jueves, 27 de marzo de 2008

escuela presocrática y escépticos





Se entiende por filosofía presocratica la que incorpora las escuelas milesia, eleática, los sofistas y la escuela atomista, y su cronología va de 640 a. C. a 370 a. C.


Tales, Anaximandro, Anaxímenes, pertenecen a la escuela milesia.


Jenófanes, Parménidas, Zenon de Elea, Meliso, forman parte de la escuela eleática.


Pitágoras, Haráclito, Anaxágoras, Empédocles, no tienen una ubicación en una escuela, más bien se distinguen por ser los “precursores” del cosmos pues buscan el principio generador de todo lo que existe.


Leucipo, Demócrito pertenecen a la escuela atomista.


También caben señalar las escuelas que ya son contemporáneas o post socráticas que se llaman “cínica” que nace con Antístenes y se continua en Diógenes.


Y la escuela escéptica que nace con Pirrón. Se conoce su existencia a través de su discípulo Timón y, según cuenta, era tan radical en su postura que negaba que se pudiera llegar a los primeros principios de la deducción aristotélica. (Aunque no era tan radical como Antístenes que renunció a toda clase de filosofía.)


La doctrina de Antístenes es fragmentaria, aunque Diógenes Laercio informa que escribió extensamente. Se sabe que, como los eleáticos, negaba la realidad de las cualidades, puesto que implicarían que un determinado ser es y no es lo mismo al mismo tiempo. De Antístenes es la primer definición conservada del enunciado como "aquello que dice lo que algo es o era" (Diógenes Laercio VI, 3).


Antístenes escribió poco sobre ética, prefiriendo predicar el ascetismo y la simplicidad con el ejemplo. Defendió una teología negativa, afirmando que el dios no es como las cosas, y nada de lo que pueda decirse de ellas puede afirmarse de él. Aristóteles y Platón muestran poco aprecio por su filosofía, afirmando que era incapaz de comprender las sutilezas de la dialéctica.


Antístenes desencantado de la filosofía existente, perdió la fe en ella. En esa situación se hizo discípulo de Sócrates. Su entusiasmo por la disciplina socrática lo llevó a fundar una escuela en el santuario y gimnasio de Cynosarges; el nombre del lugar (probablemente de κυων αργος, kyon argos, "perro ágil") es uno de los probables orígenes para el mote de cínicos (en griego κυνικος, kynikos, "similar al perro"). Sus discípulos se contaban sobre todo entre las clases populares, debido a la simplicidad que predicaba. Su vestimenta —capa y báculo— se convirtió en el uniforme de la escuela.


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Andrómeda, ex-escéptica y perpleja

a ras del alma


Vives todavía al ras del alma, la cual, para expresarse, exige una lengua fiel a los reflejos, unida al instinto, no desencarnada.

miércoles, 26 de marzo de 2008

inadaptación a la vida



lo dijo andrómeda:


La nobleza del alma deriva de la inadaptación a la vida. ¡Cómo crecen nuestros
afectos cerca de los corazones heridos!


Me parece que podría descubrir fácilmente todos los secretos del mundo,
excepto el de su desarraigo.


Sólo reconozco existencia a los seres que no pertenecen ya al mundo.
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andrómeda

martes, 25 de marzo de 2008

lucidez y vitalidad amorosa

lo dijo andrómeda a pasolosdias:
La sinceridad, quien la practica no se expone al peligro como se cree comúnmente, sino que ya está en peligro, al igual que todo hombre que separa la verdad de la mentira.
La inclinación a la sinceridad es un síntoma enfermizo por excelencia, una crítica de la vida. Quien no ha matado en sí mismo al ángel está destinado a la desaparición. Sin yerros no se puede respirar ni tan siquiera un instante.*
Pero también como Marcel Proust enseña hablando sobre su Albertine, una mentira repetida muchas veces acaba siendo una verdad.
Es como ese refrán: "calumnia que algo queda", y esto ya me parece que es el colmo de la impostura y la malicia.
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Pero lo que sí es cierto es que la lucidez de Diógenes lleva al cinismo y que no hay cinismo que no se llegue a él por una pérdida de algún carácter amoroso, comúnmente.
Espero que este no sea tu caso, pues la mentira es signo de vitalidad, en cualquier caso.
¿Qué nos impide en la vida ser cínicos pese a que la razón nos empuja y nos obliga?¿Qué limita la impertinencia última del conocimiento?¿Nos acordamos aún del amor, generador de fecundos errores?
La mengua de lucidez es una señalde vitalidad del amor.
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Andrómeda

viernes, 21 de marzo de 2008

la razón, estructura de intelección

Para no sucumbir al riesgo de “masividad” y de percepción nómica que tiene la concepción de una “actitud natural” ante la vida, por el efecto de la presencia masiva y real de las actitudes primarias en la vida cotidiana hemos adoptado un concepto de “subjetividad” que se lleva hasta sus últimas consecuencias, hasta su “física” realidad.
Efectivamente por socialización primaria aprehendemos un mundo efectivamente dado, en la experiencia directa, como real y mundo nómico, es decir, ordenado y jerarquizado dentro de un lenguaje y de un conocimiento más o menos típico, de receta o formulario y que considera problemático todo lo que tiene un aspecto oscuro o fuera de la presencia nómica y efectiva de las cosas.
Este efecto de masividad y de percepción nómica genera un concepto de subjetividad indefinido, por ello hemos adoptado la última crítica que Javier Zubiri (Inteligencia y logos) hace a Edmund Husserl.
Siendo la estructura de la intelección distintos “modos físicos” de estar ante las cosas -o siguiendo el lenguaje que nos ofrece la psicología contemporánea, serían modos de asimilación física y de integración orgánica sobre la información que recibimos de las cosas (M. Merlau-Ponty, J. Miller).
De estos modos, la “razón” sería uno de ellos, como también lo es el “lenguaje” (el logos) y la “afección primordial”.
De esta forma el efecto radical que tiene establecer la “primera impresión” en cada uno de esos modos -pues la impresión primaria tiene así mayor riqueza de contenidos que en sus sucesivas actualizaciones, aunque éstas puedan ser luego más exactas o adecuadas con su realidad actual pero se adecuan sobre la base de aquélla impresión primordial.
De esta manera se postula un determinismo desde la primera y física percepción de una cosa, según sus modos físicos, es decir, se trate bien de un “sentir primordial”, bien de una “alteración lógica” por medio de relaciones o del lenguaje, o bien finalmente como una determinación fundamental de la “razón”.
Del modo cómo sea esta aprehensión primaria así se originan las posteriores, aunque a veces corremos el peligro de encerrarnos en un universo de sentido como en un “hortus conclusus” del modo que ello puede originar conductas desviadas de la realidad o distrofias, al escapar del sentir libre.
En cuanto al problema de la “objetividad” y de la “causalidad” del conocimiento no tiene otra entidad que la de ir situando los distintos modos de “estar” en la realidad. Se trataría de convertir una tipificación social en el proceso de sus unidades de conciencia subjetiva y en internalización de la conciencia.


El mismo proceso de la tipificación objetiva de la norma lo haríamos coincidir con los distintos niveles de la estructura intelectiva, que son la "afección primordial", el "lenguaje" (logos y relación) y la "racionalidad" (o fundamentación), en los procesos de comunicación entre realidad y mundo social, y entre las estructuras del lenguaje y la racionalidad.

