jueves, 27 de diciembre de 2007

chamanismo




lo dijo sylphides



Hay algo no terrestre en su paso por la tierra, los chamanes son elegíacos a su manera, en un medio de reconquistar su primigenia, su antigua felicidad!

La Elegía es un subgénero de la lírica que designa por lo general a todo poema de lamento o poema triste. La actitud elegíaca consiste en lamentar cualquier cosa que se pierde: la ilusión, la vida, el tiempo, un ser querido y un largo etcétera. La elegía funeral (también llamada endecha o planto, en la Edad Media) adopta la forma de un poema de duelo por la muerte de un personaje público o un ser querido, y no ha de confundirse con el epitafio o epicedio, que son inscripciones ingeniosas y lapidarias que se inscribían en los monumentos funerarios, más emparentados con el epigrama, otro género lírico.






Nuestros cuerpos y nuestros espíritus están expuestos a una serie de agresiones permanentes que destruyen poco a poco sus mecanismos de equilibrio. Nuestra fortaleza estaría en todo lo que nos muestra que podemos seguir latiendo interiormente con fuerza y a un nivel de pulsaciones exacto con la naturaleza.
un besito.



lo dijo Para sylphides



Así es y alimentando nuestros mejores sentimientos no hay fuerza que nos derrumbe. Besitos.


Muchas personas, antes y ahora, se han preguntado por la autenticidad de tales sensaciones y experiencias. No pocos han intentado reproducirlas. Ajenos a su cultura, existe un turismo que se aventura hasta las selvas amazónicas para beber el alucinógeno, encontrándose con una bebida muy rebajada, una ayahuasca muy diluida que cubre los requerimientos curiosos de los turistas. La forma pseudo-ritual con la que se les brinda consuma la mascarada.
Experimentos más serios sobre la ingestión de ayahuasca o guanto, son reseñados por Miguel Ángel Cabodevilla. Ha existido interés de algunos investigadores por acceder a estas vivencias, conocimientos y visiones de los bebedores de la Amazonia, como es el caso del viajero francés Henry Michaud, que el siglo pasado navegó por el río Napo y conoció a los chamanes e ingirió los alucinógenos. También ha habido experiencias actuales de científicos e incluso de algún sacerdote misionero.

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