ese gobierno chino basado en el comunismo capitalista se ha embarcado en una inversión gigantesca procedente de los dólares norteamericanos acumulados gracias a las exportaciones basadas en el dumping social, obreros sin sindicatos. No dejen de leer el interesante reportaje que habla de un gasoducto de 7.000 kilómetros de longitud, que llega a Cantón y Shanghai para transportar gas natural desde Uzbekistán y Kazajistán. Si los árabes consiguen convertirse en un centro de poder y los chinos desplazan al oleoducto de Gazprom, la inflación volverá a levantar cabeza para los próximos años. De hecho, en EE UU el IPRI industrial ya ha subido un 1,8% en noviembre, casi el doble de lo previsto. Si en la OCDE los bancos centrales husmean un poquito de inflación, por pequeña que sea, seguro que los astutos Bernanke y Trichet vuelven a su amada política monetaria restrictiva, y entonces volverá la temida "estanflación".
La inflación es un fenómeno puramente monetario, que induce unas expectativas en los agentes económicos tendentes al pesimismo: un poquito de inflación es bueno, pero el pesimismo de ,os agentes es mucho peor. En LA VANGUARDIA, pág 54, la periodista Mar Díaz-Varela dice que Salgado ha terminado por tener razón cuando dijo aquello de que las previsiones del Gobierno fue que los precios podrían acabar el año en positivo. Además afirma que la consultora Intermoney afirmó que éste era un buen ejemplo de que los brotes verdes ya podían considerarse visibles. Sobre todo, si "tenemos en cuenta que "ésta es una crisis de consumo".
Ya verán que, como decía la Agenda política, Zapatero va a resistirse a convocar elecciones generales hasta que nuestros brotecillos sean más visibles. La inflación limitada estimula primero la inversión y, segundo, el consumo. Como siempre hemos dicho, los mejores indicadores adelantados serían, es esta situación, el nivel de stocks industriales, la evolución de las importaciones en la eurozona y el crecimiento del crédito bancario. De nuevo, son los pérfidos banqueros los que van a comerse el marrón.
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Seguro que han leído en toda la prensa de hoy que la deflación... se ha terminado. Y que vuelve la inflación. No hagan ni puñetero caso de esos benditos periodistas ignorantes que quieren despertar el apetito de los defensores de las teorías de la conspiración. El INE dijo ayer que los precios de la cesta de la compra habían subido un 0,3% interanual y un 0,8% acumulado. Pero la inflación subyacente, que es la que importa para España, nunca ha estado en negativo y ahora se ha situado en el 0,2%. Como siempre, la inflación en España depende del precio del petróleo, del sector servicios y de la falta de competitividad de nuestras empresas, así que, si el susodicho Mohamed, como se cuenta en PÚBLICO pág 26 que "Cuarto países del Golfo emprenden su unión monetaria", podría suceder que el mercado del petróleo volviera a ser de oferta, y no de demanda, a pesar de que Hu Jintao haya intentado controlar el precio del petróleo con una demanda energética y materias primas que necesita su constante y elevado crecimiento económico de China.
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