la balanza por cuenta corriente de de junio que publica el Banco de España. Habitualmente el interés es analizar sólo la cuenta corriente en la página 4 y podemos observar cómo el déficit comercial aumentó con respecto a junio de 2009, principalmente por el incremento de los precios del petróleo y el gas y que las exportaciones han crecido mucho más que las importaciones. Como el superávit de la balanza turística aumentó en 2010 por el aumento de las pernoctaciones de extranjeros y todo eso lo compensó un desplome del déficit de la balanza de rentas por la caída de los tipos de interés y la reducción del pago del servicio de nuestra deuda externa.
Pero en junio España estaba en el ojo del huracán de la Tragedia Griega y el interés está en analizar la cuenta financiera. Aunque era esperado por este economista observador, el dato me ha estremecido. La salida de inversión en cartera de no residentes en junio ascendió a 12.695 millones y en otras inversiones, principalmente recoge el mercado interbancario y el de repos, alcanzó la friolera de 25.258 millones. Si miras las mismas partidas en la página 5 que recoge el acumulado desde enero a junio las cantidades ascienden 35.765 y 35.582 millones, lo cual suma más de 71.000 millones que equivale al 7% del PIB.
En cualquier otro país esta fuga de capitales habría provocado una crisis cambiaria y nos habríamos visto obligados a pedir ayuda financiera al FMI, algo a lo que estuvieron apostando los especuladores y algunos economistas en España alentaron, incluso en prestigiosos medios internacionales como el FT. ¿Por qué se equivocaron? Principalmente, aunque no únicamente, porque España pertenece al euro, porque nuestro endeudamiento y principales necesidades de financiación son bancarias ya que son los agentes que financiaron el boom inmobiliario y que han asumido el riesgo de refinanciación de la deuda de las familias y porque el diseño institucional del euro en 1998 fue muy eficiente y ya incluía situaciones de este tipo. Además, el Gobierno y el Banco de España reaccionaron acertadamente anunciando el Plan de ajuste, la reforma del mercado de trabajo, de la Ley de Cajas, recapitalizando el sistema bancario y presentando las pruebas de estrés y la sociedad española demostró una vez más madurez democrática asumiendo las medidas con rabia pero sin ira.
El Plan de Ayuda ha existido y se llama BCE y acceso ilimitado a las subastas de liquidez que viene al final del cuadro incluido en la posición contra el eurosistema. Además, España tienen muchos pasivos exteriores pero también muchos activos y en junio los españoles repatriamos capitales a nuestra querida España por valor de 9.208 millones, aunque el colapso del mercado de repos refleja que en otras inversiones salieran flujos de interbancario hacia el exterior, por lo que el neto de la repatriación fue de unos 5.000 millones y en los primeros seis meses asciende a 18.000 millones, 24.000 de desinversiones en cartera en el exterior.
Ahora que el huracán ha pasado, los flujos han vuelto al mercado de repos y muchos inversores internacionales han comprado masivamente bonos del tesoro especialmente a corto plazo, por lo que en agosto veremos fuertes entradas de capital extranjero en la cuenta financiera y en septiembre veremos caer con fuerza la apelación de los bancos españoles al BCE.
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