El problema quizá está en la definición de los sujetos como algo separado de su objeto, tal ocurre en un racionalismo como el kantiano o como si al contrario no hubiese más objeto que percibir que la pura percepción, lo que ocurre en un subjetivismo.
Más bien hay que definir el sujeto como producto también de sus objetivaciones y, por tanto, como producto social (Peter Berger) y de la función ideológica del lenguaje (Adam Schaff) y de las tipificaciones sociales y la burocracia (Jack Goody). En este sentido su objeto es también una percepción real suya pero en tanto que real no es sólo del sujeto. También las leyes científicas obedecen a la posibilidad de orientación lógica, pero esta orientación depende de una acción de sentido y se origina en el sentir.
Por tanto, no hay sujeto y objeto sino unidad estructural de afección de sentir y realidad. Sabiendo que “la” realidad es un constructo, un concepto construido también y que de ella se toman sus notas percibidas en una unidad y en un momento de la aprehensión “actual” de lo real.
Tanto el criticismo racionalista, como el subjetivismo, como el realismo ingenuo, no acogen este sentido de la realidad, sino que toman las notas de la realidad respectivamente como “objeto”, o como “sujeto” bien como “cosas” cuando son cualidades sensibles.
De este carácter de actualidad van a derivarse conceptos tan importantes para la lógica de la argumentación como la “coherencia”, la “consistencia” narrativa y la “adecuación” a un proceso intelectivo.
La necesidad es un “valor” y una categoría lógica de actualización distinta que la obligatoriedad pero ambas son modos de actualización de la fuerza de la realidad. La obligatoriedad sería un modo de ulterioridad sobre la necesidad, toda norma de obligatoriedad tiene intrínsecamente una condición de necesidad -o “modal” de contingencia o posibilidad- pero no a la inversa.
Por ello cabe decir de un valor moral que puede ser un “hecho moral” desde el momento que se realiza efectivamente en la realidad y puede ser observado por todos como un hecho evidente de que estamos ante una pauta o un comportamiento que se constata, eso es para mí un hecho moral.
Otra cosa es que quiera hablar de un derecho o una moral que no se cumple, ahí no hay hecho. Sólo existe el hecho de su tipificación objetiva, pero como tal se ve que no es eficiente o por desuso se ha invalidado a sí misma.
Sólo desde una epistemología ingenua se puede creer que los hechos no pueden convertirse en valores y viceversa los valores no pasan a ser hechos. Otra cosa es que los operadores lógicos del lenguaje los usemos con distinta funcionalidad.
No es posible postular un mundo de hechos como diferente de un mundo de valores, es una falacia (otras veces se ha hablado de la falacia naturalista -Hume- pero su contraria también lo es), debido a una mala comprensión del modo en que opera el lenguaje valorativo (Searle, Frankena).


De los hechos solo se puede predicar la verdad/falsedad, está bien, es así. Pero Leibniz ya dejó constatado en esta lógica que siempre cabía la posibilidad de un “tercio excluso”, es decir de algo totalmente diferente por pertenecer al concepto de lo “indeterminado”. Pues bien ahí es donde se incluye esa realidad y ese concepto que permite hablar de algo, de una cosa, que no es ni verdadera ni falsa sino que está indeterminada, generalmente porque se trata de una tipificación social y depende de su valor de actualización social en la realidad, lo cual es de difícil determinación, a pesar de todos los adelantos tecnológicos y estadísticos con que contamos.
De este modo la razón deriva hacia lo “razonable”, depende de conceptos como la habituación o la frecuencia de un lenguaje.
Por otro lado, las normas “no” son enunciados de verdad o falsedad, sino enunciados que “accionan” algo, que están en función de la alteración de algo, que actúa como mandatos e imperativos.
De una norma no se puede decir que es verdadera, y esto es lo más seguro que quizás quiso decir Nieztsche con aquellas expresión. La norma se cumple o no se cumple, de ella sólo se puede enunciar su racionalidad, su fuerza de obligatoriedad, su validez normativa.
Lo que en ningún caso debemos hacer es decir que por que se utilizan determinadas categorías morales o jurídicas estas son necesarias y convenientes e incluso verdaderas. Más bien hay que partir de la justificación de los hechos (y de ahí mi rechazo del platonismo también y del idealismo y quiero que lo entienda y que justifique así que me extienda en el discurso). Más bien habría que partir del contexto social, cultural, personal donde se sitía la norma y ver si cumple el requisito de fundarla en un valor universalizable que justifique a la norma, y que haga posible que sea argumentable y comunicable el conocimiento de lo real y de su valor moral.

En cuanto a la "razón" usted no me da ninguna definición precisa, se limita a incluirla en el “logos”, lo cual me parece certero pero insuficiente. Y alabo su nivel de introspección filosófica como su intuición en la orientación del pensamiento hacia la historia.
Para que se construya el conocimiento de racionalidad es necesario que se cumplan los postulados de adecuación, coherencia lógica y conformidad con la realidad.
La racionalidad se puede construir no sólo por “logificación” sino por “modelización” de la realidad y usted debe saberlo para no caer vencido por cualquier positivismo o lógica del lenguaje.


La racionalidad se puede construir primero por “modelización” o por la presentación física, de la realidad -a través de estándares admitidos de conducta (taken for garanted), pautas orgánicas-, segundo, por “homologación” o logificación de la realidad y, tercero, por “postulación” o una determinación fundamental. Ambas modalidades se apoyan en tres aspectos de la realidad respectivamente: experiencia libre, sistematización libre y libre construcción.
Pero más que la fuerza de su propia coherencia lógica o de su sistematicidad es la fuerza de “la” realidad lo que está imponiendo una racionalidad u otra.
Por eso para mí es muy importante hablar de la fuerza de modelización de la realidad, y por eso usted me achaca en mi anterior alocución que haya eludido referirme al “lenguaje” para poder definir qué es la razón. El lenguaje es muy importante para la coherencia lógica de la razón no lo niego pero por ello mismo se corre el peligro de eludir la otra variable: la de la presentación física, la de la primacía radical de la realidad por “modelización”.


Es esto, la fuerza de la realidad, y no el lenguaje en sí -aunque también puede serlo éste por su fuerza institucional que no podemos olvidar-, lo que constituye la dinámica y la alteración constitucional de la racionalidad.
Es esto lo que da sistematicidad orgánica a un lenguaje, su fuerza de sentido psico-social y de validez normativa.

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Lo que sí efectivamente Nietzsche es en teoría, es un opositor del hedonismo ético, Y en este sentido que albergo aquí, Nietzsche, sí, lo considero un racionalista también, como tú dices, pero no porque haya construido una lógica del lenguaje, ni un sistema de filosofía, sino porque se da cuenta mucho antes que nadie de la clave psicológica y la fuerza por la que se mueven los movimientos sociales. Construye la realidad por “modelización”, es decir, por la presentación de su fuerza, y en cierta manera se da cuenta del “hecho institucional” y de la fuerza que tiene este hecho en la misma experiencia de los pueblos y en la reproducción de ella, así como de los movimientos que se sucederán después, en forma de revolución o de transvaloración ética.



En cuanto al problema de la libertad le digo también como le he dicho a Zenon lo siguiente:
La libertad sería una “ilusión”, pero una “idealización” al cabo posible, sí, así es como la veo yo, pues a pesar de nuestros condicionamientos, creencias, genética y ambiente, la realidad es tan múltiple de formas y siempre nos supera con sus leyes -llamémosle así-, que nos vemos obligados a “elegir” de alguna forma entre toda la vorágine aglutinadora que se nos ofrece.
Y ello es así aunque esta “elección” dista un tanto de ser una elección absolutamente libre y sin condicionante alguno. Casi siempre nos debemos a las impresiones primarias que tenemos de la realidad y a las que hemos aprendido en nuestra socialización primaria, o, al menos, debemos partir de aquí, de un conocimiento compartido y aprendido como “recetas” o en forma de historias contadas o modelos, en nuestra primera socialización. De nuestra libertad depende que lo cambiemos precisamente y que podamos alejarnos todo lo que sea posible de él para construir otros nuevos modelos más adecuados con nuestra percepción física de la actualidad.
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Andrómeda




Zenon de Citio, escuela del estoicismo

Zenon, de Elea y Zenón, el estoico.

