martes, 1 de febrero de 2011

conflicto israelí

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¿Algunos países árabes han hecho la vista gorda?

Claro. Los líderes árabes dicen a Israel de forma privada: acabad el trabajo con Hamas. Irán y sus satélites, Hizbulah y Hamas, son los mayores enemigos del mundo árabe. Irán quiere gobernar Oriente Medio y a los árabes no les gusta eso. ¿Cree que a Abas le gusta lo que hizo Hamas a su gente? ¿Matarlos y expulsarlos de Gaza? O Mubarak: no sirve a Israel, sino al mundo árabe, a Egipto.

¿Por qué ningún líder israelí después de Rabin logró llevar la paz hasta el final?

El problema no está en el lado israelí. El problema, por desgracia, es la división entre los palestinos. Ningún líder israelí es capaz de unir o dividir a los árabes. El Gobierno actual desea la paz, no tengo la menor duda. Pero ni la ANP ni Egipto han sido capaces de evitar que Hamas boicotee la creación de un Estado palestino.

¿Hasta qué punto pueden ver las huellas de Irán en Hamas?

Son invisibles, intentan encubrirlas. Envían armas a Siria para Hizbulah. Ahora intentan introducirlas en Gaza. La mayoría de los misiles de Hamas son iraníes. Irán es el centro del terror mundial: financia, entrena y arma a casi todos los grupos terroristas.

Israel dice que los líderes de Hamas se esconden en el hospital Shifa de Gaza. ¿Es su arresto uno de sus objetivos?

No todos están allí, sólo algunos. Muchos se esconden con familias y no queremos dañar a gente inocente, a la población civil.

¿Cuán cercana está la tregua en Gaza y cuáles son las condiciones israelíes para lograrla?

No permitiremos el contrabando de armas por medio de los túneles en Rafah y queremos que se detengan los cohetes y el terror. Lo único que queremos es ser un pueblo normal, levantarnos sin bombas. ¿Es eso una condición?

¿Aceptaría Israel una fuerza internacional entre Gaza y Egipto similar a la de Líbano?

En Líbano al menos existe un ejército libanés y la fuerza internacional se convirtió en efectiva tras aprender la lección de la segunda guerra de Líbano. Nasrala dijo que si hubiese conocido de antemano la dura reacción israelí se lo habría pensado dos veces antes de secuestrar a nuestros dos soldados. Hamas debe aprender la misma lección: si nos ataca, pagará las consecuencias.

¿O sea, una fuerza internacional es factible?

El tema no es la presencia de una fuerza internacional, sino su efectividad. Si los egipcios asumen el control de la frontera con los palestinos, prohibiendo el contrabando de armas y con una tecnología capaz de localizar los túneles, se resolvería el problema. Si quieren el apoyo de fuerzas extranjeras, mejor.

En el pasado, mantener conversaciones con la OLP era un tabú. ¿Ve posibilidades de diálogo con Hamas en el futuro?

Comenzamos a hablar con la OLP cuando Arafat aceptó la existencia del Estado de Israel. Si Hamas sigue sus pasos no descartaríamos el diálogo. De momento, es como hablar con una pared.

¿Con Obama, cree posible un acuerdo con los palestinos con mediación estadounidense?

Si ponemos fin a las provocaciones de Hamas, lo lograremos. Las posiciones de la ANP y las nuestras son muy parecidas. El único obstáculo es Hamas. Cuando Obama vino aquí me preguntó qué podía hacer para ayudar a Israel. Yo contesté: sea un gran presidente de Estados Unidos.

¿Y qué falta para llegar a un acuerdo de paz con Siria?

La decisión siria. Están conectados con Hizbulah e Irán por un lado, y quieren los altos del Golán por el otro. Tienen que entender que no pueden obtener ambas cosas al mismo tiempo.

Como Nobel de la Paz, ¿cuán frustrante es para usted que Israel viva su octava guerra?

Es más difícil lograr la paz que hacer la guerra. Aunque recibí el Nobel, sé que la paz no es una fiesta, hay muchas dificultades. Pero nunca renunciaremos a nuestro deseo de paz y a nuestra voluntad de pagar su precio.


Lo acaecido estos días en el barrio de Zeitun, en el este de Gaza, eleva aún más el listón de la brutalidad. Los soldados impidieron durante días el acceso de ambulancias a una vivienda donde a varios niños les faltaba poco para morir de inanición. "El equipo de rescate halló a cuatro pequeños junto a los cadáveres de sus madres. Estaban demasiado débiles para ponerse en pie. Había 12 cuerpos tirados en colchones", explicó Pierre Wettach, delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja en Israel y los territorios palestinos. Wettach calificó de "inaceptable" el incumplimiento por parte de Israel de las leyes humanitarias y explicó: "A sabiendas de la situación, los militares no asistieron a los heridos y tampoco nos facilitaron hacerlo a nosotros o a la Media Luna Roja palestina". El Ejército israelí y el Gobierno hacen oídos sordos. A la luz del desastre, vincular el término "humanitaria" con sus actividades roza el esperpento. Ayer quedó claro, de nuevo, que nadie se libra del riesgo de caer muerto en este territorio definido como "campo de concentración" por el cardenal Renato Martino, lo que suscitó la ira del Ejecutivo israelí.

