jueves, 16 de diciembre de 2010

la utopía y maximalismo utópico

Let's Get Real

@ plaentxi
Nosotros no estamos en desacuerdo con parte de tu bello maximalismo utópico.
Por ejemplo, compartimos que no debe haber injusticia social y que hay que elaborar una superreligión civil unitaria que desplace, en la Überbau, a Cristo, Buda y Mahoma; aunque nosotros somos conscientes de que estos objetivos son tan a larguísimo plazo (siglos, literalmente), que plantear ahora su consecución solo sirve para darle fuelle al enemigo. Sin embargo, estamos radicalmente en contra de la idea fascistoide de que la humanidad está dividida en nacioncitas étnico culturales cuya realización histórica consiste en personificarse jurídico políticamente en administraciones públicas estatales.
Focalicemos la cuestión principal, que no es que ahora no toque sino La Utopía Financiera (roja, anarquista, austríaca, fascistoide, etc.), sino que plantearla ahora es hacerle el caldo gordo a las fuerzas reaccionarias económicas, que son muy prosaicas y lo que intentan es salvar los muebles de la estructura muerta.
¿No ves, tierna criaturilla, que sea bonito o no, tus odiados Banca & Reguladores Estatales y Supraestatales ya han comprometido la recaudación tributaria futura y que, ahora, hoy mismo, con todo este lio de Agencias de rating, Eurobonos, etc. lo que está dilucidándose es cómo va a articularse el compromiso fiscal supranacionalmente de forma estable y a largo plazo?
¿Cornudos y, además, apaleados?
¡No, hombre!
Hay veces que vuestros exabruptos son como los de la Belén Esteban de la Economía (que me perdone la Princesa del Pueblo, o Cornuda de España, como la llamó Rz-Mz cuando se mofó del tamaño de su pene).
No digo que vayamos por ahí echándole flores a la Banca & Reguladores.
Seamos más marxianos, intentemos sacar las buenas cosas de la situación y dejemos las revoluciones para cuando las condiciones hayan madurado, especialmente las condiciones subjetivas, porque los personajes de tu comic (y sus padres) todavía se creen pertenecientes a una etnia friki cultural superior o a una nueva hipotética clase sublime de capitalistas populares.
Lo que tu planteas, curiosamente, es el esquemita utilizado históricamente en las regiones españolas ensoberbecidas, en las que el provincianismo se ha llevado fatal. Durante la guerra civil, hubo una guerra interna en Barcelona entre los que querían ganarla para luego hacer las revoluciones, y los que querían la revolución ya. Ahora sabemos que esto solo benefició a su enemigo común. ¡Era una labor de zapa inconsciente generada por el complejo de superioridad! Igualmente, en tu amada nación étnico cultural vasca actual, hay una guerrita de la señorita Pepis entre el verdadero rojerío y lo que nosotros llamamos los Cien Mil Mini Lehendakaris, esos nacioncitas aspiracionistas, cuya dinámica es inútil desde que el Estado español firmó el Tratado de Adhesión. Las más de las veces, estas guerritas tienen lugar dentro del cerebro de la misma persona. ¡Que estáis todos de psiquiatra! Para lo único que sirve la borrokada y demás es para que estéis todos fichados y vayáis más rectos que una vela (muchos han comprometido tanto su vida que les pasa como a los hipotecaditos, son esclavos).
Finalmente, olvidas cómo funciona una religión dominante. Tus opiniones al respecto son meramente viscerales, lo que le viene de perlas a aquélla. ¡Infiel, que eres un infiel impuro!, je, je. Te di la clave el otro día: la religión no es mera fenomenología.
Los intelectuales orgánicos tienen montados dicasterios como este para que salgan los activistas "revolucionarios" como tú, se retraten y se pongan la brida ellos solitos.
La gracia en estas situaciones de cambio estructural es que los "smoothers" (por conectar con el tema propuesto en este hilo) se quedan con el culo al aire (perdonadme la expresión) porque El Sistema pide "celeridad". Entonces, aparecéis los "revolucionarios" por el extremo opuesto, ofreciéndoos a los reaccionarios como rehenes infantiles del cambio: "¿no pretenderéis con vuestro cambio estructural darle la razón a estos rojos de mierda?" (vuelvo a pedir perdón por la expresión, aunque reconoced que las palabras fuertes, a veces, son las más expresivas).
Está clarísimo que la alianza del Bancaculpismo Antisistema e Infantil con el Bancaculpismo Resentido (los epónimos de éste en el mundo de la comunicación son Leopoldo Abadía y Don Mario Conde) es una alianza reaccionaria o, cuando menos, inmovilista, es decir, opuesta al cambio estructural.
Obviamente, el cambio estructural es para salvar a El Sistema, sí. ¿Y qué? Pero intentar resucitar el pasado es algo infinitamente peor.


Finalmente, lo de "el viejo de la Trini" no se entiende porque parece que tiene un contenido semántico que, luego, no es. Yo, lo cambiaría. Pondría, por ejemplo, "el Pater Catecúmeno".

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