jueves, 3 de enero de 2008

lluvia de mozart, mente polifónica


lo dijo Daven a Cyrano

Signore, su nariz no es más larga porque sino haría de puente del Danubio,

No está de acuerdo con mi tesis bajo qué razones: suposiciones. conspiraciones. presunciones.
Todo eso se cae por si solo ante un hecho particular que rompió la vida de Mozart en dos. El éxito de Don Giovanni en Praga. La ciudad entera estaba a sus pies, le encargaron dos operas más, conciertos, sinfonías, una estancia eterna de gratitud y un público volcado con su genio. Mozart decidió volver a Viena, a pesar de todas las ofertas, y estrenar allí su Don Giovanni. La acogida fue tan fría que solo duró tres semanas en cartel. Mozart ya no era la "moda" en Viena. Habían pasado 10 años desde El Rapto del Serrallo y las palabras del Emperador "Demasiadas notas" dejaron su sombra, además del escándalo de Las Bodas de Fígaro. Si Mozart se hubiera quedado en Praga, tendría asegurada al menos una producción, una estancia y un público fiel. No fue un gran estratega, era un hombre de su tiempo y como buen provinciano solo quería triunfar en la capital del imperio, volver a los mejores salones con sus mejores pelucas, compartir mesa con los cortesanos del emperador y las aristócratas pizpiretas.

Usted no sabe que estatus tenía un músico durante el siglo XVIII, era poco más que un sirviente. Johann Sebastian Bach, el mismísimo Bach tenía todos los domingos que ponerse un uniforme militar y tocar para una banda de viento metal en Leipzig. Mozart mismo tuvo que provocar hasta el extremo la paciencia del arzobispo de Salzburgo para que le dieran "literalmente" una patada en el culo. Porque quería triunfar en Viena. Pero para su época, no era más que un músico, algo más refinado que un camarero.

Por segunda vez, parece que lee pero no comprende, ¿automarginación en Mozart? Se referirá a Beethoven, a Goya o a van Gogh, supongo. Mozart amaba las fiestas, gastar bromas pesadas, beber un poco mas de la cuenta y disfrutar de la compañía humana, femenina también. De hecho hay una gran comprensión humana en sus operas, las mujeres en las operas de Mozart son tan reales y vitales que dan ganas de besarlas. Cuando tenía música en la cabeza, la componía allí donde estuviera, en una calesa, en una fiesta, en medio de una conversación. ¿Alguien que intimó con Herr Schikaneder era un ser automarginado? Creo usted, si me lo permite, que ha volcado todo su juvenil individualismo en la persona equivocada. Una vez compuesta en su cabeza, ya que Herr Mozart tenía mente polifónica, pasaba las noches transcribiendola nota tras nota, compas tras compas, sin cometer ni un solo error. Busque entre todas sus obras autógrafas un tachón. Yo no lo he encontrado. ¿Milagro? No, es que ya estaba compuesta antes de pasar al papel.

Creo que tiene una percepción algo clara de lo que es la obra de Mozart, pero ni una sola referencia de como transcurrió su vida.
Supone, proyecta, pero no acierta.

Lea sus cartas y contemple el contrasentido de sus palabras.
Estimado signore:
Creo que mucha culpa de la forma de actuar de Mozart la tuvo su padre que fue quien le metió en la cabeza esa forma de codearse con la corte y de estar siempre aspirando a lo mejor, aunque es mucho y todo lo que Mozart le pueda deber a él también.
Por otra parte sus líos con mujeres fueron antes de casarse y despues de casado se dice que tuvo un romance con una cantante pero que se quedó en rumor o no existen pruebas, así como también se dice que su mujer en una de sus estancias en un balneario tenía también un amigo, cosa que no desagradó a Mozart pero siempre le importunaba por los rumores que hubieran, aunque el matrimonio podía pasar también por un periodo de cierta relajación entre ellos, se sabe que Mozart no dejó de escribir a Constanze y que siempre la alabó en sus cualidades y cuidados hacia él.
No obstante todo lo que usted cuenta me parece de una intensidad y de una consistencia exquisita, así como me da qué pensar qué hubiera sido de Mozart si hubiera cambiado de estancia, de ciudad y de vida.
Seguramente todo el exito que le vino detrás cuando su mujer ya estaba viuda y cuando comenzó de verdad a vender sus obras, le hubiera llegado en vida.
Una gran contradicción, sí y una gran mente polifónica, consecuente con la música, pero que resultó fatal para poder reservar sus fuerzas ante tanta animadversión, parece como si ello mismo hubiera sido el principal incentivo de su eufórica exacerbación compositora, como digo más arriba.
Entre tanto, cordialmente,
Sylphides

No hay comentarios: