hola,
¿cómo va todo? Yo sigo aquí sumergida un poco, ayer estuve ya escribiendo algo y pensando, estuve haciéndolo sobre los sueños.
Estuve en un mercadilllo y me compré un vestido así como uno que vi en Niza, pero mas sencillo y estas son las cosas que hacemos las mujeres cuando nos quedamos solas, y así llenamos nuestra soledad afectiva.
He estado escribiendo hoy bsasándome en algunos textos de María Zambrano sobre sueños y temporalidad. Y me gustaría que leyeras algo, aunque bueno tú estarás también como sumergido quizas en otro sueño allí en otra época con otrso seres queridos.
En la capital austriaca, la capital vienesa del arte y la cultura, como sumergida en ella, con toda la ostentación del mundo posible del arte, de la belleza helenística, imperial, aunque parece que dominara en ella sólo un estilo, el de un siglo cultural, como si no terminara de vaciarse de una época, a la que va haciendo espacio también a través de la modernidad y de la ultima transformación ultramodederna que va sufriendo la ciudad sobre todo a orillas del Danubio, en la zona del edifcio de las Naciones Unidas. Pero diríamos que se ha quedado en la modernidad de la cultura que vivió en todo su esplendor en el siglo XVIII y XIX sobre todo con el imperio austrohúngaro. La música es otro reflejo de esta visión, se diría que se vivía para el arte y sólo para éste. Hay algo en ello que contradice cualquier estilo sensato, razonable de vida, y razonable en la economía de la vida.Aquí se vivía con una ostentación y un lujo superior.
Y como estoy aquí en la capital de los sueños y en la ciudad de Freud es para mí más propicio hablar ahora de los sueños, de vivir o estar como sumergida en los sueños yo también.
Sin embargo, también cabe contemplar Europa y Viena como un continente que no consolidó sus fronteras hasta después del asedio de Viena por los turcos en 1683, donde tuvo que dedicar considerables energías a defender sus fronteras orientales y meridionales frente a los mongoles y el Islam, en parte como consecuencia de las propias agresiones europeas.
Diríamos por ello que esta parte de Europa está como abismada en un tiempo, que no empieza a nacer hasta en un momento tardío de la historia de Europa pero que en ese momento, sumerge diríamos de todos sus sueños, de todos los anhelos que oculta a través del tiempo.
Todo sueño es un viaje.
El sueño es un viaje mágico en el cual el viajero anda a la vez preso y errante, cautivo, viaje en cautividad.
No va en buscada compañía o apretada compañía que no le deja el vacío necesario para mantenerse a flote. El yo va en cautividad y en encadenada compañía.
En situaciones extremas bordea el infierno, a causa del ser anulado, en peligro de anularse, por haber perdido su propio lugar. ¿Hay un lugar del Yo?
Enajenación o asfixia, a veces, las dos cosas.
Que va perdido si va solo, y que logra su soledad a cambio de andar errante. En la suprema ambigüedad de los sueños, el yo errante puede desplazar esto que es como su envoltura, como el prisionero arrastra consigo su caverna.
La psique se hunde en la atemporalidad cuanto más herida está por algo, por una herida permanente, abierta un cierto tiempo o sufrida durante el día anterior.
Y es entonces cuando la psique descansa porque sólo entonces de verdad vive.
Mientras se vive, se cae y se abisman en los sueños las experiencias vividas. Y el sujeto les deja irse y aún se desprende del ser amado, le deja irse, abismarse, salvando aquello que le parece necesario para un mañana, aquello que también le parece digno de sí mismo, de su altura.
Y entonces emerge el vacío del yo, ha de ser por tanto un vacío, un cierto vacío que le mantenga aislado y a flote sobre ese océano de vivencias declaradas o a medio declarar, de ese rumor que llamamos psique. Y sólo son vividas las vivencias sobre las cuales pasa el Yo con la psique.
Y el estar presente es vuelo y desprendimiento de la conciencia.
Y con esta interioridad específica de los sueños el acontecimiento cede, conservando su interioridad, su inmanencia, se deja ver, aparece no como actuante sino como un visitante que se somete a las reglas del lugar que visita, y la ley de la conciencia es la visibilidad; pero no es la conciencia quien lo llama sino el sueño que entra como visitante, entonces podemos preguntarle qué entra buscando, y lo que quiere es ser visto como una llaga que se hiere y que se exhibe. Especies de larvas sedientas y su intento de entrar en el sistema de la realidad.
Y los sueños cuando estos son portadores de una fuerte carga emotiva es cuando penetran en la vida de la vigilia por esa emotividad que es justamente lo más fluido, por idéntico a la vigilia. y con ella se tiñe el estado de ánimo.
Y es que urde historias, pero realmente es un sufrimiento originario lo que esconde, lo que rebasa y rebosa. Por eso todas estas historias están teñidas de resentimiento.
Por eso cuando yo te decía que te quería, tú no me oías, tú sólo escuchabas en ti a tu sufrimiento originario, aquel que escondía tu verdadero sueño.
~
Bueno, bonito, que te dejo con todo esto que he escrito, y te mando un abrazo muy grande!!
Desde aquí en Viena, me encuentro ahora en un Stark bucks, que a mí me gustan porque me puedo esconder en ellos, y despues iré a comer una sopa por ahí; ayer estuve cenando en el Fujiyama, recuerdas? pero creo que cené demasiado, pero hoy estoy mejor, me encuentro tranquila, mi cuerpo está bien, ya no tengo ese dolor de estómago que tuve los días que estuvimos mas tensos, creo que porque ya no estoy nerviosa, estoy tal vez en mi vacío propio pero también sostenida, por otra profundidad; también a mí me gustaría descubrir mi dolor originario, el por qué yo soy así, no creo que sea justo el que me digas simplemente que yo soy desorganizada, no lo mío no es un desorden cualquiera, no lo podría ser, no podría vivir ni escribir, ni pensar.
Cuidate mucho y sé bueno!!! Besitos!!!!
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