En el debate sobre las medidas de ajuste de ayer, la ministra Salgado se puso en “plan trágico” para ver si lograba la compasión de los españoles pusilánimes. Para ello, según CINCO DÍAS, pag 30, dijo que “las presiones de los mercados financieros han amenazado al euro, y han de ser afrontadas de forma inmediata y decidida”. La ayuda alemana al euro tenía un reverso tenebroso: la exigencia, liderada por Alemania, de que los más castigados por los mercados agudizasen sus planes de estabilización fiscal” para no atacar al euro a través del bono del Reino de España. “Y la española no era buena por lo que se hacía imprescindible el doloroso plan de ajuste de 15.000 millones de euros. El objetivo, cerrar 2011 con el déficit en el 6% del PIB, para garantizar la llegada al umbral del 3% exigido por Europa dos años después”.
Todos sabemos que el problema del ataque al bono del Reino de España radica en las fiestas del Rocío (que durán un mes entre pitos y flautas) y en los 3 meses de vacaciones universitarios y en los millones de funcionarios “entran a las 9, desayunan a las 10 y se van a las 12″. Los mecanismos para exigir incremento de productividad son mecanismos “a la griega” que necesitarían una reforma drástica del mercado de trabajo con o sin apoyo de los sindicatos. Lo del contrato único laboral con el que se reformará el mercado de trabajo viene explicado en una opinión del profesor (LSE) Luis Garicano.
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