Virginia Woolf ya escribió A room of one’s own, Una habitación propia, claro que ella estaba pensando en la condición social de muchas mujeres, pero aquí se nos dice que no, que es indiferente la condición social.
Por otro lado, bueno, yo creo que se nos quiere sumir a todos en una especie de “estado de sueño” o de letargo. Realmente cuando estamos con las parejas, ya no somos nosotros mismos, a veces porque queremos ser perfectos o nos exigimos con respecto al otro.
A veces incluso yo he compartido piso con personas de otras culturas, porque esto también me compensa; y así también creo que lo mira el autor de este artículo cuando habla de que se puede extrapolar a otro tipo de relaciones.
Lo cierto, es que eso. Estamos más allá del jardín, porque esperamos una trascendencia que nos ligue al mismo tiempo.
Y es que me ha recordado la novela de Antonio Gala “Más allá del jardín” de la que extraigo una cita:
“Puede que sólo me quede ya de la vida una breve noche -breve e inacabable, porque no se mide con el tiempo-; pero, en ella, este amor mío y suyo es un irreprimible impulso que no destituye la individualidad de ninguno, sino que la subraya, porque yo lo quiero a él exactamente como es, y él a mí exactamente como soy. Y los dos queremos también como son a los que cohabitan nuestro mundo… Sólo de este amor, de este inesperado y sorprendente amor, puede afirmarse que es el motor del universo, que es la causa que mueve el sol y las demás estrellas. »
El jardín en este caso representa no una libertad sin orden, sino el propio orden que quiere imprimir el autor en su vida y ligarla a la naturaleza de algún modo; pero él dice que no podemos vivir sin una cierta organización y esta viene o brota de la razón; de ahí que nos limitamos, en nuestra madurez.
También me recuerda el jardín de Epicuro pero este estaba pensado mas bien para la amistad entre hombre y mujer, y es que esto es una base fundamental para todo lo demás.
El mismo autor citado antes, Antonio Gala, dice:
“No deseo engañarme más: mi jardín, el pequeño jardín en el que me he movido, es lo contrario de la naturaleza, como lo contrario de un río es un pantano. Quizá el pantano sea más práctico y más útil, pero el río no es él; el río, con sus avenidas y sus estiajes, es algo vivo y fluyente. La naturaleza es la selva, la jungla, la aridez o la feracidad: lo opuesto a los recortados macizos de un jardín, lo opuesto a la artificialidad domesticada de los setos y de las podas. El desorden de fuera no lo entendemos porque es más grande que nuestro corazón. Lo que entendemos es el orden del jardín, siempre tan confortable.”
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Por otra parte, cuando yo he hablado antes de sumirnos como en un “estado de sueño”, tal vez sea para engañarnos. Porque no podemos tampoco soportar el orden de la razón.
La liberación sería liberar en cierta manera a la persona de su pequeña historia sacrificial, y en cierta manera emanciparla de ese estado de sueño, de ese letargo histórico que ha construido precisamente con las categorías racionales de la razón, donde se ha sumido; de ahí que vive en pareja, ese concepto del matrimonio que da tanta tranquilidad; al fin y al cabo, ¿qué se busca cuando nos casamos -aunque no es mi caso-? En ese letargo ocurre la inmolación de los ídolos de la razón; de ahí que sea necesario “despertar soñándonos”, asumiendo los rincones oscuros de nuestra historia y dialogando con ellos. Lo que se busca es una razón que dialogue con nuestros “ínferos” -como diría la filósofa María Zambrano-, es otro tipo de diálogo; porque en vez de querer subyugar a la naturaleza y sujetarla, lo que hacemos es darle salida a la realidad interior o “inférica”. Es como un estado de sueño provocado pero al mismo tiempo ensoñado, donde estamos nosotros. Y lo que es nuestro infierno o nuestro paraíso se doblega ante nosotros.
La seguridad que nos da vernos insertos en un relato y esas grandes verdades pues ahora ya las relativizamos y nos vemos como somos por dentro, seres contingentes, tanto como lo es el tiempo humano. Y salimos a pasear y a disfrutar por el poco tiempo que ya nos queda.
Muchos besitos!!!
Publicado por virginiawoolf en el blog de inteligencia emocional.-
Josep López dice:
Hay un espacio de intimidad que es necesario respetar, un jardín secreto (o privado, si prefieres esta palabra) emocional y creativo, que nos hace crecer como personas, que nos permite refugiarnos sin huir, desear sin miedo a los juicios, y hasta reinventarnos, si es preciso. Cada uno/a de nosotros/as tiene que velar por su jardín secreto, una parcela de nuestra vida que es básica para nuestra estabilidad emocional.
La mayor novedad que, modestamente, creo que aportamos es la constatación empírica y la explicación científica de la necesidad de ese espacio propio en todas las personas. Y la descripción, a partir de casos reales, de cómo se puede lograr una mejor relación de pareja (independientemente del origen, el nivel social o la orientación sexual), lo que extrapolado puede servir también para las relaciones entre países o culturas.
Pero Antonio Gala, con su sabiduría, nos dice, quizá porque sabe que si nos miramos a nosotros mismos en el amor podemos precipitarnos, porque no vemos sino el ídolo y podemos inmolarlo en nosotros:
“El dueño de la herida es el verdugo y es la víctima; es el idólatra y es su ídolo; pero, sobre todo, aquello que los vincula o los enfrenta, sea cual sea su nombre. Porque hay amores que no saben el suyo verdadero.”
Sigue el autor Josep:
Muchas veces la añoranza o la inexistencia de ese “espacio propio” es esgrimida como un argumento de peso, como una razón que al parecer justifica la separación. O bien, sin llegar a la separación, esa falta de espacio aparece indirectamente en forma de agresividad o tristeza, e incluso de enfermedad, según las diferentes estructuras de personalidad, o dicho de forma más sencilla, según la forma de ser de cada uno.