También he recibido hoy constestación de Zenon, una respuesta profunda y considerada, acerca de Spinoza y también habla de la escuela eléata y la estoica y sobre que hay dos Zenon, uno es el alumno de Parménides y otro es Zenon de Citio que es el fundador del estoicismo.Voy a citarle ahora a él, a mi amigo Zenon, en su interesante alocución que viene a dar respuesta a todas nuestras conspiraciones acerca de la ética.
Me parece también acertado acercarnos una vez más al mundo ese de la culpa y de Spinoza:

lo dijo zenon:
Condenado a no acercarme a escasos codos de cualquier ciudadano de pro de la urbe de la filosofía, me atreveré a comentar los amables comentarios.
En primer lugar, como es de rigor ser agradecido, gracias por vuestros comentarios. A Chema, cuyo comentario me anima más de lo que el supone, y a Daven por el rigor con el que pelea conmigo y con Andrómeda. A Andrómeda especialmente, pues tu comentario atiende a la condena ética que mi texto implica, y no lo reduce a una metafísica o fenomenología o psicología, que también pretende soportar. Prometo leer tu texto sobre Zenón; pero una aclaración: cuando elegí para este blog, el alias de “zenon” pensaba en el eléata, no en el estoico Zenón de Citio, que supongo que es sobre el que versa tu reseña. Aunque, en el fondo lo que ocurre es que me gusta ese nombre, suena bien. Si lo escribo huérfano de tilde, es por diferenciarme de mi tocayo el eléata en algo; más humilde me quedo en minúsculas y sin acento (es medio broma, amiga mía.). Así que Daven, acierta en referirme precisamente al posible alumno de Parménides. Sólo en eso.
Creo que debo esclarecer mi relación con aquello que se llama filosofía, sea esta lo que sea –para cada cual, creo hay una acepción adaptada a sus intereses vitales- Intentaré ser breve: me licencie en eso en la Universidad de Barcelona hace más de veinte años. Es, decir ocupé parte de mi vida a leer lo que los llamados filósofos han dejado escrito. Gentes respetables todos, en la medida que su actividad no ha tenido, en general, remuneración que no sea en las especias de la vanidad y la soberbia. No todos, por supuesto. Pero el ser soberbio no invalida el razonar de nadie. Mi vida discurre lejos de ámbitos académicos. No sé cuando ocurrió, pero a partir de un momento preferí filosofar por mis medios (y con toda mi mochila de filosofemas, aprendidos a mucha honra) que seguir estudiando filosofía (cosa que siempre se acaba haciendo...)
Me dicen que me ponga al día, con el argumento de que los eleatas, al fin y al cabo, pretendían sólo negar la realidad. ¿La Realidad? Esa es crítica que supongo que se hace desde el convencimiento de saber qué es la Realidad. En qué consiste tal cosa, de qué materia está hecha, qué leyes la rigen, si es una o diversa, etc. Parece que mi amable comentarista ha dado con la Verdad. Espero afanoso me indique donde se compra una kilo de Verdad de esa. Hace años abandoné cualquier pretensión de erudición. Sin rechazarla, pues tienen mi admiración quienes en ella porfían. Así, pues, si se me saltó la lección de la verdad verdadera, indíquenme, por favor, donde se encuentra. Me pondré, verás al día, al menos en el siglo veinte, con Wittgenstein. Tras dos mil quinientos años, concluye que es mejor no hablar de lo que no se puede: ¡y eso engloba, precisamente, mentada Realidad!
¿Es el noúmeno la “Realidad”? ¿La fenomenología es una estupidez? Recurriendo al eléata: el movimiento se muestra andando...pero andando NO se demuestra, como bien sabéis. Lo siento, pero el sentido común, sigue siendo esencial en el pensar. A pesar de lo que decía Aristóteles del mismo. Mucho seuidor de Russell, corre por acá. Pero, a mí, que tengo casi olvidada la filosofía que aprendí, me parece una renuncia mayor negar el problema del Ser, que renunciar, como sensatamente Ludwig propone –aunque puedo no hacerle repajolero caso, pues me quedaría en exceso aburrido- ha hablar del mismo.
Por cierto, hablando de Federicos, gracias a quienes han comentado tan amablemente el poema que le dedico aquí. Era un homosexual, es cierto convencional; me he tomado alguna licencia...poética claro. Pero con cariño.
Y del otro Federico, Nietzsche, quisiera decir que es un creador de valores: sustituye unos con otros. Los de la tierra, frente a los del cielo (aunque ya sabéis que en él todo es metáfora, todo encierra un enigma.. Lo digo como me place, pero ¿a qué se me entiende? Dijo que tardarían cien años en comprenderle, y se quedó corto, veo. A veces creo que nos hemos caído del puente que llevaba al superhombre y somos tan necios que presumimos de ello. Sólo a veces.
Personalmente creo que es lícito seguir filosofando absolutamente sobre todo y con las herramientas que cada cual escoja. Más, pienso, cual pesimista que soy, que sólo nos queda la poesía y el misticismo. No es que nos vayan a descubrir la “verdad” o la “realidad”, simplemente es que son mas majas y, sobretodo, tienen una enorme capacidad creadora. La mirada poética genera colisiones creadoras. Hace tiempo que renuncie a habitar los mundos de la certeza. Fui expulsado al fantasmagórico mundo de las sugerencias.
¡Ay, Spinoza! ¿Sabéis? Lo mejor de su ética es su metafísica. Por ella empieza su Ethica More Geométrico. Manda huevos. Discutir, por muy ordenadamente, sobre la materia y sus atributos, para fundamentar una moral, es discutir de metafísica ¿Le diríamos a Baruch que estaba dieciséis siglos atrasado, por usar terminología aristotélica? Tengo una deuda con Spinoza. Hace mucho años, me refugié en una mansión que hay en la misma playa mediterránea de Torredembarra, Era, entonces un lugar bellísimo. Un palacete burgués, de corte isabelino al que la gente del lugar llama “la casa de las palmeras”, pues está rodeado de ellas. El mar batía todo el día a escasos metros de mí. Y el mar se convirtió en la sublime metáfora de las conjeturas que leía sobre la única substancia y sus atributos. De pronto se me hizo tangible, era el mar y las olas. Somos olas de un único mar.. El permanece, nosotros nos movemos, nos dirigimos ¿a dónde? La metáfora dotaba de sentido a la pretensión geométrica Sugerencias, sugerencias...
La serie “Frutas de la Razón Triste” la escribí hace ya más de quince años. Solo es un esbozo que recupero ahora, y publiqué en este blog sin saber si lo retomaría. La razón es subsidiaria de la biología, paridora de la moral al servicio oculto de la especie. En este sentido la razón traiciona al individuo, en tanto le utiliza con engaño..la poesía hace los contrario...con engaño también.
Es que me gustan los acertijos.
Un beso muy fuerte a todos.
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Véase este artículo sobre Zenon:
Zenón de Citio, el estoicismo


