por Jose Carlos Díez
La crisis de la deuda en los países periféricos vuelve a escena. Siempre te he contado que las crisis financieras son como los huracanes y su dinámica es impredecible por lo que de nuevo toca se prudentes. De nuevo la posición alemana, ahora apoyada por Francia, ha despertado el recelo de los inversores. Los alemanes proponen un procedimiento concursal de países en crisis en el que antes de apelar al Plan de Ayuda Europeo que ya ha sido aprobado haya un acuerdo con los acreedores privados y acuerden una reestructuración de la deuda con una posible quita.
Cosas que tiene la política, los principales acreedores de estos países son franceses y alemanes y sus gobiernos están proponiendo que en vez de ayudar con dinero del contribuyente, sean los propios inversores los que asuman la pérdida. El problema es que estas propuestas hacen que los inversores dejen de preocuparse por la rentabilidad de la inversión o el return on asset ROA y pasen a preocuparse de recuperar el principal sigue siendo el ROA pero ahora es return of asset. Si compras un bono irlandés cobras un 5% de cupón anual pero si hay reestruturación acabarás teniendo pérdidas y es lógico que los inversores intenten salir en estampida de esos mercados para proteger sus ahorros. Por lo tanto, el problema de Irlanda no es el ataque de los especuladores sino que está sufriendo una fuga de capitales. La ventaja es que el euro sigue pegado a los 1.40 contra el dólar y parece que ya no se contempla que la crisis en estos países provoque su ruptura.
El caso griego no tiene buena pinta. Tras casi un año de crisis y la asistencia del FMI y la UE los mercados siguen cerrados para los griegos, tan sólo pueden emitir a muy corto plazo y a tipos muy elevados. Por lo tanto, en estas condiciones es impensable que en un horizonte cercano el FMI pueda abandonar el país y cada día que pasa aumenta la percepción de que el proceso de reestructuración es inevitable. Suena muy feo pero los bonos griegos han perdido un 30% o 40% de su valor en mercado y se trataría de ajustar su valor nominal a su precio de mercado o alargar el plazo y bajar los tipos de interés comprometido a priori.
En Irlanda la deuda pública no es tan elevada como en Grecia y su economía tiene un nivel de renta y de competitividad mucho mayor pero el Gobierno ha socializado deuda bancaria aumentando la deuda pública en 40 puntos sobre PIB. El problema es que el aseguramiento es temporal y vence en 2011 y los inversores temen que también habrá reestructuración de deuda de sus bancos.
En Portugal no tienen tanta deuda pública como Grecia, ni tanta deuda privada bancaria como Irlanda pero llevan diez años digiriendo los excesos de endeudamiento, no han conseguido reducir su déficit exterior y su renta por habitante está próxima a la griega. Por lo tanto, los inversores dudan de su capacidad para crecer y exportar, especialmente ahora con un euro fuerte y le exigen reformas y un plan creíble de consolidación presupuestaria.
España sigue lejos de los niveles de tensión de estos países pero junto con Italia ha visto como sus diferenciales se ampliaban de nuevo hasta 200 pb en el plazo a diez años. Cómo te comenté, los inversores descartaron que España tuviese que apelar al FMI y a la UE pero tardarán mucho en recuperar la confianza por lo que también nos hemos visto afectados.
No obstante, hemos hecho los deberes. El Tesoro ha aprovechado la ventana de los últimos tres meses para emitir más de lo que necesitaba y ahora cuenta con 40.000 millones en liquidez en su cuenta corriente, dos tercios del déficit público previsto para 2011. Por lo tanto, tenemos los graneros llenos para aguantar momentos de tensión. Los bancos españoles también han provechado la ventana y han emitido más de 20.000 millones desde julio y han reducido significativamente su apelación al BCE. No obstante, de nuevo la ventana se ha cerrado y es impredecible saber cuando se abrirá por lo que todo apunta que volveremos a aumentar nuestra apelación al BCE.
Nuestra banca pasó el test de estrés y la apelación al FROB es ridícula si la comparas con el resto de países europeos por lo que estamos muy lejos del caso irlandés. Nuestra deuda pública sigue siendo baja y el objetico de déficit de 2010 se cumplirá por lo que estamos lejos del caso griego. Y nuestras exportaciones han recuperado niveles de 2008, hemos reducido el déficit exterior a la mitad, nuestra economía ex vivienda crece y crea empleo y estamos muy lejos del caso portugués.
Hoy el FT ha sacado un reportaje sobre Portugal firmado por el corresponsal en España en el que comparaba que tenía que hacer Portugal para librarse de la crisis como hizo España antes del verano. Los mercados de corto plazo bancarios, principalmente el de repos de deuda pública, han abierto líneas de operaciones en las cámaras de Londres y Fráncfort y eso explica que la tensión sea inferior a la que sufrimos en junio. Hoy el tipo del bono a dos años español cotizaba al 2.20% y antes del verano superó el 3%.
No obstante, esto no significa que no tengamos vulnerabilidades. Les dijimos a los inversores que reformaríamos el sistema de pensiones, alargando la edad de jubilación y el tema se ha estancado en el Pacto de Toledo. Parece lógico que el Gobierno busque el consenso en un tema tan delicado que afecta a más de ocho millones de españoles pero el PP no parece dispuesto a asumir la impopular decisión de congelar las pensiones para 2011. De nuevo conviene no impacientar a los inversores y urge un pacto de ambos partidos para sacar adelante el tema cuanto antes.
El otro foco de tensión son las finanzas de las CCAA. El Gobierno Central va a reducir su déficit público del 7.5% al 2% en dos años y los datos de recaudación confirman que el objetivo de 2010 se cumplirá con holgura. Las CCAA tienen necesidades de financiación creciente y no acceden a los mercados mayoristas lo cual genera muchas dudas entre los inversores. Hay elecciones municipales y autonómicas en 2011 por lo que o en el pacto de pensiones PSOE y PP unen un pacto de consolidación en CCAA o es difícil que reduzcamos ésta vulnerabilidad.
Otro episodio de tensión en los mercados y de nuevo en el caso español una oportunidad de compra de nuestra deuda pública para ganar dinero y ayudar a tu país especulando. En mayo la banca española se infló a comprar deuda y se forró y luego fue criticada. Ahora tienes una oportunidad para hacerlo tú aunque es posible que los diferenciales, sobre todo a corto plazo, empeoren aún algo más. Seguiremos contándolo.
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