Merkel heredó una economía deflacionistas tras el pinchazo de una burbuja residencial y una crisis bancaria y la política acomodaticia del BCE en vez de utilizarse para sanear el sistema bancario se uso para huir hacia adelante haciendo banca de activos con elevados apalancamientos y financiando las burbujas en España e Irlanda. La tormenta perfecta estalló y la crisis bancaria germana se agravó. Su inflación subyacente está próxima a cero, el consumo privado está deprimido desde el año 2000 y el país vive de las exportaciones, por lo que tiene el mismo cuadro clínico que los japoneses, aunque la burbuja nipona fue desproporcionadamente más intensa que la alemana.
En este escenario, Merkel vuelve a optar por la vía japonesa y apuesta decididamente por la consolidación fiscal que es lo mismo que hicieron en Japón y en 1997 y provocó la deflación. Y al igual que en Japón, la recapitalización del sistema bancario germano ni está ni se la espera Cada vez que Merkel anuncia una nueva medida o critica las del resto, las bolsas y las rentabilidades de los bonos alemanes caen, por lo que la lectura es sencilla: los inversores esperan menor crecimiento y beneficios empresariales y menor inflación. La atención se centra en el diferencial del bono español con el alemán, lo cual es preocupante para nuestra querida España pero lo lamentable es que el bono alemán ya está próximo a un diferencial de 100 puntos básicos con el japonés y si esta mujer se lo propone el diferencial llegará a cero, por eso se está ganando a pulso el apodo de Miss deflación.
Merkel y su ministro de economía no conseguirían aprobar ni un curso de introducción a la economía en primero de licenciatura y veo a algunos economistas alabando sus medidas. Ten cuidado con ellos.
Jose Carlos Díez
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