jueves, 15 de octubre de 2009

Stiglitz y Almunia critican las ayudas masivas a la banca

Stiglitz y Almunia critican las ayudas masivas a la banca

Ramón R. Lavín. Bruselas

El premio Nobel americano y el comisario de la UE creen que debe recortarse el tamaño de las entidades, que son "demasiado grandes para caer".

El premio Nobel de economía, el americano, Joseph Stiglitz, catalogó la ayuda masiva que los países occidentales han aportado al salvamento de su sistema bancario, como "un atraco a mano armada", a la vez que aseguraba que si no se recorta el tamaño de esas instituciones, esto volverá a ocurrir, ya que "son demasiado grandes para que puedan quebrar".

El comisario Joaquín Almunia, también estima que hay que encontrar una respuesta a ese problema, los bancos son demasiado grandes para que un Estado pueda permitirse dejarlos quebrar, y sobre todo, hay que evitar que los contribuyentes tengan que volver a pagar para efectuar nuevos rescates.

En su intervención en el transcurso de una conferencia sobre la crisis financiera, Stiglitz declaró que "Europa lo ha hecho un poco mejor que Estados Unidos", en lo referente al control de la banca y a la supervisión, pero nada de lo que ha ocurrido va a evitar que "esto puede repetirse, si el tamaño de los bancos no se reduce".

Según calcula la Comisión Europea, los Estados miembros han inyectado 1,5 billones de euros en sus bancos, desde el comienzo de la crisis, y el total autorizado como ayudas de Estado, supera los 3,5 billones de euros, incluyendo las garantías y la compra de activos tóxico, lo que equivale a un tercio del PIB de la UE.

Por su lado el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, en esa misma conferencia, también se interrogó sobre la necesidad de buscar una solución al problema del tamaño de los bancos "demasiado grandes para poder quebrar". El comisario europeo piensa que hay que instaurar un mecanismo de solución de crisis, para evitar de nuevo que sean los contribuyentes los que tenga que pagar el pato. Y añadió que esas inyecciones masivas de capital de los Estados equivalen a una renacionalización de la banca.

En la UE se añade un problema suplementario sobre el reparto de la carga del salvamento de esas instituciones, porque no está claro qué Estado debe asumir la responsabilidad en caso de que se trate de filiales de un banco instalado en otro Estado de la UE. Este asunto no está definido en la propuesta de la Comisión Europea sobre supervisión financiera, lo que constituye el eslabón que falta a todo el edificio de supervisión en la UE.

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