La verdad es que estoy impresionada estos días con todas las cosas que nos hemos escrito los dos. Me gustaría hacer como una recopilación y estudiarlas, sí en serio. Es que veo que escribes con una concentración de la idea y el sentimiento que me sorprendo, porque esto es llamativo en ti, sí porque Virginia un poco hace eso al escribir, claro que ella pone esa fuerza poética, telúrica, que hace ver la calidad de una buena escritora, en todo lo que mira y toca.
Pero estoy muy sorprendida, y estoy llena estos días solo con lecturas de nuestras cartas.
También estuve leyendo mucho las cartas de amor que publica Marina en su libro Palabras de amor, en donde también se aprecia de una mano directa muchas vidas amorosas y todo lo que dan de sí, a veces a través de una larga e interminable correspondencia que puede durar años o casi toda una vida, aunque no siempre., ni todos pueden tener esa condicíón o fortuna por poder escribirse.
Yo creo que a partir de la Ilustración y en Francia es donde más se empezó a ejercer esta costumbre por escribirse, quizás por el ingenio con que escribían y porque desde luego era un siglo para el lujo y para el amor, se divertían así, por lo que muchas veces estas historias mas bien son como novelas, un poco como Los miserables de Victor Hugo y no siempre, en realidad muy pocas veces terminaban vbien, porque estaba implicad la vida social, el ambiente de lujo, las disputas por mantener un puesto o cargo y cosas que hacían que la vida de algunos hombres así conocidos o publicos pues no fuese algo permanente o estable, ni tampoco en sus vidas sentimentales. Es el momento en que también Rousseau escribe su Emilio, sobre la educacion sentimental, y hay desde ese momento, como un discurso por expresarse a través de la palabra para crear una educación sentimental y social acorde con esos tiempos.
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