jueves, 29 de abril de 2010

Nouriel Roubini explica la crisis

Para el prestigioso economista de origen turco el coste de salvación de España será mayor que el de Grecia y correrá a cargo del sector público

Por Verónica Becerril, enviada especial a Cernobbio Vota 1 2 3 4 5 Resultados Tamaño del texto El economista de origen turco que predijo el crac financiero, Nouriel Roubini, considera que el coste de la salida de España de la crisis correrá a cargo del sector público. Así lo señaló en una entrevista con el suplemento EMPRESA de ABC durante el foro económico «European House Ambrosetti» celebrado en Cernobbio, en el lago de Como. El también profesor de economía de la Universidad de Nueva York dedicó unos minutos de su apretada a agenda a conversar con este periódico, analizando para nosotros las diferencias entre la crisis en Grecia y en España.

¿Cuáles son las diferencias entre la crisis económica griega y la española? ¿Son igual de graves?

Mi visión respecto a España es compleja porque hay factores diferentes entre los dos países. La relación deuda pública/PIB es inferior en España. La relación déficit/PIB es inferior. Grecia mintió sobre su déficit, comportamiento que no ha tenido España. Además el déficit en España fue por la burbuja inmobiliaria. Otro factor positivo para España es que el nivel de los ahorros privados es mayor respecto a Grecia. Es decir que Grecia, España e Italia son casos diferentes los unos de los otros. Pero hay que decir que hay otros factores económicos y financieros que en España son más problemáticos respecto a Grecia. Por ejemplo el desempleo que es más elevado, del 20% respecto al 10%, aunque hay que decir que España siempre ha tenido un porcentaje de desempleo más alto también antes de la crisis. Otro factor problemático para España fue la burbuja inmobiliaria que causó graves daños económicos y financieros. A esto se añade la burbuja del crédito, las hipotecas dadas sin control. En este sentido las cajas de ahorro son las que se encuentran en una situación peor. Es decir que el coste de salvación de España será mayor y a cargo del sector público. Hay que tener en cuenta que España se ha comportado de manera distinta durante la bonanza económica, con un incremento mayor de los salarios, que crea poca competitividad por lo que el mayor coste unitario del trabajo crea mayores dificultades.

Panorama negativo para España entonces.

Hay pros y contras. La buena noticia es que Grecia se encuentra al borde del precipicio, mientras que España todavía no ha llegado. Es decir, queda tiempo para despertar y hacer algo. Sobre todo acelerando las reformas. Realizando en particular una reforma del trabajo, pero también otras reformas, pero de manera urgente.

El aumento de impuestos en España, ¿es una medida válida para salir de la crisis?

Si persiste el problema fiscal, el mercado se pone nervioso, por lo que es necesario actuar a nivel de reducción del déficit del balance, pero al mismo tiempo es necesario asegurar el mercado para evitar la recesión. Hay que estar muy atentos a las intervenciones que se realizan, sobre todo pensando a largo plazo. Se puede actuar de dos modos, o incrementando las cargas fiscales, o reduciendo el gasto. Pero hay que conseguir entender en qué momento hay que actuar. Es verdad que lo más fácil es reducir el gasto aumentando los impuestos.

¿Qué tipo de medidas necesita España para afrontar mejor la crisis?

Hay que evitar que el déficit y la deuda estén fuera de control, porque si no el mercado se pone nervioso y la recesión empeora. Países como España, Italia, Grecia y Portugal tienen que encontrar su competitividad relanzando el crecimiento económico, porque sin estos dos factores la gente no está dispuesta a hacer sacrificios, porque la gente puede aceptar sacrificios, pero tiene que ver la luz al final del túnel. Por lo que es importante recuperar la competitividad. Esto se puede lograr a través de la deflación, pero es una medida difícil de aplicar porque deflación significa recesión como sucedió en Argentina. El camino a seguir es el alemán que inició el proceso de aceleración de las reformas a partir del aumento de la productividad. Pero para aplicar estas medidas se necesita tiempo, Alemania tardó diez años. Otro camino a seguir es la inversión en las infraestructuras, mejorando el sistema de instrucción o de la formación profesional para consentir una reforma del mercado del trabajo. Es decir, son todas reformas importantes para lograr el crecimiento económico.

Usted predijo la crisis, ¿puede prever su final?

Seguramente la crisis económica y financiera ha causado daños muy graves, asistimos actualmente a una recuperación, pero ahora sabemos que es necesaria una buena política fiscal para iniciar el crecimiento, pero tenemos que estar atentos. Tenemos que determinar cómo salir de los estímulos fiscales, de las ayudas dadas al sistema financiero, y establecer cuándo salir, porque si se sale demasiado pronto se arriesga volver a la recesión, pero si se hace tarde se arriesga incrementar el déficit y de nuevo encontrarnos ante una crisis económica. Es un desafío complejo. No será fácil.

El euro está perdiendo credibilidad. Los más pesimistas dicen que desaparecerá.

Éste ha sido un primer test para el euro. Es verdad que a pesar de las dificultades, si Grecia, Portugal y España hacen todo lo posible para salir de la crisis, el euro también podrá salir de la crisis. Es importante que haya crecimiento y convergencia en toda la eurozona. Pero también hay que decir que un dólar débil favorece la competitividad por lo que es probable que la unión monetaria continúe existiendo. No creo que Grecia salga de la UE aunque hay que ver que si en tres años no cambian las cosas, se podría acabar como Argentina.

Ha tenido la oportunidad de escuchar a la vicepresidenta económica del Gobierno español. En base a esto, ¿cree que España está preparada para afrontar la crisis?

Creo que la ministra conoce bien el problema, al igual que el resto de países conoce bien su propia situación. Casi todos apoyan una autoridad fiscal para favorecer el crecimiento y la competitividad. Hay en cambio desacuerdo sobre cuánto tenga que hacer Alemania. Pero sólo si en los países demuestran tener la capacidad política y la solidaridad para tomar decisiones difíciles, se podrán ver beneficios a medio plazo. Interviniendo rápidamente se recobra la confianza de los mercados

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