@Let´s get real. Disculpe que le interpele en primer lugar. Luego, hoy acabo de conocer una nueva hipótesis sobre la genésis del delirio inmobiliario español: los nacionalismos etnicistas ( incluyendo los "sanos regionalismos dentro de la unidad indivisible") Siempre había considerado la manía española genealógica ( la finca del hidalgo, que es como el home is my castle pero con ínfulas), pero vamos, se me abre una nueva perspectiva.
Había leído de todo sobre el porqué de la manía que tienen los españoles con la vivienda. La que más me convencía era la correlación catolicismo-pitecantropismo ladrillero, sabiendo quién era Rouco Varela o los curas irlandeses.
Sin embargo, observo que países que prefieren convivir con gamas de grises, o gestionando problemas irresolubles, como Bélgica, o Suiza, o Canadá, carecen de la intoxicación que aquí se aprecia. Quizá el modelo jacobino de la Republique, donde las divisiones administrativas se han hecho expresamente para que no coincidan con las regiones o países, hubiera sido posible en el siglo XVIII, o a principios del XIX. Sostenerlo ahora puede estar bien conceptualmente, pero es insensato ( esto lo decía Ortega) Quizá se achaque a la sarta de contradicciones que todos sobrellevamos, pero el modelo de la Republique es uno de los más antiliberales que existen. En Francia, como sabrá, "liberal" es un insulto arrojadizo a diestra y siniestra. Como decía un hermano mío, en las tenidas se venera la enseña de la Republique y ésta está por encima de un régimen de libertades.
Así que no capto en esta contienda de trapos cuál será la salvífica.
Había leído de todo sobre el porqué de la manía que tienen los españoles con la vivienda. La que más me convencía era la correlación catolicismo-pitecantropismo ladrillero, sabiendo quién era Rouco Varela o los curas irlandeses.
Sin embargo, observo que países que prefieren convivir con gamas de grises, o gestionando problemas irresolubles, como Bélgica, o Suiza, o Canadá, carecen de la intoxicación que aquí se aprecia. Quizá el modelo jacobino de la Republique, donde las divisiones administrativas se han hecho expresamente para que no coincidan con las regiones o países, hubiera sido posible en el siglo XVIII, o a principios del XIX. Sostenerlo ahora puede estar bien conceptualmente, pero es insensato ( esto lo decía Ortega) Quizá se achaque a la sarta de contradicciones que todos sobrellevamos, pero el modelo de la Republique es uno de los más antiliberales que existen. En Francia, como sabrá, "liberal" es un insulto arrojadizo a diestra y siniestra. Como decía un hermano mío, en las tenidas se venera la enseña de la Republique y ésta está por encima de un régimen de libertades.
Así que no capto en esta contienda de trapos cuál será la salvífica.