Entrevista Stephen Roach
"Hay una posibilidad de tres de recaída en la economía"
Roach dejó hace tres años el cargo de economista jefe en Morgan Stanley para trasladarse a Hong Kong como presidente de la entidad en Asia. El conocido gurú avisa de que la recuperación económica global será "muy débil"
Fernando Martínez - Madrid - /2009
Una economía "vulnerable". Así es como ve Stephen Roach, el pesimista por excelencia de Wall Street, a la economía americana. "La recuperación va a ser muy débil y eso la hace vulnerable", explica el presidente de Morgan Stanley Asia. Roach se mudó hace tres años a Hong Kong para seguir más de cerca la situación de un continente que jugará un papel determinante en la economía del siglo XXI. Fruto de ese análisis es su nuevo libro, The Next Asia, que publicará en inglés la editorial John Willey & Sons. En una entrevista telefónica con CincoDías, Roach comenta la situación económica global.
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, afirma que la recesión ha terminado. ¿Cuál es su opinión?
La clave no es si la recesión ha terminado o no. La clave es que la recuperación va a ser muy débil y eso la hace vulnerable. Las economías que tienen una recuperación débil son vulnerables. Bernanke no dijo eso, pero ahora lo estoy diciendo yo. Cuando el principal sector de la economía estadounidense, que no es otro que el de los consumidores, se va a recuperar al ritmo más débil de su historia, eso significa que EE UU no tendrá el colchón que en otras ocasiones le ha protegido de distintas perturbaciones económicas. Hay una posibilidad entre tres de que la economía sufra una recaída. Las economías débiles crecen a lo que yo llamo velocidad de despegue, como cuando un avión levanta el vuelo, y es esa es una situación en la economía está expuesta a muchas perturbaciones. Esta visión es válida tanto para EE UU, como para la economía global. Así que felicito al señor Bernanke, pero me temo que el futuro puede ser muy diferente.
Pero mucha gente piensa ahora que la crisis global no es tan grave como parecía hace un año.
Es cierto que la crisis es terrible, pero al mismo tiempo yo nunca creí que estuviéramos verdaderamente cerca de una gran depresión, como otros sí pensaron. Los fuertes estímulos políticos empleados han sido muy importantes. La señal enviada por los Gobiernos ha dado tranquilidad. Lo que me preocupa ahora es que va a ser realmente difícil revertir los efectos de esas medidas.
En su libro, usted hace referencia a Europa y pinta un panorama sombrío, con las tasas de paro elevadas, convirtiéndose en estructural...
Creo que Europa tiene un gran potencial. Pero ahora mismo, las fuertes complicaciones estructurales dominantes desequilibran la situación global de la economía europea. Es interesante, por ejemplo, el papel que ha jugado en la generación de burbujas una fuerza laboral muy altamente remunerada. Así que Europa debe afrontar reformas estructural, como hacer el mercado laboral más flexible. Si lo consigue, entonces no habrá ninguna razón para que Europa no pueda mejorar su perfil de crecimiento y jugar un papel importante en la economía global y también en Asia. Pero de momento estamos lejos de eso.
Después de tres años en Asia, ¿cuál es su conclusión sobre el continente?
Pienso que en algunos casos se están dando generalizaciones superficiales sobre lo que ocurre en Asia en estos momentos. Si uno se fija sólo en la espectacular expansión de lugares como Pekín, Shanghai, Singapur o Hong Kong, eso no le proporcionará las señales claras de los desafíos que afronta Asia. Es una región cuyo motor histórico ha sido la exportación, respaldada por una enorme demanda procedente de las economías desarrolladas. Eso se ha convertido en un gran riesgo y es necesario que tenga lugar ahora un mayor apoyo interno de una población que significa nada menos que 3.500 millones de consumidores. Ese cambio será una pieza central de la nueva Asia, que será muy diferente de la Asia actual.
Entonces, ¿de qué manera se resumen los desafíos que tiene que afrontar Asia?
Diría que hay tres. El primero es que la demanda externa se está contrayendo de manera dramática; el exceso de consumo procedente de América se ha terminado y es preciso ajustarse a eso. En segundo lugar, reorientar el destino del ahorro privado en Asia, un continente caracterizado por la inseguridad laboral. Por último, los Gobiernos deben invertir más en asuntos como la seguridad social, atención médica y seguros por desempleo.
La Fed debe garantizar la estabilidad financiera
- Estabilidad financiera. Stephen Roach opina que es prioritario que la Reserva Federal, el banco central de EE UU, obtenga el mandato de perseguir la estabilidad financiera.
- Estándares estrictos. El economista y directivo de Morgan Stanley opina que la "terrible política monetaria" del ex presidente de la Fed Alan Greenspan alentó un exceso de endeudamiento en instituciones y hogares que "no debería haber sido tolerado". Por eso, Roach cree que la Fed debe defender pautas de comportamiento y "estándares muy estrictos", dentro de su mandato de estabilidad financiera.
- Antecedentes. No es la primera vez que cambia el mandato de la Fed. Ya ocurrió en 1946, cuando el Congreso decidió que la autoridad monetaria velase por el pleno empleo. En 1978, se aprobó un nuevo objetivo: buscar la estabilidad de precios. Los tipos de la Fed están hoy entre el 0% y el 0,25%.
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