viernes, 18 de septiembre de 2009

la crisis económica agrava el problema del hambre

El número de personas que pasan hambre bate récords y supera ya los mil millones

EMILI J. BLASCO. CORRESPONSAL-LONDRES.

La crisis económica ha agravado el problema del hambre en el mundo, al encarecer el precio de los alimentos y situar la ayuda humanitaria en mínimos históricos. El número de hambrientos ha llegado a los 1.020 millones de personas, superando por primera vez en la historia la barrera de los mil millones, de acuerdo con las cifras facilitadas por el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Este organismo dependiente de las Naciones Unidas advierte que con que "menos del 1 por ciento" de lo que los Gobiernos han inyectado en los sistemas financieros de sus respectivos países y en los fondos internacionales para estabilizar el marco económico mundial, se podría haber resuelto el problema de la hambruna que padecen millones de personas.

La actuación coordinada de las potencias mundiales en relación a la crisis económica y la constatación de que el mundo comienza a salir de esa situación de emergencia financiera son una demostración, en opinión de Josette Sheeran, directora del PMA, de que si el orden internacional toma verdadera conciencia "el hambre se puede derrotar". Sólo es cuestión de que el mundo "se tome en serio esta tragedia", afirmó Sheeran ayer en una rueda de prensa celebrada en Londres.

Las ayudas escasean

Pero que el mundo en realidad parece lejos de tomar plenamente cartas en el asunto queda reflejado en el récord, esta vez a la baja, que están experimentando los ingresos con los que cuenta el PMA. La entidad cuenta con los fondos más bajos en veinte años, pues hasta ahora sólo se han visto confirmadas ayudas por valor de 2.600 millones de dólares (1.780 millones de euros), del total de 6.700 millones de dólares (4.590 millones de euros) de su presupuesto para 2009. Esta cifra es necesaria para dar de comer a 108 millones de personas en 74 países. Se trata de un "grave déficit presupuestario" que llega "en un momento de gran vulnerabilidad para los hambrientos".

"Este año tenemos más personas hambrientas que nunca; muchos seres humanos se despiertan y no cuenta ni siquiera con un tazón de comida", dijo Sheeran en una acuciante llamada de atención de las potencias más industrializadas del mundo del G-8, así como a los países del G-20, grupo que además integra a las principales naciones emergentes y que próximamente celebrará una cumbre en EE.UU., en la ciudad de Pittsburgh. Con la asamblea general de la ONU también en el calendario en este comienzo de curso político y la reunión del G-20, "los líderes mundiales tienen una oportunidad ideal para poner el hambre en el mapa", indicó un comunicado del Programa Mundial de Alimentos.

La actual coyuntura económica ha provocado "dos tormentas" coincidentes sobre el problema de la hambruna, la propia crisis financiera internacional, que está limitando los fondos que los países destinan a los programas de la ONU, y el encarecimiento de los alimentos, que aún complica más la adquisición y distribución de bienes absolutamente necesarios para parte del planeta.

"Millones de personas han sido golpeadas por la crisis financiera global, su habilidad para comprar comida se ha visto limitada por los altos precios. Además, un clima impredecible está causando más hambre", según el PMA.

Consecuencia de esta situación ha sido el cierre anunciado este misma semana de doce centros de entrega de alimentos en Somalia destinados a madres con niños. La organización de la zona sólo ha recibido el 40% de los fondos para llevar a a cabo su programa de alimentación.

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