miércoles, 23 de julio de 2008

El crimen de Layo y Edipo-Rey


Layo

En la
mitología griega, el rey Layo (en griego antiguo Λάϊος, Láïos, «izquierda») de Tebas era un héroe divino y un personaje clave en el mito de la fundación de Tebas. Hijo de Labdaco, fue criado por el regente Lico, su tío abuelo, después de la muerte de su padre. Cuando se hizo mayor intentó ocupar el trono, pero sus primos Anfión y Zeto usurparon el poder. Layo fue expulsado de Tebas y el rey Pélope de Pisa, un reino vecino, le dio asilo.
El rey lo confió a su hijo
Crisipo y le pidió que le enseñase el arte de conducir caballos. Layo quedó prendado del joven y un día lo raptó y violó. Según una versión, Crisipo se suicidó por vergüenza infligida; según otra, Hipodamia, su madre, mandó a sus medio-hermanos que lo asesinaran. Al darse cuenta de lo ocurrido, Pélope arrojó sobre Layo la maldición de Apolo. En Grecia, luego se conoció como el "Crimen de Layo".
Después de la muerte de Anfión, Layo se convirtió en rey de Tebas y tomó como esposa a otra descendiente del linaje de
Cadmo y Harmonía, Yocasta. Durante años intentaron tener hijos, sin conseguirlo. Layo acudió al oráculo de Delfos pidiendo una solución. La respuesta del oráculo no le satisfizo: «Tu hijo matará a su padre y se acostará con su madre». Layo, prudente, guardó el secreto y no lo reveló a su mujer. Una noche, bajo los efectos de la bebida yació con su mujer, y engendró a Edipo. Para que no se cumpliera la profecía, Layo abandonó a Edipo para que muriera. Pero Edipo llegó a manos de los reyes Pólibo y Peribea (en algunos textos lleva el nombre de Mérope) de Corinto.
Años más tarde, Layo, que conducía un carro, se cruza con Edipo; el conductor le exigió de mala manera a Edipo que se quitara de enmedio, a lo que éste rehusó. En la pelea, Layo salió del carruaje y fue muerto a manos de su hijo.

Ishtar a dr. j
La maldición de Apolo cayó sobre Layo al este raptar y violar a Crisipo cuando era instructor de él, que era el hijo de un rey a quien se le confió su educación.
Layo después no puede concebir hijos con Yocasta pero un día el oráculo de Delfos le dice tambien su maldición, la de que tendrá que separarse de su hijo porque si no este le matará.
Pero todo proviene como vemos de la maldición que ya había recaído sobre Layo anteriormente por su crimen.
En realidad es así, es una cadena por el peso de las culpas que hemos contraído, a veces esto mismo es lo que nos separa de los seres que más queremos o quien sabe, la mitología tambien tiene sus razones.
En este caso, es curioso, sí, y tambien lo que tu ves reflejado en el mundo del sanidad, que es donde te mueves.
Y lo que dices de otras culturas. No existe esa acumulación, se vive realmente con lo necesario.
Un beso!!!

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