Sobre física cuántica ya he hablado en otra ocasión. Se puede decir lo siguiente, en cuanto a lo que respecta al conocimiento de la realidad y de la conciencia o mente: la mente puede actuar como un observador en acción pura, y se sabe que el cuerpo en us mayor parte es agua y que las moléculas de agua forman una multiplicidad de formas, a veces como mantras cuando está helada, ello hace que una materia sea atraída hacia otra; de ahí la mente también atrae hacia sí formas de agua y sustancias químicas, pero no se sabe realmente cómo está formada ni cómo actúa, pero es muy posible que sea una sustancia más de entre todas. Esta fuerza que tiene la mente para liberarse de las adicciones es lo que más me interesa (antiguamente se llamaba “alma”), y qué es el observador o la conciencia.
Se ha venido a demostrar que el cuerpo en su mayor parte es agua y que en cierta medida nosotros somos parte de un todo, segregamos sustancias químicas en el cerebro.
Lo que dice la física cuántica es que el pensamiento puede actuar sobre la materia, de hecho sobre el volumen de agua que somos influimos de esa manera en que creo -recreo- mi propia realidad, pues esta es parecida al volumen de las moléculas del agua y a la forma cómo éstas se mueven en la vida, mostrando una multiformeidad diversa y riquísima y unos dibujos a veces como mantras (se han reproducido fotografías del agua congelada y aparecen estrellas heladas en sus partículas más pequeñas o átomos).
De este modo también se han estudiado las adicciones que el ser humano siente en su vida, se ha intentado desde el cerebro buscar una realidad abstracta que pueda controlarlas.
Todo ello incluso escapa de la ciencia y de los límites que conocemos. Pero al menos la física cuántica viene a poner unas bases sobre el conocimiento de todo ello. No nos dice exactamente que existe “el alma” con evidencia pero sí que existen unas partículas tan pequeñas (más que el átomo) que no vemos y que se mueven con una multiformeidad infinitesimal.
De ahí también que se hable del “observador en acción pura”. La conciencia de lo real y de lo posible con todo es muy importante. La conciencia tiene un papel y es el del observador. En nuestra cabeza no hay nadie, sólo somos ochenta por ciento de agua en nuestro cuerpo y el pensamiento lo que hace es atraer formas distintas del agua y de nosotros mismos también.
Todo ello incluso escapa de la ciencia y de los límites que conocemos. Pero al menos la física cuántica viene a poner unas bases sobre el conocimiento de todo ello. No nos dice exactamente que existe “el alma” con evidencia pero sí que existen unas partículas tan pequeñas (más que el átomo) que no vemos y que se mueven con una multiformeidad infinitesimal.
De ahí también que se hable del “observador en acción pura”. La conciencia de lo real y de lo posible con todo es muy importante. La conciencia tiene un papel y es el del observador. En nuestra cabeza no hay nadie, sólo somos ochenta por ciento de agua en nuestro cuerpo y el pensamiento lo que hace es atraer formas distintas del agua y de nosotros mismos también.
Recomiendo que se vea la película: “Y tú qué sabes?!”
Sin negar un determinismo natural y científico, éste por el contrario sería en su sustancia y forma tan diverso que daría lugar a elegir entre múltiples y diversas posibilidades y ello también es atraído hacia así por el cerebro.
Entiendo que no soy experta en ciencias. Tal vez otra persona pueda aclararlo mejor que yo.
No se sabe pues si la sustancia del cerebro es igual a una molécula de agua y como tal ella misma puede atraer a otras moléculas, se supone que debe ser así, igual que otras realidades se atraen y se repelen entre ellas por fuerzas físicas. Pues el cerebro aun siendo y particpando de la misma sustancia que las demás cosas y realidades podemos encontrar en él un epsacio que nos libre de las adicciones que se sufren, algunas patológicas, y depende nuestra conciencia en ultimo extremo el poder liberarse de ellas.
Entiendo que no soy experta en ciencias. Tal vez otra persona pueda aclararlo mejor que yo.
No se sabe pues si la sustancia del cerebro es igual a una molécula de agua y como tal ella misma puede atraer a otras moléculas, se supone que debe ser así, igual que otras realidades se atraen y se repelen entre ellas por fuerzas físicas. Pues el cerebro aun siendo y particpando de la misma sustancia que las demás cosas y realidades podemos encontrar en él un epsacio que nos libre de las adicciones que se sufren, algunas patológicas, y depende nuestra conciencia en ultimo extremo el poder liberarse de ellas.
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