martes, 14 de diciembre de 2010

qué hacer con la vivienda

Carles Sirera
Y una pregunta...
¿Cómo está el mercado de alquiler?
No se suponía que la compravente tenía que disminuir para que aumentase el número de viviendas en régimen de alquiler.
No veo que problema hay si el número de unidades (viviendas) vendidas baja y el número de alquileres. Eso implicaría un cambio en la pauta de consumo y no una regresión. Es decir, aumenta el alquiler, liberamos renta y los propietarios admiten de una maldite vez que tener un piso en alquiler no es tener un depósito fijo a un 20% de interés, que es como funciona la mentalidad de los propietarios en este país.
faras
Si según la nota del INE que publica en España se venden ahora unas 13500 ( pongamos 15.000 desestacionalizadas) viviendas nuevas por mes, al año serían menos de 200.000. Tenemos un inventario, ejem, jesús eta maria, de como un millón, siendo muy muy muy optimistas. Cinco años ventas, récord mundial.
Quizá el problema, como Vd apunta, es que " no está normalizada la financiación". No parece que esté mejorando, al menos hoy, con letras 12 meses al 3.5%, un pequeño múltiplo del coste de financiación de los alemanes. Igual es que no nos prestan, entre otras muchas cosas, porque lelos del todo no son, y saben lo mismo que nosotros.
goodman
Remadando a la gente joven, yo "flipo" al leer los comentarios de los participantes del blog ; unos aseguran que la salida de esta crisis pasa por la bajada del precio de la vivienda (bajada que yo aplaudiría) ; otros mantienen muy en alto la declaración de "crisis de liquidez", otros de "crisis financiera y fiscal de etiología inmobiliaria" ; incluso hay alguien que va por los montes leyendo (a los conejitos, supongo) párrafos de los temas más variopintos y disarmónicos.
Señores ! Olvidemonos de las cascarrias de este enfermo que es "nuestra querida España" y tratemos de diagnosticar la verdadera patología que le aqueja, condición indispensable para determinar el tratamiento.
Si entendemos por salir de la crisis el recuperar/mantener un modo de vivir igual o análogo a lo de la última década, ya podemos derivar a nuestro enfermo a una clínica psiquiátrica.
Ahora bien, si bajamos el listón (y bastante), tendremos que hacer una analítica exhaustiva (formación, capacidad de sacrificio, voluntad de prosperar mediante el propio esfuerzo, interés en superar retos que plantea la globalización, etc. etc.) ; después habrá que prepararle un plan que deberá llevar a cabo; y así sucesivamente.
En mi modesta opinión, esta es la única via que nos queda. El creador de este blog suele terminar diciendo: "ánimo, podemos", yo que no soy tan optimista, digo simplemente : ¿podremos?

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