2. virginiawoolf:
3 Mayo 2010 a las 11:12 pm
creo que el problema es que no hay una reprobación social adecuada, es decir, el maltratador sólo necesita maltratar a su víctima, mientras que luego pasa por ser una persona de conducta inmejorable entre sus amigos o entre la sociedad donde se desenvuelve, por lo que la sociedad no le reprocha nada, sino que no tiene conciencia y no hace nada. Es decir, los maltratadores existen porque no hay un reproche social y poque su entorno social se lo permite.
Y no es bueno hablar de la violencia de las mujeres hacia los hombres, esto es otro tipo de violencia, llámese alienación parental o lo que sea, pero en todo caso la mujer nunca pretende someter al otro cónyuge, en el sentido de tener una mejor posición social o económica. Y lo cierto es que en este caso, los hombres no tienen reproche social, ni reprobación, porque no tiene el mismo efecto en absoluto.
Por favor, quítense las mujeres las vendas de los ojos, y me parece muy eficaz lo que aquí se nos dice en este artículo, aprendamos a distinguir psicológicamente las pautas de conducta peligrosas, en fin, son tantas las necesidades afectivas que tenemos todas, que podemos estar ciegas, pero más de tres veces ya no, por favor.
Y la sociedad debería hacer una reprobación mayor, que sigan endureciéndose todas estas conductas, que el maltratador sienta vergüenza, porque realmente no la tiene.
En fin, muestro mi apoyo a todo lo que sean medidas eficaces para prevenir, para educarnos contra la violencia de género.
Un saludo afectuoso
No hay comentarios:
Publicar un comentario