Día 06/09/2010 - 09.32h
Nouriel Roubini es un brillante economista norteamericano de origen turco que ha sido asesor de la presidencia de Bill Clinton y del Departamento del Tesoro y que actualmente gestiona la consultoría privada Roubini Global Economics. Su prestigio es inmenso desde que en 2006 fue el único experto económico que predijo la grave crisis que estallaría oficialmente sólo un año despuésSi esta crisis era predecible y evitable, ¿por qué no se previó y se evitó?
—Cuando hay una burbuja financiera mucha gente cree en ella en primer lugar porque es en su interés hacerlo así. Mientras pareció que el valor de las casas nunca dejaría de subir dos dígitos anuales mucha gente usaba su casa como un cajero automático que les permitía vivir indefinidamente por encima de sus ingresos. Entonces los dueños de las casas eran felices con la burbuja inmobiliaria, los políticos también eran felices porque la economía estaba creciendo rápido y eso les ayudaba a ser reelegidos, Wall Street era feliz porque sus beneficios aumentaban. Todo el mundo ganaba pensando sólo en el corto plazo.
—Usted profetizó que la UE se puede romper. ¿Lo sigue profetizando?
—En los últimos meses el pánico parece que se ha controlado, lo cual a corto plazo me permite ser más optimista. Pero a medio plazo no lo soy. Los problemas siguen ahí. Especialmente en la periferia de la Unión, Grecia, España, Italia y Portugal, y quizás también Irlanda. Hay diferencias notables entre ellos, pero el denominador común es un gran endeudamiento, un déficit fiscal enorme y una falta de competitividad. Una pérdida creciente de mercados a manos de China, India, América Latina, Europa central, etc. Corregir el déficit y a la vez restaurar la competitividad y el crecimiento es difícil. Si vamos por países, España tiene muchas mejores perspectivas que Grecia, su déficit es mucho menor, su reserva de ahorros es mucho mayor. Pero hay otros problemas, por ejemplo un paro del 20%, que se acerca al 40% entre los jóvenes. En mi opinión, además, los «stress test» subestiman la importancia de las pérdidas de las entidades bancarias españolas, y eso es un problema…
—¿Qué le parecen las medidas anticrisis del Gobierno Zapatero?
—Las decisiones que se han tomado son sólo un primer paso, habrá que tomar otras tan difíciles como la reforma del sistema de pensiones. La gran pregunta es qué fuerza tendrá el Gobierno para tomar decisiones así.
Lea la entrevista completa en el suplemento EMPRESA. Con ABC.
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