Jamás con tanto amor sintió
latir su corazón como ahora late.
Empero comprimiéndose
desciende al hondo
camarote de su viaje.
Al aire su follaje dócil,
solitaria, se eleva entre ruinas,
triste parece que el pasado llore,
con magia irresistible
llaman los ojos la
atención del viajero.
¿Qué corazón al misterioso encanto
no responde?
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