“¿Cómo puedes llamarte pobre, cuando eres capaz de pagar por un litro de gasolina más del triple de lo que pago yo? ¿Cuando te das el lujo de pagar tarifas de electricidad, de teléfono y móvil un 80% más caras de lo que me cuestan a mí? ¿Cómo puedes llamarte pobre cuando pagas comisiones por servicios bancarios y tarjetas de crédito el triple de lo que aquí nos cuestan, o cuando por un auto que a mi me cuesta 2.000 dólares ustedes pueden pagar el equivalente a 20.000 dólares? ", decía el otro día Franco Modigliani para responde a la amenza que señalaba el nobel Krugman de que España entraba en la cola de los paises pobres de Europa frente a lo que era la Florida america, desde donde contesta el profesor economista italiano.
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El tabú se ha roto en cuanto se ha comprobado cómo gobiernos "liberales" con principios actuaban en realidad como "intervencionistas". Sin dudarlo (el de los EEUU) o sin complejos (el francés e italiano).
Las ayudas están adoptando muchas formas: Los ministros gastan dinero público como si se tratase de los intereses nacionales
En Alemania se ha avalado la titulización de la morosidad bancaria y en España se llegó a titulizar el enorme déficit tarifario de las eléctricas; el Gobierno británico y francés han renacionalizado varias entidades financieras. Dentro de poco los ciudadanos también querrán su parte. Y los industriales y agricultores, una vuelta al proteccionismo de la OMC.
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Hoy dia la burocracia es una forma de tecnocracia y es lo que permite que las sociedades modernas permanezcan cohesionadas. Y estamos sujetos a muchas cosas que no dependen de nosotros....
Dada la amplitud de competencias que engloba su ministerio, Sebastián fue cuestionado en el turno de preguntas sobre distintos temas de actualidad, tales como el del pago por la llamada de móvil recibida, que la Comisión Europea está empeñada en sacar adelante para compensar la reducción de tarifas de terminación de los operadores de telefonía, pese a la firme oposición de los regulares nacionales de telecomunicaciones. "Estoy totalmente en contra y si Bruselas nos obliga el Gobierno se opondrá radicalmente", advirtió.
También justificó la aplicación de la tarifa eléctrica social en función de criterios de consumo y no de renta "porque no sería justo", precisó. "Con la renta se pueden producir situaciones de fraude, sin embargo, el consumo, como el algodón, no engaña", declaró un sonriente Sebastián.
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La economía española consume una energía que es "demasiado barata" y si los costos reales deben igualarse a la tarifa, es que las eléctricas están subvencionando a empresas y consumidores. En realidad se trata de una apropiación privada de los beneficios y una socialización de la pérdidas a través del déficit de tarifa, cuyo cálculo ha sido "capturado" por el lobby eléctrico.
Si el Gobierno, débil o no, quiere ayudar para lograr la salida de la crisis económica, lo que tiene que hacer es reducir el precio de la energía a las pymes; reducir el coste del empleo y cargas sociales a la contratación laboral en en las pymes; e incentivar la circulación de dinero y la liquidez bancaria para ampliar el volumen crediticio a las mismas. El resto son tonterías y politiquillas del momento. El Gobierno tiene que aplicarse en una política anti-inflacionista seria, derivada de un aumento de la competencia y no de una caída de la capacidad adquisitiva de los españoles. El Gobierno no puede hacer pagar a los trabajadores el ajuste de la recesión económica que viene. Desde el punto de vista de teoría económica sería una equivocación. La historia de la economía española muestra que la combinación de una inflación creciente y una inversión decreciente junto a una inestabilidad política deriva en un incremento de la presion fiscal. Ayer ya decía algo de eso EXPANSIÓN pág 34.
Es fácil intentar hacer política económica dictando las tarifas de un sector que sólo cuenta con cuatro empresas, en el que las dos primeras controlan el 70% de la generación. La energía barata para la industria es una condición para facilitar su competitividad. Ello puede lograrse arbitrando unas tarifas obligatoriamente bajas que se compensan con subvenciones varias y siempre que los tipos de interés sean suficientemente reducidos como para aliviar el servicio de la deuda. Pero también puede conseguirse forzando la introducción de competencia para que, sea posible la libertad real de elección de suministrador.
Es un hecho que las empresas eléctricas requieren de la certidumbre tarifaria para animar las inversiones necesarias para mantener el abastecimiento de la demanda. Como las líneas de interconexión eléctrica con Europa son muy escasas, lo deseable sería que la tarifa eléctrica se estableciera mediante procedimientos objetivos y transparentes y que los costes del suministro de electricidad fuesen cubiertos por los precios. Desde hace años, la polémica tarifaria se reduce a una negociación acerca de la validez del coste de los factores que componen la fórmula polinómica por la que se establece el precio marginal de la energía.
La regulación de tarifas sólo podrá ser compatible con la defensa de los intereses de la industria y los consumidores cuando la intervención del Gobierno y la autorregulación de las empresas sean substituidas por el mercado o la regulación. Es decir cuando los precios sean ajenos a la voluntad de las partes porque el marco regulatorio propicie el equilibrio. Frente al uso discrecional de las tarifas por parte de la Administración sólo habría que abrir el mercado. La única incógnita pendiente para que termine de definirse una marco tarifario coherente, es si se mantiene ó no la promesa del Gobierno de reducir la instalación de nuevas plantas nucleares en España y/o ampliar la vida útil de las ya instaladas. Todo ello tiene que ver con la autorización para la inversión de un Almacén Temporal Centralizado (ATC) de tratamientos de residuos de la actividad energética nuclear que hoy gestiona la empresa ENRESA.
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Antes del lunes 21 de diciembre, muchos presidentes de empresas pasarán a tener insomnio al haber estudiado el balance de la empresa al cierre del ejercicio 2008.
Antes del lunes 12 de enero, después de las fiestas y de las rebajas en los comercios, habrá muchas empresas que ya no abran sus puertas y muchos ejecutivos y directivos que ya no podrán entrar en sus despachos y habrán sido indemnizados por despido.
Antes del viernes 19 de diciembre, la OPEP habrá decidido ya si considera ó no el nivel de 75 dólares por barril, un precio justo y necesario, un precio de "equilibrio" para que se pueda mantener la inversión en nuevos yacimientos. Eso representaría que el petróleo subiera un 38 % del precio en el mercado spot. Por ello, gobiernos y empresarios tendrían que comenzar a estudiar y modificar los Presupuestos para 2009, que habían aprobado en octubre-noviembre pasado. ¡Un desastre!
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