los sacrificados por la solidaridad nacional

Así que ya pueden imaginarse la cola que se habrá formado ante la Oficina Económica del Presidente para conseguir no ser incluido en el listado de sacrificados por la solidaridad nacional. En LA VANGUARDIA, pág 51, se desglosa detalladamente el déficit público: 9,5% para el Estado, un 2,2% para las Autonomías y un 0,5% para los Ayuntamientos. Sin pacto de Estado, nadie en su sano juicio querrá ser voluntariamente solidario. Preferirá ser como el “golfillo” de Martinsa, que advierte de “su grave riesgo de liquidez”, o Luis Millet del Palau. Pero sin pacto de Estado, la cola se formará en Génova más que en Moncloa. Porque si hay que sacrificarse, ¿cómo será el sacrificio de los inmigrantes, de los mayores de 65 años y menores de 67 o de los enfermos de síndrome de fatiga crónica? ¿O de los universitarios sin recursos? Sepan ustedes que el gasto no financiero previsto en los Presupuestos de 2010 ya está comprometido en sus dos terceras partes; así que la tijera de 25.000 millones de euros impuesta por los mercados va a tener que concentrarse en el gasto de ministerios invisibles en la multitud de entes del sector público empresarial ocultos en el maremágnum de los números administrativos, en las 50 universidades, los 47 aeropuertos públicos y las no sé cuántas televisiones públicas.