artículo de Daniel Gross, que los chinos eliminen los controles de capital

Te adjunto un artículo de Daniel Gros con una propuesta original para resolver la Guerra de Divisas. Daniel Gros es amigo de Nouriel Roubini, ha sido uno de los economistas más críticos con lo sucedido en el último lustro y tiene especial debilidad contra nuestra querida España. Se dice, se comenta, se rumorea que siendo un economista influyente en la CE sacó un papel desafortunado sobre el euro y que el Comisario de asuntos económicos consideró no renovar su contrato. El Comisario era el español Pedro Solbes y las malas lenguas achacan a este episodio la fobia de Gros hacia España. No tengo nada personal contra él y reconozco que ha hecho varias aportaciones novedosas en el mundo académico, pero ha estado muy desafortunado durante la crisis de la deuda y ha encarecido nuestro servicio de la deuda externa y parte de ello lo acabaré pagando yo con mis impuestos por lo que al menos le daremos a Gros su misma medicina.

En éste blog siempre he sido muy crítico con Roubini por sus propuestas sólo harían empeorar la situación. Recuerdo que en lo peor de la crisis financiera a finales de 2008, al señor no se le ocurrió otra cosa que cerrar los mercados unos días para estabilizarlos. Eso significa un corralito a la argentina ya que los ahorradores no podríamos reembolsar nuestro dinero de los fondos de inversión durante el feriado.

Ahora la propuesta de su amiguito Gros es igual de suicida. No se le ha ocurrido otra cosa que proponer a EEUU que exija al FMI la clausula de reciprocidad contra China para que los chinos eliminen los controles de capital y eso haría imposible mantener el tipo de cambio fijo. La tesis es que los chinos si pueden acudir a las subastas del Tesoro americano pero los americanos tienen muchas trabas para hacer lo mismo en China. Apelando a la reciprocidad, EEUU prohibiría a los chinos acudir a sus subastas de bonos.

El problema es que los chinos son los mayores compradores de bonos estadounidenses y si ellos no compran el precio de los bonos se desplomaría y los tipos de interés aumentarían. Eso provocaría una crisis de la deuda como sucedió en 1994 pero en esta ocasión con una economía mundial más vulnerable y volvería a abrir la herida de la deflación de activos, intensificaría la restricción de crédito, provocaría una W y otra vez vuelta a empezar.

Por suerte este tipo de celebrities no está en el poder, de lo contrario ya estaríamos en depresión.

Jose Carlos Díez