Además, el próximo ministro de Hacienda que, según decía ayer el periodista Carlos Segovia podría ser Manuel Pizarro (suplemento MERCADOS de EL MUNDO pág 64), tendría que aplicar la misma amnistía fiscal al capital evadido que ha propuesto Berlusconi, con un castigo tan sólo del 5% del importe del fraude. Pizarro contaría con la ventaja de la tregua de los 100 días de gracia de que goza cualquier gobierno, para una amnistía tan arriesgada políticamente. Tan "gallitos" están los de la cúpula de Génova que, en una entrevista en EL MUNDO pág 8 a Cristóbal Montoro, llega a decir que "me ofrezco a darle clase de Economía a Zapatero, aunque dudo que tuviera éxito porque hay personas que no aprenden y no hay mejor ciego que el que no quiere ver".
Así que la debacle de ZP en forma de paro masivo, comenzó cuando "alguien" ciego aconsejó a la Oficina Económica del Presidente que, contra la idea de David Taguas, no se impidiera la declaración concursal de Martinsa. Esa decisión de ano ayudar a los empresarios que se habían forrado en el sector de la construcción durante 15 años seguidos, desató la quiebra encadenada del sector, igual que sucedió cuando Bush permitió que quebrara Lehman. La fatalidad del destino de Zapatero tuvo su origen en el momento en el que Taguas fue desdeñado.
La ironía del destino es que, como decía la Agencia Efe la semana pasada, un juez autorizó a Martinsa a vender el antiguo avión privado de Manuel Jové por más de un millón de euros, ya que su mantenimiento y valor decreciente no contribuyen a levantar el concurso. Los dioses ciegan a quienes quieren destruir.
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