lunes, 29 de noviembre de 2010

sistema de pensiones en España por Manuel Portela


Cuando David Taguas era director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno encargaba estudios a muy diversa gente, no siempre economistas académicos, y no siempre amigos para elaborar papers, no siempre para divertimento del Jefe de Gabinete de Moncloa. Ya saben que Moncloa es una especie de Gobierno bis donde trabajan varias decenas de personas en una estructura que replica todos los Ministerios, los de ingresos y los de gastos, replica incluso los Ministerios inútiles y los que han desaparecido por fusión o succionados por el desagüe. Por aquel entonces, junio de 2007 Taguas encargó a un par de sabios expertos que elaborasen un documento sobre el riesgo del mantenimiento del sistema público de pensiones definido por el reparto intergeneracional. Ángel Melguizo y Rafael Domenech elaboraron ese estudio que, luego sirvió de palanca propagandística en el debate del Pacto de Toledo. Y desde entonces ese informe titulado “”El sistema de pensiones de España“” ha ido dando tumbos hasta que el mercado de acreedores ha decidido que el Gobierno debería ya tomar una reforma drástica del sistema de reparto hacia el sistema de pensiones basado en la capitalización. O como quieren muchos en el sistema llamado “sueco” de pensiones públicas. Esa transición va a provocar un gasto adicional para que los pensionistas no sufran en exceso, mucho más de lo que el Gobierno les va a hacer pasar a los trabajadores de más de 50 años que todavía no se hayan prejubilado
Y luego quedan pechar con las expectativas de los jóvenes que según afirma el informe 2010 de la Fundación SM son jóvenes asustados por el paro (45,6%), la vivienda (28,7%) y la falta de futuro (21,6%). Mientras aumenta el paro las familias de clase media siguen enviando a sus niños a la Universidad hoy día según el Ministro Gabilondo la Universidad recibirá 385.000 nuevos estudiantes. Las familias de clase media siguen enviando a sus hijos a la Universidad porque esta es cuasi gratuita. Y lo hacen a sabiendas de que desde hace poco y para los próximos años los universitarios tendrán un exceso de formación para terminar ocupando empleos de FP. Económicamente la situación es un desperdicio y un abuso con los recursos, una transferencia de dinero desde los que pagan impuestos hacia las “manos muertas”. Y luego están la generación ni-ni que según la EPA del 2009 son más de 700.000 jóvenes menores de 34 años que ni estudian ni trabajan. Desde el primero de enero de 2008 se han destruido unos 1.278.200 empleos de menores de 31 años. Y ello no ha hecho más que ahondar la tendencia a la baja de los salarios y la caída de la capacidad adquisitiva de las familias.
Como la economía española no crece apenas, está estancada, los ingresos fiscales sin subida de impuestos apenas pueden cubrir las tres grandes necesidades de gasto social, el seguro de desempleo, el gasto en sanidad pública gratuita y el gasto en el mantenimiento del nivel PISA en la enseñanza media. Así que como muy bien dicen los brookers de la City, para pagar la deuda e intereses acumulados durante los quince años de burbuja algo habrá que hacer para dejar de pagar algo a los futuros jubilados cuya vida tanto dura.
Así que la política entera, hasta mayo del año que viene, va a bascular sobre la pregunta, ¿cómo y cuándo vamos a joder los que van a ser viejos?. Los economistas diríamos que los sociólogos de deberían estudiar las consecuencias del envejecimiento de las poblaciones de los países ricos. Este es el típico tema que atrae a todos los catastrofistas posibles: cuanto más negro se presente el futuro más fácil es que los académicos y especialistas, los consultores y vendedores de productos financieros puedan vender soluciones a los políticos. Cualquier programa para mejorar la calidad de vida de los ancianos/jubilados tiene multitud de efectos derivados, sobre el gasto sanitario y en pensiones, las políticas de incentivo de la natalidad, la regulación de la inmigración, las ayudas a las familias, la política del ocio.  Casi todas las soluciones propuestas son ilusorias: los “mayores” no quieren seguir trabajando, sino dejar de trabajar con las mejores pensiones posibles o bien prejubilarse; las parejas sólo querrían tener hijos si hubiera ayudas a las mujeres; la mayor parte del gasto sanitario será siempre consumido por los mayores de 65 años;  la viabilidad financiera del sistema de pensiones sólo será posible si se reducen las prestaciones o aumentan los tipos efectivos medios de las cotizaciones.  
Por debajo de estos debates está produciéndose un enfrentamiento entre generaciones que puede poner en valor el peso social de los jubilados/inactivos en detrimento de los jóvenes/activos. Unenfrentamiento visible en términos económicos: la estabilidad antes que el crecimiento; una política monetaria que produzca una inflación reducida y estable, mejor que aquella que genere una inflación que reduzca el valor de las deudas; una política que favorezca el aumento del gasto público de carácter social frente al ajuste presupuestario y el déficit “cero”; sistemas de pensiones públicas basadas en el sistema de reparto (solidaridad intergeneracional) frente a las privadas de capitalización; la fiscalidad de los rendimientos de los bonos frente a la de las acciones. Y dinero para combatir la inseguridad ciudadana. Quizás haya llegado el momentum de Rubalcaba para, en colaboración con la Ministra Salgado, hacerse con la Agenda de Poder de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos.
 Mientras Zapatero ha convocado para pasado mañana en la Moncloa  los 30 principales empresarios españoles para intentar convencerles de que aumenten la inversión estos mismos se disponen a aumentar el dividendo repartido a sus accionistas. Lo acaba de decidir Repsol. Y los empresarios de la CEOE, sin Díaz Ferrán ya admiten “cierta pereza a la hora de firmar los convenios colectivos pendientes en 2010″. Los unos y los otros conocen ya un sondeo realizado por el sociólogo José Félix Tezanos para la Revista Temas para el Debate que controla Alfonso Guerra y en la que se dice que el PP se situaría entre 13 y 15 puntos por encima del PSOE si se celebrasen ahora las próximas elecciones generales.
Menos mal que Scalextric quiere volver a fabricar en España porque “los salarios en China crecen al15% anual y la mano de obra va a dejar de ser críticamente competitiva”.

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