miércoles, 10 de febrero de 2010

¿Cómo ayudar a Atenas?

EL PAÍS

¿Cómo ayudar a Atenas?

JOSÉ CARLOS DÍEZ

Europa aspira a ser un contrapeso de poder global entre EE UU y China pero, de nuevo, la crisis Griega y el efecto contagio pone en cuestión su credibilidad internacional. El G-7, el pasado fin de semana, ha sido la escenificación de que los tiempos de vino y rosas de la coordinación de políticas globales pasaron y ahora todos luchan por colocar su deuda pública al menor coste posible, por lo que los europeos tendremos que resolver nuestros problemas solos.

Grecia tiene un serio problema de credibilidad después de que el nuevo Gobierno tirase de la manta y aflorase un déficit público muy superior al declarado. Berlusconi en Italia y el propio Durão Barroso, hoy Presidente de la Comisión, en Portugal hicieron lo mismo y no por ello debemos condenar a la sociedad griega a las llamas purificadoras de la Inquisición, hoy representada por los mercados.

Aunque la economía griega debe aplicar reformas de calado, para incrementar su productividad por hora trabajada, que está 40 puntos por debajo de la media europea, los griegos tienen una elevada necesidad de financiación a corto plazo y eso aumenta su vulnerabilidad financiera y hace que sean una presa fácil para la especulación.

El FMI tiene entre sus misiones asistir a países miembros en esta situación y apoyar a reestructurar su deuda con el fin de alargar sus vencimientos y dar la estabilidad financiera necesaria para que el crecimiento económico vuelva aflorar. Sin crecimiento, cualquier plan de estabilidad presupuestaria es una abstracción. El problema es que una misión del Fondo en Atenas sería la imagen del fracaso institucional de la UE. Eso es lo que tendrán que estudiar los jefes de estado de la Unión, especialmente Sarkozy y Merkel. Francia y Alemania se están viendo beneficiados a corto plazo tanto por la depreciación del euro, lo cual favorece sus exportaciones fuera del área, como por las tensiones en los mercados de deuda pública, ya que sus tesoros consiguen financiar sus déficit más barato y pueden tomar la misma posición que tomó el G-7. Sin embargo, a largo plazo, países sometidos a restricción financiera limitan el crecimiento potencial de la Eurozona y el juego puede volverse en su contra, pero ya sabemos que a largo plazo todos muertos. No se trata de dar limosna, ni de que el resto de contribuyentes europeos paguemos los errores cometidos por Grecia. Estamos hablando de apoyo financiero con el fin de alargar la duración de su deuda y siempre condicionada a que Grecia tome las medidas necesarias para hacer frente a sus compromisos financieros futuros.

También debemos seguir avanzando en la nueva regulación financiera con el fin de evitar errores pasados. Apostamos por la moneda única para evitar costes derivados de la volatilidad cambiaria y no tiene sentido que ahora permitamos que por medio de derivados financieros volvamos a las andadas. Europa fue secuestrada por Zeus y llevada a Grecia, pero eso es mitología.

José Carlos Díez es economista jefe de Intermoney.




CINCO DÍAS

Mi querida España

José Carlos Díez

Estimada amiga: Llevaba dos años sin escribirte, desde las elecciones generales de 2008, pero viendo el maltrato que has sufrido en los mercados me he decido a mandarte estas líneas de apoyo. En la última carta te advertía de la negativa percepción que había sobre ti en los mercados internacionales y te recomendaba prudencia y buen hacer. En aquella ocasión, tu Gobierno, igual que el resto, negaba la gravedad de la crisis y las dudas de los inversores estaban justificadas: elevado déficit exterior, pinchazo inmobiliario, excesiva exposición de tus bancos al ladrillo, bajo crecimiento de la productividad y pérdida de competitividad por el diferencial de inflación acumulada.

Sin embargo, los ataques que estás recibiendo ahora están fuera de lugar y no corresponden a la realidad. Vas a salir de la recesión un año antes de lo esperado, tus familias ya están aumentando su consumo, tus empresas la inversión y tus exportaciones se han comportado mucho mejor que el resto, especialmente que las británicas, a pesar de la depreciación de la libra. ¿Por qué esta histeria ahora en los mercados?

Cuestionan tu capacidad para volver a crecer y ven en ti al próximo Japón. Se ceban en tu elevada tasa de paro pero no se dan cuenta que es inferior a la de 1994 y muy inferior a la de 1982 y eso no te impidió remontar el vuelo. No entienden que es tu forma de aterrizar a la realidad, aunque me alegro enormemente que hayáis decidido introducir cambios en vuestro mercado de trabajo de cara al próximo ciclo.

Pero desde la distancia, me duele ver cómo no reconocen que a pesar de la destrucción de empleo de los dos últimos años, sigues siendo la que más empleo has creado del club europeo desde que nació el euro. Además eres el país que más inmigración ha recibido. Entonces ¿bastaría con que los dos millones de inmigrantes de Europa del Este que han llegado a España se fueran a trabajar a Alemania para resolver el problema? Y si el análisis es tan simple, ¿por qué los inmigrantes siguen en España y no se van?

Los mercados son volátiles por naturaleza y no son buenos consejeros a corto plazo. La semana pasada tu Bolsa cayó más que el resto y se asocio a la credibilidad de tu Gobierno. Entonces, en 2009 cuando tu Bolsa aumentó un 80% desde mínimos, muy por encima del resto, ¿quería decir que la confianza en tu Gobierno estaba por las nubes? O el día en el que el Santander presenta unos resultados por encima de lo esperado y los mayores del mundo que sus acciones caigan el 10%, el doble que el resto de bancos europeos, ¿significa que no confían en Emilio Botín para liderar la nave? O ¿de repente se han dado cuanta que Botín es español y ese es su estigma? Botín es español hasta la médula y ha conseguido situar a su banco en la cúspide de las finanzas mundiales.

El problema es que queda muy feo criticar al árbitro cuando vas perdiendo. Ya sabías las reglas antes de endeudarte y ahora te toca gestionar la desconfianza de los mercados con mucho tiento y mucha coherencia en tu discurso.

Ahora necesitas que el resto de socios entienda que el ataque a España y al resto de periféricos, es un ataque encubierto al proyecto europeo. Sólo basta mirar que el euro se ha depreciado un 10% desde que comenzaron los ataques a Grecia en diciembre y que este fin de semana da la sensación de que en el resto del G-7 ya no hay crisis y que volvemos a ser los pobres europeos los que tenemos problemas. Todos tienen que emitir deuda pública y es puro instinto de supervivencia.

En este sentido, las palabras de Almunia comparándote con Grecia en medio del huracán, fueron extremadamente desafortunadas, cómo dijo en su día Pío Cabanillas "a las trincheras que vienen los nuestros".

Los mercados en ocasiones se comportan como un rebaño y ahora es necesario el liderazgo político europeo para guiar el rebaño a buen puerto. Está claro que el G-7 tampoco nos va a ayudar. Mientras tanto, todo mi apoyo y solidaridad. No es la primera vez que te ves en esta encrucijada y siempre las has resuelto con éxito.

Se realista y consciente de tus problemas, sigue tomando las medidas adecuadas para resolverlas y al final la codicia de los inversores será mayor que su memoria.

Una economía amiga de la eurozona.

José Carlos Díez. Economista Jefe de Intermoney

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