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Andrómeda

Spinoza

Su ética se inscribe en una variedad de las denominadas éticas teoleológicas. Establecen que las acciones humanas han de juzgarse de acuerdo con el télos, fin o meta, y ello no implica necesariamente que este fin consista siempre en el placer, bienestar o felicidad.
Baruch Spinoza (1632-1677) parte de un hedonismo psicológico, declarando que es ley uiversal de la naturaleza humana que nadie descuide aquello que le parece bueno, a no ser por la esperanza de mayor bien (Tratado teológico político), lo cua adquiere no obstante tintes pesimistas que le aproximan al puritanismo kantiano, como cuando afirma que “cada cual está preso de su propio placer”.
En cualquier caso, el planteamiento spinoziano difiere notablemente del de Kant, por cuanto comparte las tesis de los ilustrados griegos que le precedieron y de los pensadores posteriores a él, herederos de la ilustración francesa y escocesa.
Afirmará así mostrando una inquebrantable fe en la capacidad de empatía y solidaridad de los seres humanos que “la verdadera fecidad”, la beatitud, consiste sólo en el goce del bien y no en la satisfacción de todos los restantes. Si alguno se juzga más feliz porque tiene privilegios de que están privados sus semejantes y porque se vio favorecido por la fortuna, ignora la verdadera felicidad, la beatitud” (Tratado teológico político, cap. III).
Lo que se trae en juego la humanidad es, precisamente, para Spinoza, conseguir prevenir y evitar las pasiones insolidarias y expandir las solidarias de modo que se prefiera la utilidad de todos a las ventajas particulares.
La diferenciación que establece entre siervo, hijo y súbdito radica justamente en que el siervo sólo atiende a los intereses del poderoso y el hijo sólo obedece a la autoridad paterna, mientras que el súbdito hace “lo que es conveniente para el interés común y por tanto para él”.
Dondequiera que miremos desde las utopías renacentistas hasta los anarquistas clásicos, nos tropezamos insistentemente con esta proclamación casi universal: busquemos el goce solidario, gocemos con el goce ajeno.
Desde Platón, Aristóteles o Cicerón en la Antigüedad clásica hasta nuestros días: la felicida colectiva es compatible con la libertad y la excelencia individual. La generosidad es el puente que ofrece regalos y da sentido y plenitud a la vida.
Como afirma explicítamente Nietzsche -en teoría oponente radical del hedonismo ético-, “yo amo a aquel cuya alma se prodiga y no quiere recibir agradecimiento ni devuelve nada; pues él regala siempre y no quiere conservarse a sí mismo”.
El alegato de Spinoza a favor de la pasión generosa en ética es el que indica que “la felicidad no es un premio que se otorga a la virtud, sino la virtud misma y no gozamos de ella porque reprimamo nuestras concupiscencias sino que al contrario podemos reprimir nuestras concupiscencias porque gozamos de ella” (Spinoza, Ética, proposición XLII).
Es precisamente esta generosidad en el goce compartido que tanto algunos autores contemporáneos tanto neokantianos como neoutilitaristas han dado en marginar bajo el rótulo de deberes supererogatorios (es decir, excesivos y no exigibles), lo que confiere a las éticas teleológicas clásicas su mayor atractivo.
Pensemos si no en Hölderlin (1770-1843) y en su mensaje transmitido con hondura y belleza: “Me gusta imaginar el mundo como una vivienda familiar en que cada cosa, sin siquiera pensar en ello, se adpata a las demás, y donde cada uno vive para el placer y la alegría de los otros precisamente porque así le nace del corazón”. O en otro autor muy distinto como Malatesta (1853-1932), quien proclamará que cada ser humano sabe que los interes individuales se hallan diectamente insertos en las instituciones sociales decide obrar de acuerdo con el principio de la mayor felicidad para el mayor número.
La polémica más popular en el ámbito de la ética normativa es la que tiene lugar entre las corrientes teleológicas y deontológicas, al parecer arrinconadas las vetustas disputas entre éticas formales o materiales, éticas de bienes y de valores, nomenclatura que ha caído en desuso.
En un sentido amplio toda ética que se encuentre debidamente inmunizada y saneada de elementos espúreos y ajenos a la filosofía está llamada a ser una ética teleológica o, por lo menos, una ética consecuencialista (una variedad contemporánea del teleologismo ético clásico) que toma al ser humano, su bienestar y su desarrollo como fin o meta, y que, por supuesto, presta consideración a las consecuencias globales que se derivan de las acciones.
Algunos autores de nuestro entorno, como José Ferrater Mora, Quintanilla o Mosterín, se han declarado partidarios de las éticas teleológicas.
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Andrómeda

La falacia naturalista



Debemos al filósofo escocés naturalista Hume la original idea de la "empatía", en su Tratado de la naturaleza humana, a causa de su famoso pasaje del es-debe (Is Ought passage) donde se critica el tránsito de lo que es, más allá de los conocimientos humanos, a lo que debe ser; pues bien para Hume esto depende de nuestros sentimientos universales de "empatía", mediados por el punto de vista del espectador imparcial.
Por una parte con Kant se denuncia el naturalismo como lo había hecho Hume y después lo hará Moore que también en ello se siente deudor de Kant aunque Moore es intuicionista es decir no admite que lo bueno pueda ser descubierto o demostrado segun reglas científicas o probado sino que es una verdad "autoevidente" o intuitiva. Por ello muchas veces podremos encontrarnos con hechos diferentes y contradictorios y ambos ser correctos porque exponen diversos puntos de vista o diversas actitudes morales.
Posiblemente sea propio del hombre civilizado una “vida buena” en la que se satisfagan las demandas más elevadas del espíritu, una vida en la que los valores estéticos tengan el puesto más destacado.
Pero Moore se declara vinculado a su precursor Kant en el modo en que se hace esa escisión entre el mundo de los hechos y el de los valores, para ambos es preferible la construcción de un mundo mejor.
Pero también aqui su error estriba, como en Kant, en tratar de desvincular de lo natural el ámbito de la ética cuando la misión de la ética es desarrollarlo y mejorarlo, no ignorarlo.
La cuestión a debate radica precisamente en determinar en qué consite mejorar el mundo y cuál es el mundo mejor, sobre qué base podemos justificar nuestras afirmaciones acerca del mejor y el peor de los mundos.
La impronta de Kant en el siglo XX no tuvo lugar sólo a través de Habermas o Rawls, sino de un modo particular y particularmente nocivo a través de G. E. Moore con su insistencia en la autonomía de la ética respecto a la naturaleza, deseos humanos, etc. acusando implacablemente a quienes intentaban el paso prohibido de incurrir en la supuesta falacia lógica que él denominó “naturalista”.
Sólo basándose en una epistemología muy ingenua es posible postular un mundo de hechos como diferente al mundo de valores. Como Searle y Frankena entre otros demostraron con inteligencia, la propia falacia naturalista de Moore no es sino una falacia, debido a una mala comprensión del modo en que opera el lenguaje valorativo.
Ha sido una de las más importantes representantes de las éticas de las virtudes precisamente, Philippa Foot, quien ha explicado de forma acertada, inteligible y convincente la relación que existe entre los términos que utilizamos en nuestras valoraciones morales y los hechos de la vida cotidiana, al tiempo que ha resaltado que todas nuestras valoraciones, incluso las no morales, penden de hechos a los que nos referimos cuando recomendamos, elogiamos o repudiamos alguna conducta o persona. La estrategia de Philippa Foot es proceder al análisis de términos valorativos que empleamos para referirnos a virtudes puramente prudenciales, o términos con los que indicamos nuestra valoración de determinadas situaciones.
Es ya un lugar común considerar que Hume en su Tratado de la naturaleza humana fue el antecesor de Moore en su denuncia de la falacia naturalista como ya he indicado a causa de su famoso pasaje del es-debe (Is Ought passage) donde se critica el tránsito de lo que es, más allá de los conocimientos humanos, a lo que debe ser que para Hume depende de nuestros sentimientos universales de empatía, mediados por el punto de vista del espectador imparcial.
La valoración de la denuncia de la falacia naturalista por parte de Moore no puede ser por tanto ni enteramente positiva ni del todo negativa.
En más de un sentido es inteligente y sagaz con su crítica a la ingenuidad naturalista de quienes confunden lo que se puede hacer con lo que se debiera hacer pero sus críticas al hedonismo no son excesivamente acertadas y adolecen en general de un platonismo anacrónico que quiere ver detrás de cada palabra un referente natural o no natural, olvidando de que los términos no aluden necesariamente a objetos sino muchas veces o casi siempre a relaciones sujeto/objeto.
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Andrómeda

