jueves, 1 de octubre de 2009

más hambrientos por culpa del cambio climático, 25 millones

25 millones más de hambrientos para 2050 por culpa del cambio climático

Un informe encargado por el Banco Mundial alerta sobre las devastadoras consecuencias de no detener el calentamiento global

SUZANNE GOLDBERG. THE GUARDIAN / EL MUNDO-Washington

A mediados de este siglo, 25 millones de niños más engrosarán la lista de hambrientos por culpa del cambio climático. Según un alarmante informe científico presentado ayer, el calentamiento global provocará la escasez de muchos alimentos y un alza considerable de los precios de los productos de primera necesidad, como el arroz, el trigo, el maíz o los brotes de soja.

La investigación, preparada por el Instituto de Investigación Internacional de la Política Alimenticia (siglas en inglés, IFPRI) para el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo, afirma que si el cambio climático no se detiene, afectará a todas las regiones del mundo, pero las más vulnerables (el sur de Asia y el África subsahariana) serán golpeadas con mayor dureza: fallará el rendimiento de sus campos de cultivo.

Los niños de 2050 dispondrán de menos calorías para consumir que en 2000, asegura el informe, y su impacto fulminaría los avances logrados durante las últimas décadas en la reducción de la desnutrición infantil. Este desolador panorama es el primero que contempla los efectos del cambio climático sobre el suministro mundial de alimentos, combinando modelos climáticos y agrícolas.

El año pasado, los máximos precios del grano coincidieron con huelgas y revueltas en prácticamente todo el tercer mundo, desde Haití a Tailandia. Los líderes en la cumbre del G-20, reunidos en Pittsburgh la semana pasada, se comprometieron a aportar 2.000 millones de dólares (1.400 millones de euros) para garantizar la alimentación, y en Naciones Unidas se prevé la celebración de una cumbre sobre seguridad alimentaria el próximo mes de noviembre, la segunda desde los disturbios del año pasado.

Sin embargo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, está presionando al Banco Mundial y a otras instituciones para que hagan más. Ha dicho que el mundo industrializado necesita intensificar la inversión en la investigación de la alimentación y ofrecer un seguro de cultivos más asumible para los pequeños granjeros de países en vías de desarrollo. Aunque se han estabilizado los precios, el sistema de alimentación mundial todavía está en crisis, dijo este fin de semana.

"Cada vez hay más gente sin alimentos porque sus precios siguen estando obstinadamente altos, porque el poder adquisitivo ha disminuido debido a la crisis económica, o porque han fallado las lluvias y nos hemos comido las reservas de grano", dijo. Incluso si no existiera el calentamiento del planeta, las crecientes poblaciones hacen que el mundo se dirija hacia la escasez de alimentos y hacia su subida de precio.

"La crisis del precio de los alimentos del año pasado fue realmente un aviso para alertar a mucha gente de que en 2050 vamos a ser un 50% más de humanos sobre la superficie de la tierra", comentó Gerald Nelson, el autor principal del informe. "Cubrir esta demanda de alimento que implica del crecimiento demográfico va a ser un enorme reto, incluso sin cambio climático".

Tras varios años en los que la ayuda al desarrollo se ha desviado lejos de las zonas rurales, el informe pide 7.000 millones de dólares (5.000 millones de euros) anuales para la investigación en rendimiento de cosechas, inversión en riego y en infraestructura rural para ayudar a los granjeros a ajustarse a un clima más caliente. "Seguir enfocando el problema como de costumbre garantiza casi con certeza consecuencias desastrosas", asegura Nelson.

El informe se preparó para los negociadores que están intentando alcanzar un pacto global contra el cambio climático en las reuniones que se están celebrando esta semana en Bangkok. Utilizaron los modelos climáticos preparados por el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica en Colorado y por la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth en Australia, para realizar las estimaciones de cómo los cambios en las estaciones de crecimiento y en los patrones de precipitaciones afectarían a los cultivos en el mundo en desarrollo y en el resto de países.

Campos anegados

El informe presenta a Asia como el epicentro de la crisis alimentaria, con la última advertencia científica de una subida del nivel del mar de hasta 1,8 metros en 2100. Pero incluso con una subida de 0,9 metros, Bangladesh podría perder la mitad de sus arrozales, anegados por el mar; y Vietnam, el segundo mayor productor mundial de arroz, podría ver gran parte del delta de Mekong bajo el agua. La producción del trigo y del arroz también disminuiría debido a las sequías agudas, causadas por el derretimiento de los glaciares del Himalaya que almacenan el agua que les llega a los principales ríos de la región: el Indo, el Ganges, y el Yangtse.

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