miércoles, 7 de octubre de 2009

los países del G-20 y la cumbre de Pittsburgh

Lecciones del G-20

Pedro Antonio Merino García

Con el Presidente estadounidense Barack Obama como anfitrión, el G-20 ha reforzado en Pittsburgh una imagen de coordinación y liderazgo frente a la actual crisis financiera y económica. Con la designación del G-20 (en el que se incluyen Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Corea, Sudáfrica y Turquía) frente al G-8 como el foro principal para la cooperación en materia de economía internacional, se ha oficializado el creciente peso y protagonismo de los países emergentes. El G-20 está convocado a reunirse dos veces en 2010 y anualmente a partir de 2011.

La cumbre de Pittsburgh ha servido primordialmente para coordinar y reiterar el mantenimiento de las políticas de estímulo fiscal y monetario mientras sean necesarias y para fijar una lista de compromisos y plazos para las reformas. El comunicado del G-20, reflejando su composición, aborda de manera multidimensional la crisis y anuncia acciones en frentes tan diversos como la reforma de los mercados e instituciones financieras, la normativa contable o las cuotas de representación en organismos internacionales o la lucha contra la pobreza y la exclusión, la racionalización de los recursos energéticos y el cambio climático.

Conclusiones en el comunicado


En el comunicado final se destacan las siguientes conclusiones:
-El G-20 ha acordado lanzar el "Pacto para el crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado" que diseñe las políticas y la forma de actuación conjunta que genere un crecimiento global fuerte, sostenible y equilibrado. Esto implica un cambio de fuentes de demanda públicas a privadas, establecer un patrón de crecimiento más sostenible y equilibrado y reducir los desequilibrios.

-Se vigilará que el sistema regulatorio para los bancos y otras firmas financieras ejerza un control estricto sobre los excesos que han llevado a la crisis. El G-20 se compromete a aumentar los requisitos de capital, implementar fuertes estándares de remuneración internacional dirigidos a terminar con prácticas que conduzcan a una toma excesiva de riesgos, a mejorar el mercado de OTC y crear herramientas más poderosas para que las empresas globales asuman los riesgos que toman. Los estándares para las grandes empresas financieras globales deben ser proporcionales al coste de su quiebra. Se tomarán medidas contra los paraísos fiscales a partir de marzo de 2010.

-Los países reunidos se comprometen a reformar la arquitectura financiera global para enfrentarse a las necesidades del s.XXI; de forma que:

oEl G-20 será el principal foro de cooperación económica internacional.

oSe establece el Consejo de Estabilidad Financiera para incluir a las principales economías emergentes y dar la bienvenida a sus esfuerzos para coordinar y monitorizar el progreso en el fortalecimiento de la regulación.

oLos países miembros del G-20 se comprometen a cambiar las cuotas en el FMI para otorgar al menos un 5% más a los mercados emergentes. Se contribuirá en más de 500 miles de millones de dólares en un Nuevo Acuerdo de Préstamos.

oIgualmente se revisarán las cuotas del Banco Mundial para otorgar al menos un 3% más de poder de voto a los países en desarrollo y en transición.

-Se tomarán nuevas medidas para aumentar el acceso a la comida, combustible y la financiación entre los más pobres.

-Se promoverá la transparencia de los mercados energéticos y la estabilidad de los mercados como parte de nuestro esfuerzo más amplio por evitar la excesiva volatilidad.

oEn este sentido, se implementarán las recomendaciones de la Organización Internacional de las Comisiones de Valores (IOSCO) sobre los mercados de futuros de las materias primas y se solicitará a los reguladores relevantes que recolecten datos sobre las concentraciones de posiciones de los traders en petróleo en nuestros mercados de futuros de materias primas.

oTambién se insta a los reguladores a la colecta de datos relacionados sobre los mercados OTC y combatir la manipulación de los mercados que acabe en excesiva volatilidad de precios.

-Los países asistentes a la cumbre se comprometen a la retirada paulatina y a racionalizar en el medio plazo los ineficientes subsidios al combustible, mientras se provee de apoyo a los más pobres. Los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles apoyan su malgasto, reducen la seguridad energética, impiden la inversión en fuentes de energía limpia y socavan los esfuerzos para hacer frente a la amenaza del cambio climático. Los países del G20 se comprometen igualmente a estimular la inversión en energía limpia, renovable y en la mejora de la eficiencia energética.

-El G-20 se compromete a no tomar posturas proteccionistas y a concluir con éxito la Ronda de Doha.

Reflexiones sobre la cumbre

Esta cumbre no ha supuesto grandes avances en el debate ni ha supuesto la adopción de grandes medidas o decisiones, sino que ha cumplido con la misión de mantener la presión sobre los parlamentos nacionales en el proceso de diseño e instauración de reformas económicas y financieras. También se ha puesto de manifiesto, en palabras de José Manuel Barroso, "el lento avance de las reformas" en materia de regulación financiera.

El establecimiento del G20 como foro internacional sí implica un cambio relevante en lo que respecta al reconocimiento de que en la coordinación y liderazgo económico mundial se necesita incluir a los países emergentes, quienes, al fin y al cabo, representan a la mayoría de la población mundial. Por otra parte, el "Pacto para el crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado" no sería alcanzable sin el consenso y compromiso de los países emergentes. En este sentido, se han adoptado decisiones que conllevan el aumento de la importancia de los países emergentes en las instituciones financieras internacionales.

Estabilidad financiera

Adicionalmente, se ha realizado el reconocimiento expreso del importante papel del Consejo de Estabilidad Financiera, el brazo del G-20 en materia financiera y regulatoria, que tendrá un papel en la coordinación y seguimiento de la regulación financiera y asunción de riesgos, al igual que en la implementación de las medidas respecto a las remuneraciones en el sector bancario.

Dos de las principales características de la cumbre han sido su foco en cuestiones financieras, mientras los grandes desequilibrios comerciales se han tratado de forma difusa, y su énfasis en los plazos para las reformas.

Así, se ha llegado a un compromiso en la adopción de un marco internacional de requisitos de capital para los bancos en 2011, mitigar la prociclicidad, se han llegado a algunas conclusiones que implican una considerable penalización sobre la retribución variable a directivos bancarios, la mejora de los mercados de derivados over the counter y se ha determinado el plazo para finales de 2010 para tener preparado el marco para disoluciones transfronterizas y de instituciones de importancia sistémica efectivas y así reducir el riesgo moral en el futuro.

Sin embargo, no se ha llegado a acuerdos específicos, sino a marcos difusos, respecto a la cuestión de los desequilibrios globales sobre los que se gestó la crisis financiera; esto es, si los países con superávit comercial aceptarán que no pueden descansar en la demanda de los deficitarios y toman medidas al respecto.

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