Comunicación y lenguaje, Wittgenstein

He recibido respuesta de Daven a lo que él llama mi refutación sobre la razón. Está aquí, tan esperada pero a tiempo:
lo dijo Daven
Caso práctico: Refutatio
Sujeto: Andrómeda
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Estimada señorita:
Intentaré avanzar en orden por su texto, escapando de lo que, en mi opinión, no es relevante.
1. "A lo que yo le respondí sobre la contradicción que se creaba en Spinoza entre la razón y la libertad del hombre que era determinada por leyes universales y cómo él mismo hablaba de la arbitrariedad de los valores" Una respuesta que intenta poner en crisis una cuestión trivial en Spinoza. De manual de filosofía. Posiblemente no encuentre en éste más que el elemento crítico y no, como en todas las paradojas de Zenon, su resolución mediante cálculo infinitesimal. Antítesis: Libertad y Servidumbre, dos contrarios ligados por un concepto ¿Cúal? El condicionamiento. Cuanto más condicionamiento tiene un sujeto menor es su libertad. El hombre, animal del planeta tierra tiene, por supuesto, unos condicionamientos a priorísticos: No tiene alas, no puede volar, todo su cuerpo está configurado para resistir una presión de 1 atmósfera, por lo que en condiciones de mayor o menor presión se deteriora. Estos condicionantes inevitables devienen de las leyes de la naturaleza que configuran el hombre en su habitat. ¿Qué hace al hombre más libre? El conocimiento y la lucha contra los condicionantes sociales: Etnia, Género, Creencias, Status económico. El conocimiento, pues nos hace más libres, frente a la realidad social histórica que nos toca vivir y en tal modo se ha de ubicar el aserto de Spinoza. (Método aplicado: Synoceiosis) Ejemplo en Spinoza Ethica Proposición XXVII,XXX, XXXV, Parte II.
2. "Me debo permitir empezar haciéndo la afirmación de que se trata de una "ilusión" creer que la razón existe sólo dependiente del entendimiento humano y aislada de resto de las leyes universales y ese fue el error que cometió Spinoza al igual que su predecesor Descartes. Y que después cometería Kant al postular que la razón puede aislarse en el “objeto” fuera del sujeto, lo que vendría después Husserl a enmendar."
Observamos una retahíla de nombres para terminar en la fenomenología. Falta una variable importante, la comunicación, siguiendo los aspectos de toda fenomenología se diría que hay un duelo entre objeto y sujeto en la observación y que en este duelo no hay más que elegir entre uno u otro lado. Falso. Si somos capaces de comunicar aquello que observamos a semejantes, mediante un lenguaje debidamente convenido y sin ambigüedades, obtenemos un juicio común. Que este lenguaje compartido exprese la multiplicidad de hechos que podemos transmitir compone una relación de homeomorfismo entre Realidad y Pensamiento transmisible. Evidentemente los elementos de razonamiento se encuentran como reglas en el lenguaje compartido: modus ponens, modus tollens et all (Figura utilizada aetiología) Ejemplo en Spinoza: Ethica Proposicion XXXVIII Parte II.
3. "Sí pueden existir “hechos morales”. Lo que pasa es que Nietzsche juega con las palabras, pues él es un gran prestidigitador de las palabras y especialmente en convertir valores morales en hechos." Falso por pura inspección del razonamiento, llega desde A a no A, de forma completamente artificiosa. ¿Ha leído de verdad el Ocaso de los Ídolos? Nietzsche frente a todo lo que digan generaciones de filósofos mediocres era racionalista y su mayores influencias son Spinoza y Lichtenberg (Falacia: ad absurdum).
Después de estos tres casos, abordaré consideraciones generales. No puede haber progreso sin transmisión de hechos constatados y reales. Para ello es necesario la adopción de uno o más lenguajes que tengan en común dos cosas: Expresividad y coherencia. Por expresividad defino el concepto de que permite la expresión de una multiplicidad de hechos referidos a lo observable y por coherencia que sus reglas no arrojen inconsistencias, es decir que de A no se pueda llegar a no A.
Usted ha abandonado la variable oculta: Lenguaje. Por ello está abocada a todas las inconsistencias paradójicas de los lenguajes privados (Investigaciones Filosóficas L.W) y, finalmente, al solipsismo.
El planteamiento histórico de la Razón, déjeme llamarlo "logos", durante el siglo XVII y XVIII, resultó ser completamente inútil, salvo en Spinoza que no la cuestionó. ¿Por qué es así? Porque sin leyes lógicas que forman parte de los lenguajes no es posible juzgar algo como contingente o inmamente. El proceso, cuyo juez es "el logos"?, cuyo jurado son "los dioses mayas"? y cuyo fiscal y defensa es el propio "logos"?, responde en su figuración a un acusatio inmerecido cuyo dictamen culpatorio ha de ser recurrido ¿a quién? al propio "logos".
Y esto no tiene fin. Aceptemos que el "logos" es trascendente (TLP L.W.), lo cual hace que nuestras ideas adecuadas puedan ser corroboradas mediante la transmisión lingüística. En otro caso, me dedicaría a la hechicería, es decir, sacar ventaja de la ignorancia de la gente.
Suyo, dispuesto a ver Fausto (F.W. Murnau)
Lord Gordon Byron, el que no lee manuales, solo autores.

sobre física cuántica



Sobre física cuántica ya he hablado en otra ocasión. Se puede decir lo siguiente, en cuanto a lo que respecta al conocimiento de la realidad y de la conciencia o mente: la mente puede actuar como un observador en acción pura, y se sabe que el cuerpo en us mayor parte es agua y que las moléculas de agua forman una multiplicidad de formas, a veces como mantras cuando está helada, ello hace que una materia sea atraída hacia otra; de ahí la mente también atrae hacia sí formas de agua y sustancias químicas, pero no se sabe realmente cómo está formada ni cómo actúa, pero es muy posible que sea una sustancia más de entre todas. Esta fuerza que tiene la mente para liberarse de las adicciones es lo que más me interesa (antiguamente se llamaba “alma”), y qué es el observador o la conciencia.


Se ha venido a demostrar que el cuerpo en su mayor parte es agua y que en cierta medida nosotros somos parte de un todo, segregamos sustancias químicas en el cerebro.
Lo que dice la física cuántica es que el pensamiento puede actuar sobre la materia, de hecho sobre el volumen de agua que somos influimos de esa manera en que creo -recreo- mi propia realidad, pues esta es parecida al volumen de las moléculas del agua y a la forma cómo éstas se mueven en la vida, mostrando una multiformeidad diversa y riquísima y unos dibujos a veces como mantras (se han reproducido fotografías del agua congelada y aparecen estrellas heladas en sus partículas más pequeñas o átomos).


