B. de Miguel - Bruselas - 28/11/2010
La receta para devolver la calma a los mercados la han suscrito hoy en Bruselas por unanimidad los ministros de Economía de la Unión Europea. Y confían en que surta efecto dentro de unas horas, relajando la presión presión del mercado sobre la deuda pública de España y Portugal.
El éxito del bálsamo estriba en garantizar a los inversores que la deuda pública de la zona euro no es un producto de alto riesgo del que deben descontar por adelantado la hipótesis de una reestructuración. Aunque parezca mentira, ese estigma lo había aireado el principal socio de la Unión Monetaria, una Alemania que parece interesada en castigar el bono de los vecinos periféricos y en repatriar inversión hacia su sediento sector industrial.
¿Aplacará el mensaje la furia del inversor ante la incertidumbre sembrada por Berlín? Nadie pone la mano en el fuego. La propia vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, ha recordado al término de la reunión de los ministros europeos que la especulación es consustancial al mercado. Y ha evocado la fábula del escorpión, que mató a la rana que le ayudaba a cruzar al río. "Soy así", se justificó el arácnido, una frase que el sector financiero parece dirigir a las haciendas públicas que le sostienen desde 2008.
Bernardo de Miguel Renedo
Cinco Dias
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