Un vehículo fletado por la ONU fue alcanzado en el norte de la franja. Su conductor falleció y otros dos trabajadores resultaron heridos. "El vehículo estaba marcado con una bandera de la ONU y coordinamos el convoy con el Ejército, pero aún así impactaron dos proyectiles de artillería. Hemos suspendido nuestras operaciones hasta que obtengamos seguridad y garantías", anunció el portavoz Christopher Guinness. UNRWA asegura que Israel también dispone de evidencias de que no se disparó desde el colegio de Yabalia bombardeado el martes. 46 personas han muerto a causa de ese ataque. No obstante, los gobernantes israelíes prosiguen su campaña de propaganda. "No se persigue a los civiles", dicen. La suspensión de los ataques durante tres horas diarias apesta a burla para los palestinos.

Las acusaciones contra Israel de terrorismo de Estado se escuchan desde hace días en el mundo árabe. Mientras, los países occidentales lamentan la catástrofe e insisten: el problema es el tráfico de armas hacia Hamás, que ayer rechazó la propuesta egipcia para forjar un alto el fuego. El completo levantamiento del bloqueo no se contempla y la renuncia a las armas se antoja inaceptable para el movimiento islamista. De hacerlo, simplemente, perdería su razón de ser.

Entre los casi 800 muertos -ayer se recogieron 35 cadáveres en zonas de combate entre la una y las cuatro de la tarde-, algunos presentan heridas producidas por armas prohibidas. Médicos noruegos que trabajan en el hospital Shifa de Gaza aseguraron que el Ejército utiliza bombas prohibidas por la Convención de Ginebra. Mads Gilbert, doctor nórdico, relató a una ONG canadiense que atendió a un niño de 10 años "que tenía el pecho lleno de fragmentos de esas bombas y en su regazo la pierna mutilada de otro adulto". Gilbert añadió que estos proyectiles tienen una onda expansiva que sólo alcanza 10 metros, pero quienes se hallan en ese espacio quedan despedazados. "Hemos visto a muchos pacientes así, con grandes pedazos de tejido muscular desgarrados", añadió el médico Erik Fosse.

"Los alcantarillados y desagües, el puerto de pescadores, torres de telefonía móvil, clínicas móviles, cientos y cientos de edificios, calles, carreteras, puentes, lo están destrozando todo", relataba desde Gaza un vecino del campo de refugiados de Yabalia. Después de dejar Gaza asolada y de asestar a Hamás un golpe de calibre aún incierto, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, aseguró que la operación continuará porque "no se han logrado todavía los objetivos". En los cementerios no queda espacio.

armas se antoja inaceptable para el movimiento islamista. De hacerlo, simplemente, perdería su razón de ser.

Entre los casi 800 muertos -ayer se recogieron 35 cadáveres en zonas de combate entre la una y las cuatro de la tarde-, algunos presentan heridas producidas por armas prohibidas. Médicos noruegos que trabajan en el hospital Shifa de Gaza aseguraron que el Ejército utiliza bombas prohibidas por la Convención de Ginebra. Mads Gilbert, doctor nórdico, relató a una ONG canadiense que atendió a un niño de 10 años "que tenía el pecho lleno de fragmentos de esas bombas y en su regazo la pierna mutilada de otro adulto". Gilbert añadió que estos proyectiles tienen una onda expansiva que sólo alcanza 10 metros, pero quienes se hallan en ese espacio quedan despedazados. "Hemos visto a muchos pacientes así, con grandes pedazos de tejido muscular desgarrados", añadió el médico Erik Fosse.

"Los alcantarillados y desagües, el puerto de pescadores, torres de telefonía móvil, clínicas móviles, cientos y cientos de edificios, calles, carreteras, puentes, lo están destrozando todo", relataba desde Gaza un vecino del campo de refugiados de Yabalia. Después de dejar Gaza asolada y de asestar a Hamás un golpe de calibre aún incierto, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, aseguró que la operación continuará porque "no se han logrado todavía los objetivos". En los cementerios no queda espacio.


Están horrorizados. La Cruz Roja, Naciones Unidas, médicos noruegos que trabajan en Gaza y varias ONG difundieron ayer episodios escalofriantes del ataque de Israel contra la franja que ya se ha cobrado casi 800 muertos, 219 de ellos niños, en 13 días de matanzas y destrucción. Niños a los que se deja sin alimentos sobre los cadáveres de sus madres sin permitir el acceso de ambulancias, empleo de bombas diseñadas para mutilar y prohibidas por la legislación internacional y ataques a convoyes de ayuda humanitaria de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (UNRWA). Este organismo, de cuya ayuda dependen 750.000 palestinos en la franja (la mitad de la población de Gaza), dijo basta y suspendió todas sus actividades después de que uno de sus camioneros, que se encaminaba a recoger un cargamento, cayera muerto por fuego de la artillería israelí.

"¿Leyes internacionales?", se mofaba recientemente un alto mando militar en una reunión con periodistas. "Hay que arrasar Gaza", comentaba días atrás un ministro israelí. "Estamos siendo muy agresivos", admitía un oficial del Ejército. En las televisiones árabes se difunden imágenes que atestiguan esa ferocidad y que en Occidente se prefiere omitir. Son desgarradoras. Niños y ancianos sacados de los maleteros de coches sin piernas, amasijos de carne quemada.

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