De este modo también se han estudiado las adicciones que el ser humano siente en su vida, se ha intentado desde el cerebro buscar una realidad abstracta que pueda controlarlas.
Todo ello incluso escapa de la ciencia y de los límites que conocemos. Pero al menos la física cuántica viene a poner unas bases sobre el conocimiento de todo ello. No nos dice exactamente que existe “el alma” con evidencia pero sí que existen unas partículas tan pequeñas (más que el átomo) que no vemos y que se mueven con una multiformeidad infinitesimal.
De ahí también que se hable del “observador en acción pura”. La conciencia de lo real y de lo posible con todo es muy importante. La conciencia tiene un papel y es el del observador. En nuestra cabeza no hay nadie, sólo somos ochenta por ciento de agua en nuestro cuerpo y el pensamiento lo que hace es atraer formas distintas del agua y de nosotros mismos también.




Recomiendo que se vea la película: “Y tú qué sabes?!”


Sin negar un determinismo natural y científico, éste por el contrario sería en su sustancia y forma tan diverso que daría lugar a elegir entre múltiples y diversas posibilidades y ello también es atraído hacia así por el cerebro.
Entiendo que no soy experta en ciencias. Tal vez otra persona pueda aclararlo mejor que yo.
No se sabe pues si la sustancia del cerebro es igual a una molécula de agua y como tal ella misma puede atraer a otras moléculas, se supone que debe ser así, igual que otras realidades se atraen y se repelen entre ellas por fuerzas físicas. Pues el cerebro aun siendo y particpando de la misma sustancia que las demás cosas y realidades podemos encontrar en él un epsacio que nos libre de las adicciones que se sufren, algunas patológicas, y depende nuestra conciencia en ultimo extremo el poder liberarse de ellas.

jueves, 20 de marzo de 2008

madres e hijas




Las dificultades de las mujeres para lograr que se reconozcan sus derechos sociales y políticos se basan en esta relación entre biología y cultura, sobre la que nunca se ha pensado lo suficiente.
Rechazar hoy en día toda explicación de tipo biológico -porque la biología, paradójicamente, haya servido para explotar a las mujeres- es negar la clave interpretativa de la explotación misma.




Ello significa también mantenerse en la ingenuidad cultural que se remonta al establecimiento del reino de los dioses-hombres: sólo lo que se manifiesta con formas de hombre es hijo divino del padre, sólo lo que presenta un parecido inmediato con el padre es legitimable como hijo portador de valor. Los deformes y los atípicos se ocultan con vergüenza. Las propias mujeres deben habitar la noche y la casa, entre velos y despojadas de su identidad por no ser una manifestación de las formas correspondientes a los cromosomas sexuados masculinos.




Así pues para obtener un estatuto subjetivo equivalente al de los hombres, las mujeres deben hacer que se reconozca su diferencia. Deben afirmarse como sujetos portadores de valor, hijas de madre y de padre, respetuosas del otro en ellas y exigiendo de la sociedad idéntico respeto.




Pero todo el marco de su identidad está por construir, o reconstruir. Me gustaría indicar aquí algunos sencillos ejemplos para fomentar las relaciones de identidad entre madres e hijas, el espacio menos cultivado de nuestras sociedades. Así es, ya que se encuentra doblemente excluido de las culturas patriarcales, pues la mujer es rechazada como mujer-sujeto, y la hija no recibe un reconocimiento paritario como hija-sujeto. Los valores dominantes en nuestras culturas son los que manifiestan visiblemente su pertenencia al género masculino.




¿Cómo salir de este engranaje endiabladamente riguroso del orden patriarcal falocrático? ¿Cómo dar a las hijas la posibilidad de un espíritu y un alma? Eso puede realizarse gracias a la existencia de relaciones subjetivas entre madres e hijas. Ofrezco aquí algunas sugerencias prácticas para cultivar este tipo de relación:




1. Volver a aprender el respeto a la vida y a los alimentos. Ello significa reencontrar el respeto a la madre y a la naturaleza. Con frecuencia olvidamos que las deudas no se pagan sólo con dinero y que no todos los alimentos pueden comprarse. Este punto, que concierne también, como es evidente, a los hijos varones, es imprescindibe para las mujeres si quieren redescubrir su identidad.


2. Es conveniente colocar hermosas imágenes (no publicitarias) de la pareja madre-hija en todas las casas y lugares púbicos. Resulta patógeno para las hijas encontrarse siempre ante representaciones madre-hijo, especialmente en la dimensión religiosa. Propongo, por ejemplo, a todas las mujeres de tradición cristiana que coloquen en las habitaciones comunes de sus casas, en las de sus hijas y las de ellas mismas una imagen que represente a María y a su madre Ana.




Existen en esculturas y pinturas fáciles de reproducir. Les aconsejo también exponer fotografías en las que figuren al lado de su(s) hija(s), e incluso de sus madres: madre, padre e hija. Estas representaciones tienen como meta dar a las hijas una figuración valoradora de su genealogía, condición indispensable para constituir su identidad.


3. Propongo a las madres suscitar ocasiones de emplear con su(s) hija(s) el plural femenino. Pueden también inventar palabras y frases para designar las realidades que experimentan e intercambian, pero para las que no poseen un lenguaje.




4. Es igualmente necesario que madres e hijas descubran o fabriquen objetos intercambiables entre ellas para definirse como un yo -nosotras- y un tú femeninos. Digo “intercambiables” porque los objetos que se pueden compartir, fraccionar, consumir en común pueden prolongar la fusión. Los únicos asuntos que habitualmente intercambian las mujeres son los referidos a los niños, a la comida, y, a veces, a su arreglo personal o a sus aventuras sexuales. Pero ésos no son objetos intercambiables. Y para bien hablar de los otros y de sí mismas, es útil poderse comunicar a propósito de las realidades del mundo, poder intercambiar alguna cosa.


5. Sería útil que las madres enseñaran muy pronto a las hijas el respeto a la diferencia no jerárquica de los sexos: él es él; ella es ella. El y ella no se reducen a ser funciones complementarias, sino que corresponden a identidades distitnas. Mujeres y hombres, madres y padres, hijas e hijos, poseen formas y cualidades diferentes. No pueden ser identificados sólo por sus acciones y sus roles.




6. Para establecer o prolongar las relaciones consigo misma y con el otro es indispensable disponer de un espacio. A menudo, las mujeres quedan reducidas a los espacios internos de su matriz o de su sexo, en la medida en que estos son útiles para la procreación y el deseo de los hombres. Es importante que dispongan de un espacio exterior propio que les permita moverse de dentro afuera de ellas mismas, de experimentar su condición de sujetos libres y autónomos. ¿Cómo conceder una oportunidad a la creación de este espacio entre madres e hijas? Veamos algunas propuestas:




a) Sustituir, siempre que sea posible, las magnitudes artificiales por las magnitudes humanas.


b) Evitar alejarse de los espacios naturales, cósmicos.


c) Jugar con los fenómenos que produce el espejo y los de simetría y asimetría (especialmente derecha-izquierda) para reducir la proyección y la anulación en el otro, y los fenómenos de indiferenciación con el otro, ya sea la madre, el padre, la futura pareja amorosa, etc.


d) Aprender a no moverse siempre en el mismo sentido, lo que no significa dispersión, sino un saber circular de dentro afuera y de fuera adentro de una misma.


e) Interponer entre la madre y la hija pequeños objetos realizados a mano para compensar las pérdidas de identidad espacial, las fracturas del territorio personal.


f) No contentarse con describir, reproducir o repetir lo ya existente; saber inventar o imaginar lo que aún no ha tenido lugar.


