El papel fundamental del precio de los hidrocarburos en el mercado mundial viene definido por la industria del refino, que a su vez está condicionado por un lado, por los avances tecnológicos de la industria, y por otro, por la legislación medioambiental desarrollada en todos los países de la OCDE. En el nuestro, el mercado del refino y distribución de hidrocarburos es un oligopolio entre Cepsa y Repsol, que deja como operadores marginales a variadas empresas multinacionales. Cepsa está controlada, en cuanto a estrategia, por la francesa TOTAL y depende en mucho de los contratos a largo plazo de compra de gas conducidos por metaneros desde Egipto y países del norte de África. Por su parte, Repsol depende de 2 oleoductos: uno, el oleoducto, todavía en litigio, con la argelina Medgaz; el otro es el proyecto de oleoducto de Gazprom. La clave del precio del hidrocarburo en España también queda definido por la red de distribución, el grupo CLH y la red de gasolineras propias y franquiciadas que también constituyen una malla controlada, en cuanto a precios, por la refinadora. El Gobierno resulta tan poco intervencionista en este mercado que permite que las refinadoras sean extremadamente rápidas en trasladar el precio de la subida de petróleo y gas al consumidor y extremadamente lentas en trasladar las bajadas de precio de las mismas. ¿A qué se debe esto? La Agencia Tributaria recauda un porcentaje fijo sobre el precio de los hidrocarburos en términos de impuestos, por lo que si el precio del crudo y del refino sube, también crece el importe del impuesto recaudado. Así que, parece que no existe un incentivo suficiente a que surja alguien interesado en mantener reducido el precio de la energía en España. Si hubiese mayor competencia en este sector del refino, seguramente Solbes podría contener mejor el incremento de la inflación ante el aparente desboque del precio del crudo.
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La OPEP decidió hace poco mantener la producción de crudo en una cantidad tal que absorba, exactamente, todo el petróleo bombeado por encima de las cuotas pactadas (a pesar de las presiones de Bush: Ya leíamos la semana pasada en EL MUNDO pág 37 que Shell y Repsol abandonaban el mayor pozo de gas de Irán debido a las presiones por parte de EE.UU.). Así que la OPEP engaña a un mercado que no quiere más que ser engañado. En realidad, el mercado busca justificaciones para desembarazarse de los especuladores. Por un lado la OPEP dice que mantiene el bombeo, pero, en realidad, la producción real de crudo queda a la baja. Para la OPEP la escalada de precios del crudo no es un problema de oferta, sino de los movimientos especulativos relacionados. Además, ¿para que preocuparse del precio si los bancos centrales no dejan de minimizar sus efectos sobre la recuperación económica? La inflación no sube lo que debería subir para un precio del crudo permanentemente por encima de los 45 dólares. La conclusión es que la culpa del crudo a más de 45 dólares la tendría la política del Gobierno Bush de fomentar el dólar barato.
La OPEP quiere sobre todo compensar el perjuicio ocasionado por el dólar "débil" en los ingresos, en moneda local, de los presupuestos públicos de los países miembros. Cuanto más monodependientes sean esos ingresos públicos de los de la venta de crudo, más fuerte es la tentación de reducir la oferta para subir los precios. Es un "problema" general que afecta desde Nigeria hasta Kuwait o Venezuela. Pero sobre todo afecta a Arabia Saudí y, también, a las cuentas públicas de otros países no-miembros, como Noruega y Rusia, que tienen crudo con un elevado coste de producción. La OPEP querría conseguir que la oferta fuese siempre por detrás de la demanda, que el precio no incentivase la búsqueda de nuevos yacimientos ni la puesta en valor de las energías alternativas, mucho menos que los consumidores creyesen en la amenaza de un estancamiento económico con inflación.
Ahora, la OPEP ha optado por averiguar si manteniendo la producción los ingresos adicionales, a precios más bajos, podrían compensar la pérdida por la devaluación del dólar. Es lo único que las circunstancias "geopolíticas" permiten hacer. A cambio, la OPEP logra aumentar la cohesión interna de sus miembros, lo que podría reducir la incertidumbre sobre el precio futuro, facilitaría el proceso hacia una bajada de tipos de interés y haría que los costes empresariales fuesen más predecibles.
La alternativa es una reedición de la guerra de Irak, esta vez en Irán, como advertencia al amigo Chávez.
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EL CRUDO A 200 DÓLARES
Según CINCO DÍAS (página 28), el barril de brent estaba el pasado día 16 a 124,99 dólares. Habría que comprobar si, en términos reales, este máximo de ahora es máximo histórico. El periodista Miguel Roig se preguntaba en EXPANSIÓN pág 26 ¿Y si el barril de petróleo alcanza los 200 dólares?
Anticrisis
¿HAY ALGUIEN QUE HAYA ELABORADO ESCENARIOS ALTERNATIVOS PARA LA LLEGADA DE LA ESTANFLACIÓN?
A pesar de que el INE haya publicado que el crecimiento en términos intertrimestrales haya crecido sólo un 0,3%, Solbes sigue diciendo que con el crecimiento actual no se puede hablar de crisis sino de desaceleración (CINCO DÍAS pág 40)
A pesar de los ejemplos que muestra la historia de Tántalo subiendo inútilmente a una montaña, los expertos asesores económicos de los gobiernos han terminado inundando los cementerios profesionales. Esto es "la vida vivida", fíjense: en EXPANSIÓN pág 33 podemos leer que la responsable económica del PP, asegura que "El Gobierno estudia adoptar otros paquetes de medidas anticrisis y en CINCO DÍAS pág 24 se afirma que el presidente de la CECA desvela que la banca y economía barajan ocho medidas para prevenir una crisis económica mayor.
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