martes, 22 de diciembre de 2009

acabar con el monopolio de los servicios

pero ya me gustaría a mí ver la declaración de la renta de Doña Manolita. Lo digo porque el sector de los loteros está empeñado, igual que el de los taxistas y los procuradores de los tribunales, en impedir la aplicación de la Directiva de Servicios, que obligaría al Estado a abrir este monopolio a la competencia. Dice la patronal Anapal que "podrían desaparecer 1.300 administraciones y miles de puestos de trabajo". Aquí todos los empresarios amenazan con echar a la gente a la calle cuando su gestión termina en concurso o las leyes les eliminan el traje de la protección ante la competencia. Es como si todos ellos vivieran mejor bajo el reino de "¡vivan las caenas!".

Dice hoy la prensa que la venta de décimos ha caído este año un 3%, aunque ha aumentado el número de participaciones, buscando la ilusión de llevarse "un pellizco". Según contaba LA VANGUARDIA del sábado pasado (página 7) estas participaciones del pellizco aportaban unos beneficios a los emisores de 120 millones de euros. Al día siguiente del sorteo, todos los periódicos hablan del "día de la salud", ya que el dinero no da la felicidad. ¿Jé, jé, qué cosas dicen los ricos! ¿Se imaginan ustedes un año sabático pagando deudas? Pues de eso se habla en ABC, pág 44, contando la historia de los ganadores del segundo premio de la lotería de Navidad del año pasado que, según la periodista, afirmaban que el 80% del premio lo destinaron a... pagar la hipoteca. Ya les digo, dinero negro.

Los españoles siguen desconfiando de los emprendedores con éxito. Sospechan que la riqueza sólo puede llegar por el pelotazo o la connivencia con los poderes fácticos. Pero, sobre todo, admiran que la riqueza personal pueda ser un puro producto de la suerte. Y eso que todo el mundo sabe o sospecha que con la lotería casi todo el mundo pierde dinero. Y que son pocos los que ganan, por un lado los que aciertan y, por otro, las cuatro organizaciones que obtienen mayores o menores beneficios según sea el volumen de venta de lotería: los loteros (que se llevan comisiones del 3% al 6%), los bancos tesoreros que gestionan la recaudación, las propias instituciones (el Estado, la ONCE) que se embolsan desde el 10%-30% de las ventas y las organizaciones que tienen como oficio resolver el problema de blanquear dinero negro a través de la lotería.

Los sorteos extraordinarios, como es éste de hoy, deberían teóricamente facilitar el blanqueo de una gran suma de dinero de una vez. Pero desde hace años es obligatorio que las instituciones identifiquen a los ganadores de premios con importe por encima de las 3.000 euros. Desde entonces hay que dosificar la operación de blanqueo de dinero negro y cuesta más caro que antes.

El mercado de compraventa de billetes premiados por dinero negro se produce siempre "antes" de que el premiado se identifique como tal, gracias a que hay un eficaz "intercambio de información" entre los despachos de lotería y las sucursales bancarias. La operación siempre se produce porque se realiza entre gente "segura" que genera complicidades porque hay comisiones para "todos" los que intervienen. También es porque ninguno de los pasos que hay que dar es ilegal y porque toda la operativa de blanqueo tiene una probabilidad muy reducida de detección por Hacienda.

El aumento de precios en la construcción desde hace 15 años multiplicó el volumen de dinero negro en circulación y, por lo tanto, aumentado la demanda de billetes premiados. Como la oferta de premios localizables para el canje no crece apenas, se ha encarecido el precio de los billetes de lotería con premios bajos (supongamos que ahora dan una "rentabilidad" del 20%, según conocedores del asunto como son los inspectores de Hacienda) y un cierto trabajo mecánico de fragmentación de los premios elevados en participaciones de testaferros cuyos premios nunca superen los 3.000 euros.



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la pasada semana asistimos a un big bang en el parlamento. Aprovechando la trasposición de la directiva de servicios, el Gobierno presentaba la Ley Omnibus que supone una profunda y generalizada liberalización del sector servicios, que yo considero es prioritaria.

Te adjunto un link donde encontrarás el proyecto de Ley y su memoria económica

http://www.meh.es/es-ES/Areas%20Tematicas/Internacional/Union%20Europea/Paginas/Ley%C3%93mnibus.aspx


Estamos hablando del sector que supone dos tercios del PIB y del empleo y el 80% de nuestro parque empresarial, además de ser donde España tiene mayores ventajas competitivas internacionales y en el que hemos ganado cuota de mercado internacional en la última década. Por lo tanto, ahora que todo el mundo busca cual será el Santo Grial que nos permitirá compensar el final del boom de la vivienda sin duda se encuentra en este sector aunque, cómo en la mitología cristiana, en economía el Grial tampoco existe y serán muchos sectores y muchas empresas las que consigan el objetivo.

En 1997, el Gobierno Aznar-Rato, con el apoyo de CIU en el Congreso, acometieron una Ley similar que eliminaba barreras a la competencia en numerosos sectores, desde los servicios de abogacía, pasando por telecomunicaciones, hasta los funerarios. En aquella ocasión, el Gobierno también tuvo que enfrentarse a numerosos grupos de presión que auguraban el apocalipsis. El resultado, ha sido una explosión de empleo en el sector, también de alta cualificación, y los más importante mayor innovación y calidad de los servicios prestados por lo que es una de las claves de éxito de nuestro avance en renta por habitante durante el periodo. Del monopolio Telefónico hemos pasado a tener más competidores y a diario tenemos ofertas de más servicios y menor precio. Telefónica tuvo que superarse y eso sin duda le ha valido para liderar el mercado de telecomunicaciones mundial. De monopolios funerarios municipales y tanatorios y cementerios tétricos, hemos pasado a tanatorios confortables a mitad de precio y cementerios parque en el que la dura realidad de la muerte se asume en un entorno emocional menos trágico para los familiares y amigos. De un sector de fragmentación cómo el de los abogados a ver cómo Garrigues se ha convertido en el líder europeo de servicios jurídicos y fiscales y el resto de grandes bufetes también son extremadamente competitivos, aumentando la competitividad del conjunto de la economía.