g) En los intercambios verbales, crear frases en las que el yo-mujer hable al tú-mujer, especialmente de ella misma o de una tercera mujer. Esta clase de lenguaje, prácticamente inexistente, contrae enormemente el espacio de la libertad subjetiva de las mujeres. Podemos empezar a crearlo sirviéndonos de la lengua habitual. Madres e hijas pueden practicarlo bajo la forma de juegos afectivos y didácticos. Esto significa concretamente que la madre-mujer se dirige a la hija-mujer, que utiliza las formas gramaticales del femenino, que habla de cosas que les conciernen, que habla de ella misma e invita a su hija a hacerlo, que evoca su genealogía, en especial la relación con su madre, que habla de ella misma, que habla a su hija de las mujeres que tienen una dimensión pública en la actualidad y de aquellas que la tuvieron en la Historia o en la mitología, que pide a su hija que le hable de sus amigas, etc. Cuando las hijas comienzan a frecuentar el colegio aprenden el discurso del él/ellos o del entre-él/ellos. En cuanto a las escuelas mixtas, aunque presentan ciertas ventajas, desde este punto de vista serán poco favorables al desarrollo de la identidad de las niñas mientras los códigos lingüísticos -gramatical, semántico y lexicológico- no evolucionen.


Sólo la madre está actualmente en condiciones de preocuparse de dar a su hija, a sus hijas, una identidad como tales. Las hijas que somos nosotras, más conscientes de aquellas cuestiones que conciernen a las necesidades de nuestra liberación, podemos también educar a nuestras madres y educarnos entre nosotras. Todo ello me parece indispensable para los cambios sociales y culturales que estamos necesitando.


Andrómeda


(y Luce Irigaray)
~


madres e hijas, II

miércoles, 19 de marzo de 2008

my blogs's translation



routine character

At the moment alive with two Italian girls, Valentina and Maria Teresa. Maria Teresa always says "bene" and "molto bello", beautiful. It seems that it lives in a grace state. It is something greater than I but Valentin is younger. According to her the Easter of him has seemed a state of confusion but a calmed confusion here: oh, how much people and everything so happy.

Thomas, the English boy called to me yesterday because the lock of the bathroom did not work, is more remained locked up one hour within him. Today I went to buy a new latch and I settled it in the door, and I put an eyebolt to simplify the lock to him.
I took advantage of later and with a few finishing nails I fixed a chair that was loose here in my house.
~
Andrómeda
7:21 A.M. - 0 Comments - 0 Kudos - Add Comment
Tuesday, March 18, 2008
this old sexuality

it said it Andrómeda to pasolosdias
This old sexuality is something whatsoever. Let us recognize it: we have done paying as much attention well to him since the life is life. How to explain if not that we get tired less of everything of her? The oldest exercise of the alive being had to mark to us; it is normal that who does not give itself him he is a separate being, a worthless object or santo.
Pasolosdías said to it
An independent element does not exist, the autarky is not possible. We defined ourselves together or as opposed to the others, without which it is not the subject, there is no oration or phrase, is no sense
8:38 A.M. - 0 Comments - 0 Kudos - Add Comment
Sunday, March 16, 2008
Epícteto said to it

Two old ones talk with gravity in the market. When separating, the most deteriorated of them it concludes: To live calm it is necessary to try to remain in the normal thing of the life.
It is, with other words, which said Epicteto.
Clitemnestra
4:18 p.m. - 0 Comments - 0 Kudos - Add Comment
Friday, March 14, 2008
Mexican urban rock
Today I have discovered a group of urban Mexican rock, "chavos", as they say, and it seems that they sound to me very well, in its style that is a melódico rock. And their letters that are of love even so feed a feeling that seems to me authentic, that is to say, of which lack by other sites. You I put it because for me it has served to feel to me in today better, in that have mixed all the things, the commentaries of with posts and am yesterday a little tired. If you are Dawn that way and because they are of your earth, you I dedicate them, guayaba. (You do not ask to me what means this word, perhaps I am saying one awfu word). They are called Taking II and they are primicia of the new future rock, I believe yes that.
And this is a version that has done in Castilian of a subject of Bon Jovi and it has surprised to me favorably:
Andrómeda said to it:Of whom it is the fault, if it is that there is some fault? From it it comes tragic malentendido, inevitable, del that nobody is guilty. What precise behavior agrees to connect me to him, since it is located together superficially and below me, at a level that never is mine? Correr to aid to him? I do not have anything to offer to him. And what it offers to me, it escapes to me. I talk about to that madness del that is located aside, become attached to something special.Like who is itself become attached to a special God, what madness!and what remorses do not have to experiment when it returns his glance towards my insignificancia!
8:10 p.m. - 0 Comments - 0 Kudos - Add Comment
Thursday, March 13, 2008
to hate it everything

In these conditions, on whom to overturn hatred? Nobody is responsible for being and still less of being what is. Aquejado of existence, each one undergoes like an animal the consequences that of it are derived.

End ofTranslation

Andrómeda in Myspace


Single
Religion:
Agnostic
Zodiac Sign:
Aries
Children:
Love kids, but not for me
Education:
College graduate



About me:I am the goat in horóscopo Chinese, would like to be writer, (ah, and I was a little folk singer ) Andrómeda ~ roma, Berlin, Sevilla¦ ~
Who I'd like to meet:I would like to know people with sensitivity by music and the art.




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Comments




Sea 19 2008 7:45 A.M. You said to me that you would be my angel because when I saw you for the first time I commented to you that you seemed to me a fallen angel of the sky.~Andrómeda
andromeda
Sea 18 2008 12:13 p.m. Once vanished the joint, we would be single completely; the mystic who marries with silence has resigned to his condition of creature.
andromeda
Sea 15 2008 11:44 A.M. Of whom it is the fault, if it is that there is some fault? From it it comes tragic malentendido, inevitable, del that nobody is guilty. What precise behavior agrees to connect me to him, since it is located together superficially and below me, at a level that never is mine? Correr to aid to him? I do not have anything to offer to him. And what it offers to me, it escapes to me. I talk about to that madness del that is located aside, become attached to something special.Like who is itself become attached to a special God, what madness!and what remorses do not have to experiment when it returns his glance towards my insignificancia!
andromeda
Sea 14 2008 1:00 p.m. That another one makes the offense him have a good opinion about him. I will not be who I offend to him to have a sensible opinion of him.
andromeda
Sea 11 2008 11:18 A.M. The triviality, indeed, does not find channel in them: all are almost little inteligent; those that is not it, a few rare exceptions, are not limited the simple stupidity, they go more far: they are delayed mental.
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un ángel caído del cielo


Me dijiste que serías "mi ángel" porque cuando te vi por primera vez te comenté que me pareciste un "ángel caído del cielo".
~
Andrómeda

martes, 18 de marzo de 2008

esta vieja sexualidad



lo dijo Pasolosdías


Sin duda alguna, después de tantos siglos de teorías filosóficas ya sean neoplatónicas o no, falta la filosofía del desastre:
Querer hallar, situar las cosas, las palabras, en un sitio, y no encontrar más que el rutinario juego del hastío de todos los días:
-Palabras bautizadas: y a cada momento profanadas.
-Ilusiones programadas: y a cada momento desvencijada.
¿Qué queda, pues?
Si me dan a elegir entre el imperio del nihilismo o el imperio de la norma de la comunidad castrada, elijo el verbo copular, es decir, todo aquello que el sujeto elija para sobrevivir en su unión, ya sea una melodía salvífica o un arrebato de claroscuros -la continuidad no existe- horizontes.

