jueves, 22 de noviembre de 2007

no juzguéis al caminante



lo dijo Pasolosdias

Todo eso que dices sobre los zapatos me recuerda a un dicho oriental que tengo yo como lema:
Nunca juzgues al caminante y su camino, si no has recorrido su mismo camino con sus zapatos. O algo así.

Una reverencia para tí.


lo dijo
sylphides a pasolosdias


Vuestro sentido del equilibrio no presagia nada malo. Tal como eres ahora, aún te falta algún camino por andar. Para liquidar tu pasado, tus inocencias, precisarás de una iniciación al vértigo. Cosa fácil para quien comprende que el miedo, injertándose en la materia, te hizo dar ese salto del que somos algo así como el último eco. No hay miedo, sólo hay este miedo que se desenvuelve y se disfraza de instantes... que está ahí, en nosotros y fuera de nosotros, omnipresente e invisible, misterio de nuestros silencios y de nuestros gritos.

Apartándose de la línea de los seres, de los caminos trillados de la salvación, innova sin descanso para poder mantener su reputación de animal interesante.
lo dijo Pasolosdías

El vértigo y yo somos buenos amigos. Lo sufro, pero me hace vivir graciosos momentos. Sin él sería uno más, engullido por la aspiradora del sistema.
Al menos, cuando voy a trabajar y bajo las escaleras mecánicas para coger el tren, al hundírseme el suelo bajo los pies, soy consciente de que voy a trabajar, nunca hago nada sin pensarlo antes. Ahora mismo acabo de borrar una larga parrafada que no interesaba a nadie.

No tengo sentido de la inercia, el vértigo va siempre conmigo, pongo cuidado allá donde piso.


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