lunes, 3 de enero de 2011

más Europa

Europa pierde y perderá peso, tendiendo a un peso relativo cada vez menor. Y no hay solución, además.
Demográficamente somos el segundo Japón del mundo. La media de edad alemana se aproxima a los 45 años. Salvo los países nórdicos, Gb y en menor medida Francia, esto acarreará graves consecuencias.
El modelo de la Unión Europea está demasiado influído por la peste de la Republique française. Francia pretende dominar toda Europa una vez que ha concluido su mito de grandeur, como vicaria, como extensión de su Estado. En Francia no hay empresa grande en la que el Estado no tenga una importante participación y en la cual los gestores no sean parte de la mafia enarca. No manda el capital, sino tecnócratas sólo solidarios con otros tecnócratas. Este capitalismo de estado funciona bien en China (que de momento está viviendo de un dividendo demográfico y de una emergencia colosal de una clase media) pero ese modelo no funciona ya ni en Francia ni en Europa por la misma ausencia de razones.
No hay nada más triste para un europeísta que recordar la foto del imbécil de Sarkozy abroncando con el mentón levantado a la Comisaria de Asuntos Sociales a propósito de la vichiniana expulsión de familias gitanas. Vd no sabe con quién habla, venía a decirle. Y todos los demás estados aplaudiendo, porque todos ellos son celosos de su soberanía y no están en absoluto dispuestos a crear un demos europeo.
Cuando a un empresario le sea indiferente abrir una empresa en un suburbio de Berlín u otro de Atenas, podremos decir que sí somos una potencia mundial. Mientras tanto, nuestro sino es de las ligas y anfictionías griegas, con un devenir histórico similar.

Publicado por: faras | 03/01/11 en 12:59


Esto es lo que dice también el Economista Observador:


La primera empresa de la Eurozona es Siemens una potencia industrial pero Siemens el fundador era coetáneo de Vön Bismark. La siguiente es la petrolera Total y la tercera Telefónica la única europea en el sector de TIC pero que surge tras un monopolio público, aunque la transformación de la compañía desde los noventa es digna de elogio.

Europa adolece de empresas gacelas como Apple o Google y lo peor no estamos haciendo lo suficiente para resolver ese retraso. Todos los países aprobamos hace una década aprobamos los objetivos de Lisboa 2010 y todos hemos incumplido. ¿Qué ha sucedido? Nada hemos diferido los objetivos a 2020.

Vamos retrasados en la revolución tecnológica, perdemos influencia política y económica en el mundo y ¿qué estamos haciendo? En vez de afrontar los problemas acometer reformas, crear un mercado financiero para empresa gacelas, mejorar la situación de nuestros investigadores, es preferible echarle la culpa al euro y a los griegos y a los irlandeses de nuestros problemas.

Como siempre digo el pasado no se puede cambiar pero en estas cosas hay que pensar a largo plazo y el objetivo debe ser la foto de 2020. La receta es liberalizar sectores para crear estados de necesidad favorables a la innovación, eliminar barreras a las empresas gacelas que deberían tener un programa similar al del Lince ibérico, dar un apoyo público que permita la creación de círculos de innovación empresa universidad y la creación de una agencia financiera europea para el apoyo de estos proyectos que involucre al inversor privado compartiendo el riesgo entre ambos.

Yo soy un europeísta convencido y sin el proyecto europeo estaríamos mucho peor pero soy consciente de nuestras debilidades y sin duda los europeos somos muy reacios al cambio. Lo fácil es culpar a los políticos pero somos las sociedades europeas las reacias al cambio y las que necesitamos perder el miedo al futuro y al progreso. Pedir protección a nuestros políticos para conservar lo que tenemos es la manera más eficaz de perderlo.

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