Quizá te parezca demasiado romántico, lo que digo, pero que nadie nos juzgue por querer salvar el pellejo, que nuestro es, nosotros lo sentimos, y no otros.


Esta vieja sexualidad es algo pese a todo. Reconozcámoslo: hemos hecho bien prestándole tanta atención desde que la vida es vida. ¿Cómo explicar si no que nos cansemos de todo menos de ella? El ejercicio más antiguo del ser vivo tenía que marcarnos; es normal que quien no se entregue a él sea un ser aparte, una piltrafa o un santo.

lo dijo Pasolosdías


Un elemento autónomo no existe, la autarquía no es posible. Nos definimos junto o frente a los demás, sin lo que no es el sujeto, no hay oración o frase, no hay sentido.
lo dijo kitti
Ha sido un placer leeros. A mi no se me ocurre nada más que esto, que ni siquiera se me ocurrió a mí.
"Formar parte de la sociedad es un fastidio, pero estar excluida de ella es una tragedia".
Anónimo

lunes, 17 de marzo de 2008

La escuela de Zenón y el estoicismo


el estoicismo




El crepúsculo greco romano era empero digno de otro enemigo, de otra promesa, de otra religión. ¡Cómo admitir ni la sombra de un progreso cuando se piensa que las fábulas cristianas lograron sin esfuerzo ahogar al estoicismo! Si éste hubiera conseguido propagarse, apoderarse del mundo, el hombre se habría logrado, o casi. La resignación, habiendo llegado a ser obligatoria, nos habría enseñado a soportar nuestras desdichas con dignidad, a hacer callar nuestras voces a afrontar fríamente nuestra nada. ¿Que la poesía habría desaparecido de nuestras costumbres? ¡Al diablo la poesía!





A cambio, habríamos adquirido la facultad de soportar nuestros sinsabores sin un murmullo. No acusar a nadie, no condescender ni a la tristeza, ni a la alegría, ni al pesar, reducir nuestras relaciones con el universo a un juego armonioso de derrotas, vivir como condenados serenos, no implorar a la divinidad, sino, más bien, darle un aviso... Esto no podía ser. Desbordado por todas partes, el estoicismo, fiel a sus principios, tuvo la elegancia de morir sin debatirse. Una religión se instaura sobre las ruinas de una sabiduría: los manejos que emplea aquélla no convienen a ésta.





Siempre prefirieron los hombres desesperarse de rodillas que de pie. A la salvación aspiran su cobardía y su fatiga, su incapacidad de alzarse al desconsuelo y de extraer de él razones de orgullo. Se deshonra quien muere escoltado por las esperanzas que le han hecho vivir. Que las multitudes y los que las arengan repten hacia el «ideal» y se chapucen en él! Más que algo dado, la soledad es una misión: elevarse hasta ella y asumirla es renunciar al apoyo de esa bajeza que garantiza el éxito de toda empresa, sea la que sea, religiosa o de otra clase. Recapitulad la historia de las ideas, de los gestos, de las actitudes: comprobaréis que el futuro fue siempre cómplice de las turbas. Nadie predica en nombre de Marco Aurelio: como no se dirigía más que a sí mismo, no tuvo ni discípulos ni sectarios; sin embargo, no se deja de edificar templos donde se cita hasta la saciedad ciertas Epístolas. Mientras sigan así las cosas, perseguiré con mi rencor a quien supo tan astutamente interesarnos en sus tormentos.



Rebajarse a la sabiduría supone llegar a un acuerdo con el ritmo universal, con las fuerzas cósmicas, es saberlo todo y adaptarse al mundo, nada más. Todos los sabios juntos no valen una imprecación del rey Lear o una divagación de Ivan Karamazov. El estoicismo como justificación práctica y teórica de la sabiduría es lo más anodino y cómodo que pueda imaginarse. ¿Existe un vicio del espíritu mayor que la resignación?






El desacuerdo con las cosas es un signo evidente de vitalidad espiritual, y ello es aún más cierto tratándose del desacuerdo con Dios. Reconciliarse con El significaría dejar de vivir uno mismo para ser vivido por El. Asimilándonos a Dios, desaparecemos; rechazándole, perdemos toda razón de existir.



Si yo estuviese cansado de vivir, El sería mi único recurso; pero mientras consiga atormentarme, no podré dejarle en paz.



Su destino es acabar incomprendido.



Entre el epicureísmo y el estoicismo, ¿por cuál optar? Paso constantemente del uno al otro y la mayoría de las veces soy fiel a los dos a la vez, lo cual es mi manera de adherirme a las máximas que la Antigüedad practicó antes de la irrupción de los dogmas.



Vivir con el temor de hastiarse en todas partes, incluso en Dios... En la obsesión de ese tedio extremo veo yo la razón de mi fracaso espiritual.



Zenón, padre del estoicismo



Epicteto: "La felicidad no consiste en adquirir y gozar sino en no desear". Si la sabiduría se define por oposición al Deseo, es porque pretende hacernos superiores tanto a las decepciones corrientes como a las decepciones dramáticas, inseparables unas y otras del hecho de desear, de esperar. Especializada en el arte de hacer frente a los "golpes de la fortuna", la sabiduría intenta preservarnos sobre todo de las decepciones capitales. Quienes más lejos llevaron este arte fueron los estoicos.



Según ellos, el sabio ocupa una posición excepcional en el universo: los dioses están al abrigo del infortunio, el sabio está por encima de él, investido de una fuerza que le permite vencer todos sus deseos, mientras que los dioses siguen sometidos a los suyos, viven aún en la servidumbre. ¿Cómo alcanza el sabio lo insólito, cómo consigue ser superior a los demás seres? A primera vista no parece advertir el alcance de su situación: está muy por encima de los hombres y de los dioses, pero debe esperar algún tiempo para darse cuenta de ello. Podemos comprender que no le resulte fácil entender su posición, máxime ni nos preguntamos dónde y cuándo hemos visto una anomalía tan prodigiosa, un espécimen semejante de virtud y orgullo. Para Séneca, el sabio posee respecto a Júpiter el privilegio de poder despreciar las ventajas de este mundo, mientras que Júpiter no tiene ni la oportunidad ni el mérito de desdeñarlas, puesto que no las necesita y las rechaza de entrada.



Jamás el hombre ha estado mejor considerado. ¿Dónde buscar el origen de visión tan exagerada? Nacido en Chipre, Zenón, padre del estoicismo, era un fenicio helenizado que hasta el fin de su vida conservó su calidad de meteco. Antístenes, fundador de la escuela cínica (cuya versión mejorada o deformada, como se prefiera, es el estoicismo), nació en Atenas de madre tracia. Es evidente que hay algo de no griego en estas doctrinas, un estilo de pensamiento y de vida procedente de otros horizontes. Podría sostenerse que todo lo que atrae y repele en una civilización avanzada es producto de los recién llegados, de los inmigrantes, de los marginados ávidos de deslumbrar..., de un hampa refinada.



El culto de la sabiduría iba a eclipsarse



Con la llegada del cristianismo, el sabio dejó de ser un ejemplo; en su lugar comenzó a venerarse al santo, variedad convulsiva de aquél y por ello más accesible a las masas. A pesar de su difusión y de su prestigio, el estoicismo continuó siendo el privilegio de los refinados, la ética de los patricios. Desaparecidos éstos, tenía que desaparecer él también. El culto de la sabiduría iba a eclipsarse por mucho tiempo, casi podría decirse que para siempre. En cualquier caso, no se encuentra en ninguno de los sistemas modernos, todos ellos concebidos no tanto por anti sabios como por no sabios.
~
Andrómeda