el respeto de la diferencia sexuada

Donde el cuerpo femenino engendra en el respeto de la diferencia, evidentemente el culto a la relación madre-hijo muestra la tolerancia femenina, y me imagino que todo el terreno que la mujer ha ganado en la sociedad se deberá a su propia lucha y a su trabajo fundamentalmente y a su tolerancia, de que ella fundamentalmente quiere compartirlo con el hombre.

Lo que quiero decir es que vamos avanzando gracias a tolerancias de ambos géneros; y el cuerpo social patriarcal se ha edificado excluyendo la diferencia como se ha demostrado una vez llegamos a la cúpula organizativa de las empresas o instituciones.

Las dificultades de las mujeres para lograr que se reconozcan sus derechos sociales y políticos se basan en esta relación entre biología y cultura sobre la que nunca se ha pensado lo suficiente.

Pero la afirmación de que hoy día hombres y mujeres están igualados se ha convertido prácticamente en el nuevo opio popular, porque hombres y mujeres no son iguales, y orientar el progreso en ese sentido me parece problemático e ilusorio.

La dedicación profesional forma parte de la identidad de los sujetos pero esta se define también en base a otras realidades, evidentemente se trata de alcanzar también un estatuto profesional, de tener un puesto de trabajo, pero esto es algo que no se puede poseer como cualquier otro objeto.

El género humano debiera pensar en sus dos polos de identidad e integrar la cultura de la riqueza de sus bienes relacionado con la vida.
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lo dijo virginiawoolf 08 marzo 2010 | 9:11 PM

Bueno, yo sigo aquí en la brecha:

La cultura de la riqueza relacionada con los bienes de la vida:

La vida vale mucho más que todos los objetos, propiedades o riquezas que podamos imaginar.


Si no desea regresar a la neutra indiferenciación del " estado inorgánico " , paradójica conclusión de un hincapié excesivo en la diferencialidad, no queda otra salida que someter la diferencia femenina a la prueba de la universalidad, pues " el discurso feminista o se universaliza o se pudre, y no precisamente para fecundar la tierra ". (Celia Amorós).

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lo dijo virgniawoolf 08 marzo 2010 | 9:50 PM

Así pues para obtener un estatuto subjetivo equivalente al de los hombres, las mujeres deben hacer que se reconozca su diferencia, deben afirmarse como sujetos portadores de valor, hijas de madre y de padre, respetuosas del otro en ellas y exigiendo de la sociedad idéntico respeto.

Pero todo el marco de su identidad está por construir o reconstruir se debe fomentar las relaciones de identidad entre madres e hijas. Por eso he traído hoy aquí la relación espiritual y sentimental que existió entre Virginia Woolf y Vita Sackville, porque me parece ejemplificativa y necesaria para reconstruir nuestra identidad como mujeres.

Porque este el espacio entre madres e hijas o entre madres espirituales e hijas es un espacio que no está cultivado en las sociedades y se encuentra doblemente excluido de las sociedades patriarcales pues la mujer es rechazada como mujer-sujeto y la hija no recibe un reconocimiento paritario como como hija-sujeto. Los valores dominantes en nuestra cultura son los que manifiestan su pertenencia al género masculino.

¿Cómo salir de este engranaje, cómo dar a las hijas la posibilidad de un espíritu y un alma? Eso puede realizarse gracias a la posibilidad de relaciones subjetivas entre nosotras, entre madres e hijas.

Ello significa que no podemos mantenernos más en esta ingenuidad cultural, porque la biología haya servido para explotar a las mujeres y para negar la clave de la explotación misma, porque la clave está también en la cultura y en la simbología, que se remonta al establecimiento del reino de los dioses hombres, donde sólo lo que se manifiesta con formas de hombre es reconocido como hijo divino del padre, sólo lo que presenta un parecido inmediato con el padre es legitimable como hijo portador de valor.

No es necesario decir que haber alcanzado los derechos cívicos y sociales ello ya es óbvice para haber alcanzado la igualdad entre hombres y mujeres, hay que ir deconstruyendo también todos esos símbolos religiosos y culturales. Y esto es una labor harto profunda, porque supone ir al subconsciente y desenvolver muchas cosas que hay atadas y eso es lo que tenemos que desatar y darle la posición y el espacio que merecen por cultivar.
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lo dijo virginiawoolf 08 marzo 2010 | 10:11 PM

El tema de los derechos civiles y sociales está enlazado con el problema de la referencia lingüística de género y de cómo son sexuados los bienes, bien a través del objeto o del género del poseedor.

En este caso ser poseedor de bienes de intercambio da un poder y hoy día ya tenemos mujeres empresarias o capitalistas,, no obstante el mundo simbólico y de representación juega un papel importantísimo a la hora de representarse en la sociedad y a través de los medios de publicidad.

Es cierto que las leyes están hechas de un modo que guardan por vigilar la leal y libre competencia, los criterios de oportunidad y mérito, los derechos sociales y laborales, pero aún así el mundo legislativo está a años luz del mundo real, que en muchos casos enlaza aquí con el mundo de la inmigración y de la explotación.

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Tal vez ya no sea posible que vuelvan a existir esos modelos que tuvimos de referencia cuando niños, ese modelo protector de la familia y al mismo tiempo eficiente en su trabajo y en la sociedad.

El modelo de mujer va cambiando y la rebeldía es lo que nos hace madurar y evolucionar, pero ahora se producen diversos modelos de mujer que se complementan y son indispensables para ella. A lo mejor esa antigua seguridad en los patrones sociales hemos tenido que cambiarla por la seguridad personal, por el individualismo con el que nos protegemos de los demás. Tal vez en eso sí hemos ganado pero no es lo mismo, en nuestra sociedad, algo nos dice que hemos perdido en los valores espirituales y algo de esa seguridad personal no es tal, puesto que obedece a los medios de intercambio y a consignas de mercado y estamos reproduciendo un engranaje monopolizador de nuevo que responde a esa misma estructura patriarcal o social del beneficio