso de tortuga -aunque hace siglos iba a paso de caracol.

Saludos reverentes.

lo dijo otredad

"Así ciertas mujeres alemanas, inglesas o americanas pueden, por ejemplo, reivindicar la igualdad en la posesión de bienes y marcarlos con su género"
Nunca había reparado en ello, y muy al contrario del feminismo que parezca defender tu post, me parece excelente que reclames una auténtica igualdad, la que nos incluya desde partes distintas de igual tamaño e importancia.

Ante todo somos humanos, sí, y como dice Pasolosdías, ojalá llegue el momento en que no sean necesarios estos "debates".

Un abrazo

Lo dijo andrómeda:

Hola Pasolosdias:

Hoy he estado viendo una película de Almodóvar, Tacones lejanos, y esta es una de las primeras que él hace en que vierte algo de la relación de amor y odio tan fuerte que existe entre madres e hijas.
Sin embargo este mundo afectivo entre mujeres está muy mal entendido.
En cambio cuando se trata de la relación entre padre e hijo todo está representado y protegido por el poder institucional y existe un amor más noble y una serie de lazos culturales y de parentesco que definen lo que se llama la genealogía patriarcal. Estos lazos amorosos entre el padre y el hijo están autorreferenciados a través de la cultura humana, tienen un gran valor, aunque no están exentos de conflictos dentro de ellos pero existen medios pacíficos de arreglo y solución.
Todo esto es de lo que está falta la mujer de crear, ella cree en su independencia pero no tiene un poder afectivo que la defina consigo misma y con relación a la madre está negada, tendrán que pasar generaciones.
Lo que digo puede parecer exagerado pero alguien debe tomar conciencia.

Hola Otredad:

Ya sé que vuelvo a este tema. Y mucho de lo que hay no es una identidad nuestra querida sino la que es querida por otros, por los sistemas de intercambios, y en tanto somos en esencia equivalentes y humanos, tampoco hay que buscar una diferencia en todo. Pero en estas referencias, en torno a la representación subjetiva y de la autoafección sí creo que debemos avanzar si queremos terminar con el maltrato, y hay lagunas pendientes.
Hoy se vende a través de la imagen también el lenguaje y todo, y no es cosa secundaria. Son medios de producción como pueden ser otros. Por tanto hay que tratar con ellos.
Hablo de la representación del cuerpo propio y de los afectos humanos. Tema del que poco he sacado en positivo. Y que siempre permanece inculto. Y que lo resolvemos casi por omisión siempre. Es decir como si no existiera, para ellos no tiene valor o si lo tiene es secundario. No quiero personalizar en nadie.
Para ellos solo tendría valor en tanto afecta a la genealogía masculina, al problema que hablaba al principio de generación y de valor institucional y social. Aquí es donde está el verdadero conflicto afectivo en el hombre.

Y la mujer no ha sabido entrar de lleno aquí, antes lo hacía por el matrimonio y ahora que se han liberalizado las relaciones ella queda como algo que tiene un valor secundario. Sólo en las relacioens entre madres e hijas se podría encontrar un valor de autorreferencia para ella misma.
Gracias por escucharme, si hay cosas que no me explico bien o soy malentendida, dímelo.

Un gran beso para los dos!

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