sábado, 11 de diciembre de 2010

el temor excesivo

El temor excesivo y prolongado lesiona el sistema hipotalámico-hipofisario-adrenal. Esta especie de eje esencial conecta el hipotálamo, el área del cerebro responsable de regular las emociones y las funciones básicas -como la temperatura, el hambre y el dolor- con la hipófisis y las glándulas suprarrenales. La hipófisis es una glándula fundamental que está situada en la base del cráneo y se encarga de producir, entre otras, las hormonas que estimulan las suprarrenales, segregadoras de adrenalina y otras sustancias que controlan nuestra capacidad de responder al estrés y a los peligros. El miedo persistente también altera el aquilibrio de ciertas sustancias transmisoras en el cerebro -como la serotonina y la dopamina-, que modulan el estado de ánimo y cuyo déficit nos predispone a la depresión.

Con el tiempo, estas averías arruinan nuestra armonía vital y concretamente la capacidad para establecer relaciones afectivas.

Luis Rojas Marcos

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