En su informe, la periodista destaca que “los expertos cifran el 12.000 millones de euros el déficit sanitario” y que siempre ha habido una breca del 10% entre el gasto real y el presupuestado. Ya ven la faena: el anuncio de una serie, la desviación del 10% y el déficit de 12.000 millones, porque hace menos de diez días que la ministra Jiménez lograba un acuerdo político-financiero con las autonomías para ahorrar 1.500 millones en fármacos este año. La energética Trinidad Jiménez, que parece contar con el beneplácito del presidente, ya tuvo otro éxito con la campaña contra el tabaco. Pero claro, la externalización de los géneros de vida del tabaco no es lo mismo que los interesas de la patronal Farmaindustria, sobre todo porque los laboratorios son los que hacen I+D y practican el comercio paralelo de medicamentos producidos por las multinacionales instaladas en España.
Recuerden cómo protestó Farmaindustria cuando el Gobierno insistió en los precios de referencia de los medicamentos. La patronal, que es un veterano lobby publicita, como en EXPANSIÓN pág 30 del 19 de marzo pasado, que la demanda de recetas es la principal responsable del gasto farmacéutico. Es decir, que son los médicos del seguro los que mantienen una relación blanda con sus pacientes. Por eso, como se decía en la pág 25 de EXPANSIÓN del 26 de marzo, estiman que la medida de la ministra de Sanidad va a provocar el despido de más de 4.000 trabajadores cualificados a corto plazo. El Consejo de Ministros, como no está en su mejor momento político, ha sugerido a la ministra que excluya el copago como motor del ahorro público en medicamentos. Curiosamente espera mucho del ahorro producido por la telemedicina. DE la “e-salud” esperaba el Gobierno mucho descenso de las listas de espera, tal y como describía un reportaje de EL PAÍS del 19 de octubre de 2009.
Además, hasta que la ministra no enseñe los dientes, la industria no va a colaborar porque, según se contaba en la pág 26 de CINCO DÍAS del 19 de marzo pasado, las Autonomías deben 5.700 millones a laboratorios y proveedores. Así que la ministra tendrá que reducir la demanda con copago, porque no va a ser gracias a la corresponsabilidad del sistema.
El gasto público en farmacia parece ser siempre desordenado, con unos ritmos de crecimiento que continuamente superan el aumento del PIB nominal y cuadruplican el de la inflación debido, sobre todo, al aumento neto de la población. La literatura al respecto dice que la experiencia de los sistemas universales de asistencia médica en poblaciones con tendencia al envejecimiento enseña que “el gasto farmacéutico siempre tiende a crecer por encima de la inflación”.
Los conocedores del entramado comercial que forman la industria y las farmacias, junto con la alianza, basada en la benevolencia, de los médicos con los pacientes, siempre han dicho que las medidas de control son inútiles. Las cifras parecen mostrar que todas las sucesivas medidas, el “medicamentazo”, la reducción de los márgenes de los laboratorios o de las farmacias , el listado de productos genéricos y los sucesivos planes de Medidas de Control del Gasto Farmacéutico y Uso Racional del Medicamento, producen parecidos y repetidos efectos: frenazo del gasto durante un corto plazo de tiempo después de la aplicación de la medida y repunte superior a continuación. En unos casos hay reducción en el número de recetas pero aumenta la factura de cada una de ellas; y en otras ocasiones aumenta tanto el número de recetas como el gasto medio de cada una de ellas.
Todos los profesionales saben que la reducción del gasto farmacéutico público pasa por establecer el “copago”, tal y como se hace en Italia, Alemania, Francia o Suecia. Pero para ello hace falta que coincida la voluntad y el calendario político. Hasta que no se limite la demanda nada cambiará, puesto que el gasto en la “farmacia gratuita para el ciudadano” crece rápidamente por tres razones independientes de las intenciones de los gestores. Unas son estructurales: la inercia del sistema, el envejecimiento de la población y la extensión del aseguramiento público. Otras razones son accidentales: siempre que se anuncia una reforma que afecta a sus ingresos todos los intermediarios “adelantan” la facturación de recetas. Y las últimas son de gestión: el medicamento suple la insuficiencia en la atención personalizada de la asistencia sanitaria y la estrategia de las empresas farmacéuticas se basa en sustituir productos por otros más caros a los que se han incorporado ligeras y prescindibles modificaciones de sus calidades y en impedir la venta de unidosis.
Si Zapatero no arregla las relaciones con la familia Polanco, tendrá que aprobar el copago. Es decir, entre Málaga y Malagón, elegirá Malagón. Por eso, según una entrevista del FINANCIAL TIMES que publica EXPANSIÓN en pág 29, Zapatero ha dicho que “haremos recortes impopulares si es necesario”. Ya ven cómo el ejemplo griego es capaz de disciplinar el gasto público. Por eso, además, se puede decir hoy que “la campaña www.estosololoarreglamosentretodos que impulsó, entre otros, Gómez Navarro, Presidente de las Cámaras de Comercio y que presenta Antonio Garrigues, ha terminado sin servir de nada para cambiar la visión de las agencias de rating sobre la economía española, y resulta tan importante la información que hoy cuenta Luis R. Aizpeolea en la pág 12 de EL PAÍS, titulada “Zapatero pasa de la etapa defensiva a la de reformas”. Sepan que Aizpeolea es “periodista de cámara” o “de móvil” de La Moncloa. Y resulta tan estúpido que Rajoy tronase ayer en su mitin de Galicia contra los 3.000 millones prometidos por España para el rescate griego. No creo que eso se lo sugiriera Montoro, porque ese préstamo español es una prenda por si el bono del Reino de España pasa pronto por parecidos problemas. Algún economista cercano a Taguas-Sebastián aconsejó el jueves a Zapatero que apostase en Bruselas por esa ayuda española a Papandreu sabiendo, por la Teoría Económica, que el FMI iba a sugerir a Papandreu que adoptase una política deflacionista de bajada de precios y salarios y que, según la pág 23 de EL PAÍS, Strauss-Kahn (FMI) admitía que la estrategia será dolorosa para Grecia.
Fuera de la zona euro, “Soros sugiere al próximo gobierno británico una devaluación de la libra”. “El multimillonario financiero George Soros ha sugerido que el gobierno que salga de las urnas el próximo 6 de mayo en el Reino Unido deberá plantearse una mayor devaluación de la libra como opción para reequilibrar la economía y apoyar la recuperación de la actividad. El Reino Unido “tiene mayor margen de maniobra para usar su tipo de cambio como instrumento de ajuste del que carecen las naciones que están bajo la disciplina del euro”, dijo el pasado sábado en una conferencia en Cambridge (Inglaterra). “Es una cuestión que deberá decidir el nuevo gobierno. Tendrá una serie de opciones sobre la mesa, y la depreciación cambiaria es, sin duda, una de ellas”. En realidad, la libra ya ha caído un 25% – a partir del índice ponderado de comercio-desde inicios del 2007, abaratando sustancialmente las exportaciones de las empresas británicas. La política monetaria seguida por los rectores del Banco de Inglaterra ha tratado de debilitar la libra para ayudar al reequilibrio de la economía a través del consumo privado, al tiempo que el país debe hacer frente a un déficit presupuestario récord”.
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