Alguien podrá decir que éste es un invento más de la sociedad egótica (centrada en el ego) del siglo XXI, una creación intelectual al servicio de unos impulsos poco o nada intelectuales. Dicho de otra manera: la justificación de algunas personas para no tener que comprometerse, o para “hacer su vida” sin tener que dar explicaciones a la pareja. Nada más lejos de la realidad, que se encarga pertinazmente de demostrar, tanto dentro como fuera de la consulta del psicólogo/a, que el respeto absoluto hacia el espacio íntimo del otro o la otra no sólo es compatible con el amor, el altruismo y la compasión, sino que es una condición sine qua non para que una pareja funcione verdaderamente como tal. Y es así porque la persona que conoce su propia intimidad y la valora es capaz de construir desde esa intimidad, mientras que la que no la posee, porque la ignora o porque renuncia a ella, poco o nada puede aportar a la intimidad de la pareja o al desarrollo de la sociedad.
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Y os dejo con esta cita de Cioran:
A lo máximo, concebimos la dicha; nunca la felicidad, privilegio de las civilizaciones fundadas sobre la idea de salvación y sobre la negativa a saborear sus males, a deleitarse en ellos; pero no como sibaritas del dolor, retoños de una tradición masoquista.
¿Quién nos columpiará entre el Sermón de Benarés y el Heautontimoroumenos? «Soy la herida y el puñal»: tal es nuestro absoluto, nuestra eternidad. (Verso del poema de Baudelaire «Heautontimoroumenos») .
Así todos debiéramos tener nuestro espacio interior, nuestro espacio íntimo, además del espacio que dedicamos a la pareja o a la convivencia. Sí pero esto me parece puede llegar a ser algo mágico pero también destructible, como aquel verso de Baudelaire: ”yo soy la herida y el puñal… el verdugo y la víctima”. Sí, porque fíjate es una realidad tan íntima la que tenemos todos que encontrar estando con nosotros mismos.
- Si la violación, el veneno, el puñal, el incendio, Todavía no han bordado con sus ojos …¡Yo soy la herida y el cuchillo! ¡Yo soy la bofetada y la mejilla! …Baudelaire-Charles-Las-Flores-Del-Mal
LXIII El Heotontimorumenos
(Pieza de Terencio)
Yo te golpearé sin cólera
y sin odio, como un leñador,
¡Como Moisés la roca!
Y haré de tus párpados,
para abrevar mi Sahara,
brotar las aguas del sufrimiento,
mi deseo preñado de esperanza
sobre tus lágrimas saladas flotará.
Como un navío de zarpa,
y en mi corazón que embriagarán
¡Tus queridos sollozos resonarán
como un tambor que bate a la carga!
¿No soy yo un falso acorde
en la divina sinfonía,
gracias a la voraz ironía
que me sacude y me muerde?
¡Ella está en mi garganta, la grita!
¡Es toda mi sangre, este veneno negro!
¡Yo soy el siniestro espejo
donde la furia se contempla!
¡Yo soy la herida y el cuchillo!
¡Yo soy la bofetada y la mejilla!
¡Yo soy los miembros y la rueda,
y la víctima y el verdugo!
Yo soy mi corazón de vampiro,
-uno de esos grandes abandonados
a la risa eterna condenados,
¡Y que no pueden más sonreír!
~
(A J.G. F.)
LXIII L’Héautontimorouménos
Je te frapperai sans colère
et sans haine, comme un boucher,
comme Moïse le rocher
et je ferai de ta paupiére,
pour abreuver mon Saharah
j’aillir les aux de la souffrance.
Mon désir gonflé d’espérance
sur tes pleurs salés nagera.
Comme un vaisseau qui prend la large,
et dans mon coeur qu’ils soûleront
tes chers sanglots retentiront
comme un tambour qui bat la charge!
En suis-je pas un faux accord
dans la divine symphonie
grâce à la vorace ironie
qui me secoue et qui me mord.
Elle est dans ma voix, la criarde!
C’est tout mon sang le poison noir!
Je suis le sinistre miroir
Où la mégère se regarde.
Je suis la plaie et le couteau!
Je suis le soufflet et la joue!
Je suis les membres et la roue,
et la victime et le bourreau!
Je suis de mon coeur le vampire,
-un de ces grandes abandonnés
au rire éternel condamnés
et qui en peuvent plus sourire!
~
lo dijo virginiawoolf 14 mayo 2010 | 9:34 PMTambién os dejo por si queréis echar un vistazo este post sobre Stephen Hawking, que está extraído de una entrevista a Elsa Punset, en sus reflexiones en la radio:
http://klytemmnestra.blogspot.com/2010/05/stephen-hawking-su-vida-y-su.html
Porque lo interesante de él, volvemos a decir, es la capacidad humana de superación ante las dificultades; pero sobre todo lo que más llama la atención es cómo este ser humano, este científico tan brillante, lo que más le sigue preocupando es el estudio y la visión del cosmos, y no le pasa como a los demás humanos que estamos todo el tiempo pensando en nuestros mundos emocionales. En fin, es una contradicción, pero merece la pena traerla, sí claro.
Aquí se dicen muchas frases y citas del científico que delatan su calidad humana. Aparte que nos pone sobreaviso sobre los peligros y materias oscuras del universo.
Pero en definitiva él tiene esa capacidad de ensoñación, de proyectar más allá, que quizá es tan necesaria para poder llevar la vida, y también para vivir el presente, como él lo vive, y dice que más intensamente así de esta manera. En fin, no sé, es otro ejemplo humano
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