jueves, 25 de marzo de 2010

el mayor afrodisíaco

La verdad es que estos monjes dan un poco de envidia allí en su Himalaya ¿no?

Os dejo este texto -por su belleza y porque lo contiene todo- de Deepak Chopra:
“…
“Qué piensas del trabajo que acabas de hacer?”

“Que no tenía objeto”, se desahogó Arturo.

“Exactamente, y lo mismo sucede con la mayoría de los esfuerzos del ser humano. Pero la inuti-lidad solo se descubre cuando ya es demasiado tarde, una vez realizado el trabajo. Si vivieras hacia atrás en el tiempo, habrías reconocido que hacer esa zanja no tenía objeto, y no te habrías molestado en comenzar a cavar”.

Podría decirse que todo profeta vive hacia atrás en el tiempo, puesto que aparentemente experimenta lo que aún no ha sucedido. Se diría que el día del nacimiento de un mago es el día en que desaparece del mundo, suponiendo que en realidad muera. Según Merlín, el tiempo es la eterni-dad cuantificada. Todos estamos rodeados por lo eterno. Para el mago la muerte es solo una creencia, si pensamos en nuestro cuerpo como aquel que nos marca nuestro principio al nacer y el fin cuando morimos. Para Merlín todo es energía pura, y la energía no tiene principio ni final. Nuestra sabiduría interior es eterna.

“Yo soy esa chispa de consciencia. Soy inmortal e inmune al tiempo. No te limites a especular sobre mí, a juzgar si debes aceptarme o rechazarme. Sumérgete hasta el fondo y desecha todas tus dudas. Cuando finalmente nos encontremos, sabrás quién soy. Y entonces mi inmortalidad no será una simple noción, será una realidad viva en ti”.
…”
~

Sólo me gustaría terminar haciendo una advertencia, se pueden hacer muchas, y es que los antropólogos y los sociólogos nunca han tenido libertad de movimientos, hasta ahora sólo le habían permitido estudiar al salvaje bambara de Africa; realmente si estudiamos a los grupos humanos, yo no sé, efectivamente “el mayor afrodisíaco” es el poder, que diría Nietzsche. Y de vuelta con el viaje al “poder” de la mente… tal vez, como dice Eduard.

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