La nueva Ley Omnibus tiene el mismo alcance aunque se dirige a otros sectores que siguen protegidos por barreras, aunque madre mía cómo ha cambiado el cuento. El PP y CIU, protagonistas de la reforma del 97 y que han recriminado al Gobierno la falta de reformas y su cobardía para acometer medidas impopulares se han opuesto a esta Ley. El que escribe va viendo tantas cosas que empieza a estar curado de espanto pero debo reconocer que me causo consternación y tristeza ver al líder del PP tirándose fotos con los taxistas delante de la puerta del Congreso, demostración que Mariano Rajoy no tiene un problema deslealtad de sus barones regionales, sino que su problema es de identidad política y eso merma su autoritas y su liderazgo.

En la Ley podrás comprobar tu mismo el artículo 21. La Ley modifica otra Ley de 1987, regula los servicios de alquiler con conductor como servicios discrecionales y liberaliza la fijación de precios de los servicios discrecionales entre las partes. Los taxistas se quejan que supondrá una intrusión, competencia desleal y la ruina del sector y que es un sistema tercermundista. En primer lugar es un sistema similar al de Londres, por ejemplo. En segundo lugar, el servicio de taxi de proximidad seguirá protegido y regulado cómo en la actualidad. Entonces ¿dónde está el big bang? En los servicios regulares a empresas, donde habrá empresas especializadas compitiendo con los taxis. Os voy a contar un caso particular pero muy representativo.

En los últimos cuatro años, Bloomberg TV me invitaba todos los viernes a cara a cara con mi buen amigo José Luis Martínez Campuzano, de Citi. Bloomberg nos mandaba un taxi para recogernos y para retornarnos. La recogida era los viernes a las 10 AM, pasada ya la hora punta de la ciudad de Madrid. La empresa hacía la petición por emisora y el taxista solía llegara con antelación. Yo trabajo en Torre Picasso y no es accesible para los coches por lo que pedía que me recogieran en Torre Europa en la Plaza de Lima.

El viernes es un día muy complicado en mi trabajo, ya que publicamos nuestro informe semanal y antes de irme teníamos la reunión editorial con mi equipo para tratar los temas. Bastaba con un par de minutos tarde, con respecto al horario previsto, para llevarme una bronca del taxista. Pero cuando les decía que me tenían que llevar a Castellana 9, el trayecto les llevaba a facutrar 7 u 8 €, comenzaban a despotricar cómo en los tebeos de Asterix cuando los protagonistas se enfadan. Yo no daba crédito, se lo comunicaba a la empresa pero me decían que ellos tenían los mismos problemas que ya habían intentado cambiar de emisora pero que está era la que menos problemas creaba.

Yo aprendí a ignorar el enfado del taxista, pelear todas las semanas para nada es agotador, salvo un día que topé con un fascista que llevaba la bandera de Democracia Nacional y que se puso tan agresivo acusándome de impedirle llegar a un acto de su partido que decidí bajarme del taxi y coger el autobús.

Que oportunidades abre la nueva Ley. Nuevas empresas que ya se dedicaban al alquiler de vehículos con conductor y que han visto como caía la demanda decidirán entrar en este segmento de negocio para compensar sus costes fijos en horas de escasa demanda. Si una empresa privada se encarga del servicio, sería inaudito que algunos de sus conductores se dedicará a violentar a los clientes ya que estaría en la calle en 24 horas y no habría costes de despido suficientemente altos para protegerle.

Los taxistas actúales verían cómo se acaba su queso y tendrían que cambiar de actitud siendo más competitivos y dentro de las organizaciones asamblearias de emisoras, lucharán contra sus colegas que ahuyentan clientes. Además, la Ley permite que sean los taxistas actuales, con su curva de aprendizaje muy competitiva, los que crearan los negocios. El resultado seria más empleo, más renta y al ser el taxi un bien de lujo que compite con los transportes públicos, por lo tanto con una elasticidad renta superior a la unidad, aumentaría su demanda tradicional de servicios y su renta.

Desde que Franco accede a recibir a un panel de expertos del FMI y el Banco Mundial a mediados de los cincuenta y da poder un pequeño grupo de economistas para desarrollar el Plan de Estabilización en 1959, abandonando las ideas de Mussolini de economía planificada y apostando decididamente por la economía de mercado, la historia de la economía española es una historia de éxito.

En aquel momento, nuestra renta por habitante era tan sólo un 40% de la alemana, similar a la diferencia que ahora tiene Bulgaria. En la actualizada nuestra renta per cápita es ocho veces mayor, hemos superado el promedio de la Unión Europea, a Italia y estamos próximos a Francia y Alemania.

Nada ha sido casual y nuestra economía ha demostrado ser muy agradecida ya que siempre que hemos acometido un proceso de liberalización ha dado lugar a un largo ciclo expansivo de crecimiento. 1959, el Plan de Estabilización, 1984 Plan Boyer, 1994 Plan Solbes y 1997 Plan Rato. Por lo tanto, controla tus miedos y, versionando al célebre anuncio de Bruce Lee, no sea proteccionista my friend.

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