Mientras Munchau se cabrea con Merkel, China se convierte en el primer fabricante de vehículos del mundo.
Ian Campbell también se cabrea, en este caso con las calificadoras, al decir que “los mercados se equivocaron… y no detectaron…”.
El compañero Alfonso Alarcón también se cabrea cuando lee que la CE reconoció ayer que hasta primero de mayo no estará listo el plan de rescate de Grecia.
Y yo me subo por las paredes cuando leo que Goldman Sachs negó ayer ante el Senado de EE.UU haber causado la crisis financiera global.
Recuerden que los llamados especuladores sólo hacen su honesto trabajo de encontrar precio para una demanda-oferta de inversión global, así que no se quejen y mas bien agradecer de esos profesionales , que les hacen más fácil la inversión. De quienes se debería quejar uno, es de lo “buitres” de las compañías de rating, que la mayoría de las veces juegan con conflicto de intereses. En estos momentos, ya no hay nada de lo que quejarse porque el daño sobre el euro ya está hecho y la UEM en riesgo de romper la unión política. Entreténganse con la lectura de algunos artículos: el famoso Nouriel Roubini, el investigador Ángel Ubide, el superfamoso Robert Skidelsky y el profesor Joaquim Muns.
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